TERCER GRADO || Namjin

I : Promise

— Namjoon Oppa ¿Vendrás a comer con nosotras hoy? Mamá te extraña y Jeongyeonnie nos acompañará.

— No lo se Minari, sabes que tengo un nuevo gran caso que me tendrá ocupado estos días.

Ambos chicos de ojos miel iban en el auto azul del policía, de camino a la academia de ballet de la rubia.

Mina era la hermana menor de Namjoon, aunque su padre era japonés, su familia nunca hizo distinción en su trato a pesar de que incluso sus apellidos fueran diferentes.

La chica de 4 años menor que él, tenía 21 años y estudiaba odontología, pero asistía a su academia de ballet dos veces por semana, pues tenía un gran amor por ese estilo de baile.

El chico sonrió de lado haciendo que sus hoyuelos aparecieran y Mina no resistiera en picar su mejilla con su dedo, le encantaba ese detalle de su Oppa.

— Siempre dices eso y te desapareces por días antes de que podamos verte. — Mina hizo un puchero y volvió a acomodarse en su asiento.

Si había algo a lo que Namjoon no pudiera resistirse era a los pucheros de su hermanita, pues con lo adorable de su expresión combinada con lo suplicante de su mirada, lo convencía como justo en aquel momento.

— De acuerdo. — Bufó el moreno. — Pero no digas eso, que siempre paso por ti ¿O no? — El mayor volvió a sonreír y Mina celebró.

— Si, es sólo que no quiero que te olvides de nosotras y te conviertas en un policía barbudo, panzón y malhumorado.

Namjoon rió por la broma de su hermanita y la miró cuando se detuvo en el semáforo en rojo. — De acuerdo, se me ocurre algo para que te quedes más tranquila. — Dijo levantando su meñique. — ¿Recuerdas esto?

Los ojos de Mina se iluminaron a la vez que cubría su boca emocionada. — La promesa sagrada ¿Lo harás en serio? — Preguntó dudosa.

— Lo estoy haciendo ahora, pero si no quieres...

— Es una promesa. — Dijo entrelazando su delgado dedo con el de su Oppa con su brillante sonrisa iluminando su rostro. — Ahora no tienes opción, si rompes la promesa sagrada pierdes el honor de ser mi Oppa favorito.

— No lo haré. — Junto sus pulgares respondiendo su sonrisa antes de volver a poner el auto en marcha.

___________

Corto pero hermoso.

Saludos.