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Kim Dokja tenía la nariz metida en su computador, estaba recostado en su cómodo sofá con Biyoo enredado entre sus piernas, ambos estaban teníendo un relajante descanso.

Mientras su pequeño gato descansaba en sus piernas él leía su novela web, sus ojos no se cansaban de estar frente a la computadora y leian tan rápido como era posible.

Lástima que su momento favorito fue interrumpido por unos toques erráticos en su puerta ¿Qué pasaba ahora? El pequeño Biyoo salió disparado de sus piernas hasta la habitación de Dokja quien supuso que los toques fuertes contra la madera lo habían asustado.

—¡Por fin abres, Joder!— Han Sooyoung entró al departamento de Kim Dokja como si fuera el propio.

La mujer examinó el interior y después sus ojos se clavaron en el vestuario de Dokja. La mujer dejó todas sus bolsas en el sillón más cercano para golpear la cabeza del hombre que solo vestía con ropa interior y una playera común.

—¡Oye!— Dokja se quejó apartándose de la mano pesada de Han Sooyoung.

—Cuando dije que no te vistieras por tu cuenta, ¡no me refería a que te quedaras así!— Reclamó ella comenzando a sacar la ropa que compró.

—Creí que vendrías más tarde— Dokja sostenía la parte golpeada que aún dolía. Él observó que apenas eran las siete de la noche.

—Si hubiera llegado más tarde, nos iríamos después de la media noche— ella revisó todos los implementos para asegurarse de que tenía todo.

—¿No es algo excesivo cinco horas para arreglarse?— Dokja creía que Sooyoung estaba exagerando.

—Claro que no, ahora ¿tomaste un baño?— Kim Dokja asintió.

—Como hace media hora— su cabello aún se veía algo húmedo.

—Bien, me ahorraste tiempo— ella eligió un conjunto de ropa y se lo entregó — ponte esto—

Dokja tomó las prendas con inseguridad.

—Bien, ¿donde esta tu baño?— Dokja señaló un pasillo— Al fondo—

—Tomaré un baño entonces—

—¿Bromeas?— Sooyoung reveló una toalla y algunos productos de higiene que llevaba con ella.

—No, estuve ocupada buscando todo esto para poder asearme, hazme un favor y ponte eso— ella se fue para dejarlo perdido en su sala.

Cada vez se convencía mas de que Han Sooyoung no era alguien normal, y mucho menos se guíaba por lo convencional.

Dokja examinó las prendas de ropa entre sus manos, era una camisa púrpura con un pantalón negro «¿de cuero?» Se preguntó al sentir la textura de la tela entre sus dedos.

Después comparó la apertura del pantalón con su pálidas piernas.

—Definitivamente no entrará— Dokja se quejó de que Sooyoung no lo hubiera llamado para preguntar la talla correcta de pantalones.

Después pasó sus manos sobre la camisa, la tela era realmente suave y podía jurar que brillaba, pero cuando su mano entró por el cuello de la camisa ésta salió inmediatamente por la espalda.

—¿¡Ah!?— exclamó al encontrar una gran apertura en donde debería ir la espalda, no debió dejar que Sooyoung eligiera la ropa que se pondría para esa salida.

Quería ir y reclamar pero al recordar que la chica estaba tomando un baño se resignó, ¿podría ser? Dokja revisó también las otras cosas que Sooyoung dejó en su sillón, maquillaje, accesorios y abrigos. Bueno, al menos tendría algo con que cubrirse.

DRUNK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora