9.

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Fue lo primero que vio al despertar, parecía un ángel.

Con mucho cuidado comenzó a recorrer ese perfecto rostro con su mano, miles de constelaciones que se formaban con los lunares que salpicaban esa perfecta tez. La suave luz que se colaba en la habitación se hizo más y más fuerte con el paso de los minutos a lo que el Donghyuck reaccionó revolviéndose con cierta incomodidad y, segundos después, abrió los ojos lentamente mientras se quedaba contemplando a quien tenía en frente en silencio, una tímida sonrisa se dibujó en su rostro.

—Buenos días—susurró, adormilado aún.

—¡Hey! ¡Estaba dibujando en tu cara!—se quejó Jaemin, pero con una gran sonrisa que se había formado involuntariamente en sus labios.

—¿Qué?

Suspiró exageradamente y se dio la vuelta

—Déjalo, ya no importa. No se ve como antes.

Donghyuck soltó una risita y comenzó a picarle la espalda a Jaemin.

—Oye, no seas así, ahora tienes que explicarme qué rayos estabas haciendo.

Jaemin se volteó nuevamente para mirar a Donghyuck a los ojos.

¿Cómo se explica algo así? ¿Cómo se explica las mil y un constelaciones que formaba en su rostro? ¿Cada línea que su mano formaba con aquellos finos rasgos? ¿Cada suspiro que escapaba de entre sus labios al verlo revolverse entre sueños? ¿Cómo podía explicarle todo lo que sentía simplemente mirándolo?

—Simplemente te estaba admirando—volvió a pasar su dedo índice con delicadeza sobre la mejilla de su acompañante y este, en lugar de alejarse, cerró los ojos ante el contacto mientras una involuntaria sonrisa se dibujaba en su rostro.

Se quedaron ahí el resto de la mañana, compartiendo algunas palabras y pequeños suspiros, se sentía tan... tan bonito.

Jaemin habría estado dispuesto a pasar el resto del día junto a Donghyuck, en cierta forma lo estuvo deseando internamente, pero nada es perfecto y Kun lo llamó en algún momento de la tarde.

—¿Por qué no contestas?

—No quiero—se cruzó se brazos y se alejó del celular, que seguía sonando a su lado.

Fue Donghyuck quien contestó con una sonrisa burlona.

—¿Hola?... Sí, estoy con él...—se sonrojó—. No, no, lo comunico con usted en seguida.

Jaemin estiró el brazo lentamente y contestó.

—Hola Kun.

Donghyuck le susurró "Pensé que era Renjun", aún sonrojado.

¡Jaemin!—sonaba emocionado—Tienes que venir a la galería, hay varios interesados en algunas de tu piezas y no dejaste ningún detalle de los precios de esta exposición.

Se maldijo a sí mismo mientras sentía la curiosa mirada de Donghyuck sobre sí.

—Tienes razón... ¿tengo que ir hoy? ¿Sí o sí?

Tú sabes cómo son los compradores, si no fuera así no habría tenido que llamarte.

Sí, Jaemin lo sabía, pero quería estar totalmente seguro.

—Está bien, estaré ahí en una hora, más o menos.

Gracias, te espero.

Se levantó de mala gana, dispuesto a terminar todo eso cuanto antes.

—¿Irás a esa galería?

—Sí... ¿quieres venir? Después podemos ir a tomar helados o algo así.

i (h)ate myself . nahyuck / hyuckminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora