Capítulo siete - Detectives y doctores

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Salieron al estacionamiento. El lugar estaba frío y la noche estaba bastante oscura, las tenues luces de las viejas farolas alumbraban débilmente el suelo del lugar, los árboles del bosque que estaban alrededor de Colmein invadían el paisaje, sus ramas que ya casi se quedaban sin hojas, crujían y se movían al ritmo del frío viento. El silencio abundaba en aquella escena, los doctores y los detectives estaban solos y solo veían unos cuantos vehículos que eran del personal que trabajaba en la noche; la luna, en pleno plenilunio, se alzaba en el cielo oscuro. Los doctores les indicaron a los detectives en dónde se estacionaban los empleados y se dirigieron hacia ese lugar.   

-Y bien ¿Dónde  se estacionaba Luisa?-Preguntó Russo.

-En el fondo a la derecha.-Respondió Ricardo. 

Caminaron los últimos metros en el pequeño espacio por el que se estacionaba el carro de Luisa, a pesar de la poca luz ellos distinguieron rápidamente el vehículo de ella. Un escalofrío recorrió la espalda del Dr. Ricardo, había surgido una nueva preocupación.

-Bien, aquí está el vehículo.-Dijo Russo

-Por favor contacta al equipo de inteligencia.-Le ordenó Briggs a Russo.

Mientras Russo se apartaba un poco para poder contactar con la central, Briggs, Ricardo y Alicia estaban pensando qué pudo suceder.

-Lo veo preocupado Dr.-Dijo Brandon.

-Si ella fue secuestrada en este lugar quiere decir que la seguridad ha sido comprometida, es imposible que suceda algo como esto sin que suenen las alarmas del instituto.-Respondió atónito.

-Ya sabemos que no fue imposible, alguien logró burlar el sistema y ustedes no se dieron cuenta, este lugar ya no es seguro.-Dijo Briggs.

-Ya vienen en camino, en unos 20 minutos ya estarán aquí.-Dijo Stephan mientras se acercaba al grupo.

Brandon y Ricardo miraron alrededor, un secuestro en Colmein sería un escándalo muy grande aparte de que ya la seguridad había sido comprometida, Brandon y Russo se acercaron al vehículo para inspeccionarlo. Russo se colocó unos guantes de látex para agarrar algo que se hallaba en el suelo, debajo de la puerta trasera.

-Sin duda aquí empezó el infierno para la víctima.-Avisó Russo-Mire esto.

Briggs se acercó y vio lo que tenía Stephan en las manos.

-¿Son las llaves del vehículo?-Preguntó Briggs

-Definitivamente... La secuestraron justo cuando iba a abrir la puerta de su automóvil y de seguro durante en el forcejeo se le cayó las llaves a la víctima. Su cartera fue encontrada junto con su cadáver y aquí están las llaves. Luisa salió al estacionamiento, se dirigió a su vehículo pero no pudo ingresar, las llaves están aquí en vez de estar en su cartera así que lo más seguro es que las haya tenido en la mano y momentos antes de entrar fue raptada justo aquí.-Aclaró Russo.

-Buen análisis, pero... ¿Por qué habrá decidido atacar justo en este sitio? Este lugar suele estar muy concurrido y aparte tiene un buen sistema de circuito cerrado de cámaras y la seguridad es constante.-Dijo Brandon a Stephan.

-No lo sé Brandon, atacar en un lugar como este es muy inesperado, el agresor pudo usar esto como una ventaja.

Brandon siguió escrutando el lugar, en busca de cada detalle observable a simple vista. El vehículo se veía en buen estado, si golpes ni abolladuras, solo un leve rayón en la puerta como prueba de que las llaves la rasparon cuando ocurrió el crimen. Los doctores se acercaron a los detectives.

-¿Y bueno, fue secuestrada aquí?-Pregunta Alicia.

-Dra. Allard, todas las pistas apuntan que sí. Tenemos que esperar los resultados de inteligencia, su informe aclarará ciertas cosas.-Respondió Briggs.

Alzaron la vista y vieron una patrulla llegar, los detectives hicieron señas para llamar su atención y que se acercaran. Del carro se bajaron cuatro hombres, solo uno se acercó a hablar con Stephan y Brandon, tenía facciones muy juveniles que se podría confundir con un adolescente. El tipo de inteligencia le extendió las manos y lo saludó de manera jovial. Los detectives lo miraron extrañados porque no era a quien esperaban recibir.

-¿Dónde está Mónica?-Preguntó Briggs.

-La jefa está de vacaciones por ahora detectives, así que mientras tanto yo estoy a cargo.-Dijo mientras se daba un apretón de manos a cada persona.-Me llamo Jano Sernot ahora díganme ¿Qué es lo que tengo que ver?

-Un secuestro en este sitio, buscamos huellas digitales en el auto, algún rastro de sangre o cabello y huellas de zapatos.-Dijo Stephan.

-Bien caballeros.-Jano se voltea para dirigirse a los hombres-¡Hey! Bobby, Leo y William; hagan una revisión lofoscópica de las puerta y el techo del carro, tomen fotografías y busquen cualquier material biológico que pueda darnos una información útil.-Vuelve a voltear el rostro hacia los detectives.-¿Cuánto tiempo hace desde que sucedió el crimen?

-Alrededor de día y medio.-Responde Briggs.

Jano hace un gesto de desaprobación y dice:

-Ha pasado mucho tiempo, será difícil conseguir algo.

-Solo haz el intento, cualquier avance por favor nos notificas.-Briggs le pide a los doctores que se aproximen- Por ahora mantengamos el lugar del secuestro en secreto, no quiero que se genere un escándalo por esta noticia y mucho menos darle la ventaja de información sobre el caso al homicida ¿Está claro?-Concluye Briggs.

Todos asintieron. Los doctores vieron la hora y decidieron que ya era momento de marcharse, estaban agotados. Mientras Ricardo se dirigía junto con Alicia a sus oficinas para cerrarlas e irse a casa notó que ya no confiaba en Colmein, las palabras de Brandon resonaron en su cabeza "ya no es seguro" . Cerraron sus oficinas y salieron.

-Emmm... Alicia, deja tu carro aquí, yo te llevo a tu casa.-Dijo Ricardo.

-¿Por qué dices eso?-Pregunta Alicia.

-Creo que por lo que ha pasado en los últimos momentos es mejor que estemos juntos, no te preocupes, yo mañana te busco a tu casa y te doy el aventón hasta aquí.

-Si, estás en lo cierto. Nunca creí que esto llegara a pasar aquí después de todas las medidas que se aplicaron.-Dijo Alicia.

Los doctores se montaron en el sedán negro de Ricardo, cuando ya estaban dirigiéndose a la salida de Colmein el detective Briggs se les acercó, Ricardo bajó el vidrio del automóvil para oír que tenía que decir.

-¿Algo nuevo?-Pregunta Ricardo.

-No, solo quiero decirles que por ahora anden con mucha precaución en este sanatorio. Por favor, cualquier actividad sospechosa que vean no duden en notificarme.-Dice Briggs.

-Seguro. -Responde Alicia.

- ¡Ah! y otra cosa... No descarten la idea de que el asesino pueda ser alguno de sus empleados. -Dijo mientras se retiraba hacia la escena del secuestro.

Los doctores intercambiaron miradas y salieron de Colmein.  el Dr. Ricardo manejó por la oscura carretera que los llevaba a sus hogares, la casa de Alicia se encontraba a 45 minutos de Colmein y Ricardo los convirtió en media hora. No hablaron mucho durante el viaje, solo pequeños intercambios de palabras.

-Ya llegamos. -Anuncia Ricardo.

-Sí, gracias por el aventón. -Dice Alicia mientras se bajaba del sedán negro. -Hasta mañana, descansa.

Ricardo se quedó en la calle de enfrente de la casa de Alicia, se aseguró que entrara. Notó el fuerte sonido de una betería que provenía del garaje, el sonido paró en seco en cuanto ella cerró la puerta de su casa.

-De seguro era Joshua el que tocaba. -Pensó Ricardo mientras giraba el volante del vehículo para hacer el retorno hacia su casa.

ColmeinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora