Kim Jisoo odiaba a Park Chaeyoung, así de simple. Por supuesto, ¿quién podría culparla?
Chaeyoung había sido la que leyó los mensajes privados de Jisoo delante de toda la cafetería. Obligándola así, a salir del closet. Jisoo emprendió un viaje Nue...
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Ella tenía sentimientos por Chaeyoung.
Jisoo miró a la pequeña chica a su lado y se mordió el labio. ¡Por supuesto! no podía haberse enamorado de la chica amigable que siempre le sonríe en Starbucks o la chica de cabello rubio en su clase de Historia del Arte.
No, ella tenía que enamorarse de Chaeyoung. El desordenado tornado humano excéntrico, que había aparecido en su puerta.
Pero Chaeyoung era tantas otras cosas para Jisoo. Adorable, cariñosa, simpática, genuina, graciosa, torpe, encantadora, y amarillo. Amarillo.
Jisoo entendió por qué Chaeyoung le gustaba tanto ese color. Chaeyoung era la equivalencia humana del color amarillo. Brillante, alegre y gozosa. Amarillo era también el color del Sol, lo cual Jisoo consideró irónico.
Así que para responder a su propia pregunta, sí. Jisoo dejaría que Chaeyoung la besara. Sólo había un problema, y eso fue el hecho de que Jisoo no tenía ni idea de que si Chaeyoung sabía lo que besar significaba. ¿Qué pasa si Chaeyoung sólo quería besar a todos los que conocía?
Era obvio que Chaeyoung era capaz de amar. Jisoo lo podía decir por la forma en que la chica más pequeña le dio la más gentil de la atención a algo tan trivial como una flor. Chaeyoung amaba. Chaeyoung amaba todo.
Pero, ¿Chaeyoung sabía amar?
El hecho de que Jisoo pudiera verse amando a Chaeyoung la sorprendió incluso. Ella nunca se había visto a sí misma enamorarse. De hecho, Jisoo básicamente había renunciado a cualquier tipo de relación antes de conocer a Chaeyoung.
A Jisoo no le gustaba la gente. La mayoría de la gente. Le gustaba su familia, sus amigas, y ahora Chaeyoung. Eso era todo.
Ella siempre tenía miedo de que alguien estuviera tratando de hacer amistad con ella por razones equivocadas. O que alguien estuviera siendo amable con ella por una broma.
Odiaba los secretos, las mentiras, y todo lo demás que la mayoría de la gente consideraba una parte normal.
Pero ahora estaba Chaeyoung. Chaeyoungera pura, Chaeyoung era inocente. No había ni siquiera una palabra para describir a Chaeyoung. Ella era tan genuinamente Chaeyoung.
No había manera de saber si Chaeyoung de verdad tenía sentimientos hacia ella. Jisoo suspiró pesadamente, al darse cuenta de que tendría que esperar y ver qué pasaba.
Chaeyoung levantó la cabeza y frunció las cejas cuando sintió el suspiro de Jisoo.
"¿Jichu?" Ella inclinó la cabeza hacia un lado. "¿Estas triste?"
Jisoo se rio suavemente y sacudió la cabeza. "No, tonta," ella arrugó la nariz. "Estoy cansada." Se dio cuenta de que Chaeyoung bostezaba y se dio cuenta de que la niña más pequeña probablemente estaba todavía agotada por la noche anterior. Ambas no habían dormido mucho.
