Kim Jisoo odiaba a Park Chaeyoung, así de simple. Por supuesto, ¿quién podría culparla?
Chaeyoung había sido la que leyó los mensajes privados de Jisoo delante de toda la cafetería. Obligándola así, a salir del closet. Jisoo emprendió un viaje Nue...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Sí, mamá", Jisoo rodó los ojos, mirando a la chica en el asiento del pasajero. "Nosotros acabamos de salir del aeropuerto. Estaremos allí pronto".
"Ya verás, mamá, te lo dije," Jisoo se mordió el labio y miró a Chaeyoung. La pequeña en el asiento del pasajero sonrió suavemente. "Está bien mamá, tengo que conducir. Nos vemos pronto. "
Jisoo se rió en voz baja una vez que ella colgó, dejando su teléfono en el portavasos y entrelazando su mano libre con la de Chaeyoung.
"Te ves nerviosa", Chaeyoung inclinó la cabeza ligeramente, dejando que su cabello suelto cayera por encima del hombro. "¿Estás nerviosa?"
Jisoo se encogió de hombros y volvió su atención de nuevo a la carretera, siguiendo la ruta familiar a su casa de la infancia. "Un poco, sí. No tengo ninguna razón de estarlo, sin embargo. "
"Va a ser divertido, ¿verdad?" Chaeyoung acarició con sus dedos la muñeca de Jisoo distraídamente.
"Por supuesto," Jisoo sonrió. "Vas a conocer a mi loca familia." Chaeyoung se rió y giro la mano de Jisoo, trazando círculos en su palma.
Semanas habían pasado desde la absolución de Chaeyoung. Las estaciones habían cambiado, dejando una manta ligera de nieve en las calles de Nueva York. En Corea, sin embargo, era prácticamente la temperatura perfecta. Era cómodo fuera no importa lo que llevaran puesto.
Después de ser liberada, Chaeyoung estaba obligada a iniciar sesiones de terapia de rutina. Al principio, la chica había dudado. Pero con ayuda de Jisoo, y el tiempo, las visitas quincenales comenzaron a mostrar progreso. Ella nunca estaría de vuelta al 100%. Pero cómo su médico le había dicho, siempre había espacio para mejorar. Una de las principales preocupaciones de Jisoo había sido la relación entre ella y Chaeyoung. Habló con el terapeuta de Chaeyoung directamente, disparando preguntas, una tras otra a la mujer de mediana edad.
Ella había estado saliendo con una lista interminable de términos médicos, que básicamente explicó a Jisoo que sí, Chaeyoung era capaz de amar. Y una relación estaba bien, siempre y cuando tomaran las cosas a un ritmo lento, y que Chaeyoung fuera muy consciente de a dónde iban las cosas. Chaeyoung era consciente.
Definitivamente consciente. Cuando Jisoo había discutido el futuro con ella, ella se encontró con una Chaeyoung muy animada, hablando y hablando sobre lo cómo iban a nombrar a sus hijos, y de qué color pintarían su casa. (Amarillo, obviamente.) La idea de pasar el resto de su vida con Chaeyoung le causaba mariposas a Jisoo cada vez que pensaba en ello. Pero ella podía esperar. Cuanta más gente conocía diariamente, más se daba cuenta de lo mucho que necesitaba a Chaeyoung. Y ahora, aquí estaban. Semanas más tarde, de la mano en el coche de camino a casa de Jisoo. La madre de Jisoo había invitado a Jisoo y a su 'misteriosa novia "para pasar la Navidad con ellos.
Así que sí, Jisoo estaba nerviosa. Extremadamente nerviosa. No tenía idea de cómo sus padres reaccionarían cuando se enteraran de quien en realidad era la misteriosa chica. Porque hasta donde sabían, Jisoo todavía odiaba Chaeyoung con todo su ser.
