Seungho entró a casa de sus padres ignorando su saludo, o cualquier comentario de bienvenida. Aún no comprendía de dónde demonios pudo sacar la fortaleza para ser frío e indiferente con la persona que más le había importado en un momento de su vida.
Ahora Nakyum era el pasado y sus proyectos de vida el presente ¿No? Así lo decidió seis años atrás cuando tuvo que admitir que lo suyo con Nakyum no tenía futuro y fue solo una ilusión adolescente. Sus padres, amigos y compañeros de clase siempre le hicieron saber que un romance de la adolescencia no duraba para siempre, así que año con año trabajó muy duro para olvidarse de Nakyum.
Tenía que admitir que de cierto modo se sentía responsable por la condición en que Nakyum debió vivir durante diez años de su vida, pero ahora ya estaba despierto. Podía caminar, podía hablar y no parecía tener secuelas, así que listo, ya estaba. Al igual que él, Nakyum podía seguir adelante y el hecho de volverle a ver no tenía que afectarle tanto como le estaba afectando.
Una vez sobre su cama, Seungho se quedó mirando el techo, había imágenes de sus tiempos de secundaria dándole vuelta en el pensamiento, pese a haber pasado por muchas experiencias, ciertamente los recuerdos junto a su primer amor eran todo lo que podía recordar. Ahora que lo pensaba, Nakyum lucía igual de inocente, su expresión seguía siendo como la del chico de 16 años que llegó y confesó sus sentimientos con una carta.
Por más increíble que pudiera parecer, Seungho recordaba esa carta de memoria y aún así la guardaba como un tesoro muy preciado. Saltó de la cama y revisó entre su equipaje amontonado, encontrando dicho pedazo de papel en el compartimiento de una maleta. La releyó como lo hizo tantas veces y pensó que era mejor dejarla en la basura para continuar de verdad, no era responsable de nada. Nakyum ahora estaba bien... pero no pudo hacerlo, volvió a doblar la carta y la introdujo entre las páginas de un libro dejando salir varios suspiros.
Qué problema... ¿Por qué Nakyum tuvo que venirlo a ver? Ahora sería buena idea regresar a Busan, quizá la distancia hubiese sido mejor.
. . .
Seungho sonrió al mirar por la ventana de su habitación.
Ahí estaba de nuevo, sabía perfecto que era el cuarto día consecutivo que Nakyum aguardaba oculto detrás de los arbustos. No entendía por qué lo hacía si no tendría el valor para acercarse, pero sabía que la mirada del chico estaba en todo momento sobre sus movimientos. Nakyum aguadaba hasta verlo subir a su auto y a la mañana siguiente volvía a estar en el mismo lugar.
Hubo momentos en los que sí, tuvo ganas de acercarse a Nakyum y preguntarle "¿Qué hacía ahí exactamente?" Pero pensaba que era preferible mantener la distancia para no hacerle ilusionar. Él estaba seguro de su decisión y no, volver a tener algo con Nakyum ya no era una opción. Se propuso continuar y centrar toda su energía en su restaurante, su relación con Nakyum fue dramática y qué decir de la relación con sus padres, esos dos siempre lo culparon y lo hirieron aún cuando él también estaba padeciendo la tristeza de saber que a la persona que más quería se le iba la vida de las manos.
Se obligó a borrar esa sonrisa de sus labios y desayunó en total y absoluto silencio ya que sus pensamientos le abrumaban al grado de que temiera hablar de más.
Pero esta vez las cosas se dieron de una forma un tanto diferente, Nakyum no tuvo suficiente con mirarlo a lo lejos, así que corrió hacia él cuando lo vio salir.
—Seungho— comenzó llamándolo y su cuerpo se tensó al pensar en lo complicado que sería mirarlo a los ojos. Así que era mejor ignorarlo—. Espera, sólo quería entregarte algo.
—Deja de buscarme— fue difícil pero siguió actuando con indiferencia y abrió la puerta de su auto para entrar.
Nakyum con varios movimientos inesperados, se le planto por enfrente y sostuvo sus manos durante breves segundos para colocar una pequeña nota entre ellas. Al final sus ojos intercambiaron miradas y Seungho pudo percibir la manera en la que el rostro de Nakyum se teñía de rojo.
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Saltos temporales (Pintor Nocturno)
FanficPara Nakyum no ha pasado el tiempo, todo el mundo le hace saber que su edad actual es de 26 años, pero él no se siente así, tanto en su mente como en sus sentimientos todo sigue igual, él sigue sintiéndose de 16 años. Eso de saltar en el tiempo 10 a...