Capítulo cinco - Primera víctima

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-La mujer es identificada como Luisa Quintero, caucásica de alrededor de unos 30-35 años, natural de esta región. Tiene una perforación de bala a quemarropa en el centro de su frente, la parte parietal del cráneo quedó destrozada debido a la perforación de la bala, el hueso temporal y los esfenoides están afectados, en general el cuerpo está lleno de hematomas junto a una equimosis en el ojo derecho.-Le indica el forense al detective Stephan Russo.

-¿Cuánto lleva muerta?- Pregunta Stephan.

- A juzgar por la temperatura del cadáver y mortis de livor diría que fue asesinada entre las 8:00 y 9:00 pm del día anterior.-Responde el forense.

-Hace 7 horas-Se dice Russo- el homicida nos lleva bastante tiempo de ventaja. ¿El informe de balística?-Pregunta al forense.

-Calibre 9mm de balas genéricas, pudo haber sido disparada desde armas como una P99 hasta una Glock 19, son armas muy extendidas y difíciles de rastrear, lo bueno es que la bala se pudo encontrar casi intacta debido a que su trayectoria terminó en la tierra.-Dice el forense.

-¿Hay huellas digitales?-Pregunta Russo.

-No, buscamos en todo el cuerpo de la víctima y no se encontró ninguna, el criminal lo mas seguro es que usó guantes.-Responde el forense.

-Si... Al parecer hizo un trabajo limpio y rápido, la golpearon y luego la mataron. Lo curioso es que no hay signos de mordaza en su boca ni marcas de amarre en sus muñecas.-Le dice Stephan al forense.

-Si los hay, acabo de revisar la tráquea.-Dice el forense mientras hacia una última revisión al cadáver.-Metió una pinza en la garganta de la víctima y sacó un paño, lo vio y lo metió en una bolsa para evidencia.

- ¿Es eso lo que tenía en la garganta?-Pregunta Russo

-Si, al parecer con esto fue callada, lo metieron lo suficientemente profundo para que no lo pudiera sacar de su boca pero no lo suficiente como para que se ahogara.-Responde el forense.

-Tal parece que esto fue un secuestro y posterior asesinato.-Dice Brandon Briggs mientras aparecía en la escena.  Brandon era un hombre joven, delgado y de buen aspecto; se veía cansado y llevaba un café en la mano cuando llegó.

-¡Hola! Te ves de perlas.-Le dice Stephan.

-Ni me lo digas, el papeleo de anoche se hizo infinito y el jefe necesitaba algunos reportes para esta mañana, cuanto odio el maldito escritorio.-Alega Briggs.

-Si bueno... Ahora concéntrate en esto, hacía bastante tiempo que no aparecían crímenes violentos en esta región.

El forense iba a proceder a dar el mismo discurso que le dio a Stephan pero Brandon hizo un ademán con la mano indicándole que parara. Briggs se agachó, observo el cuerpo de cerca tratando de memorizar cada detalle que observaba, se paró y observó el terreno, estaban en la orilla de la carretera, a unos 3 metros de la misma, la víctima conservaba todas su pertenencias incluyendo su cartera, parece que no le robaron nada de valor, llevaba puesto tanto sus aretes como anillos de compromiso que se veían valiosos, al final Brandon se levantó y dijo:

-¿Hay testigos de la escena?

-No.-Responde Russo.

-¿Quién reportó el crimen?-Pregunta Brandon

-Unos hombres que venían de una fiesta del hotel "Día claro". Estaban bebiendo dentro del vehículo hasta que uno pidió que pararan el vehículo para orinar, se alejó un poco de la orilla del camino y ahí la encontró a ella. Llamó al 911 y al rato llegaron las patrullas.

-¿Vio algo?-Pregunta Brandon a Russo.

-No vio nada, estaba borracho, a duras penas pudo dar una vaga declaración de cómo encontró el cadáver.

ColmeinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora