4 - Nueva Realidad

302 42 37
                                    

«Si, es un placer venir a conocer»

«Oh, ya veo...bueno, déjenme explicarles como hacemos las cosas aquí, por favor sigan a mi compañero»

«Con mucho gusto, gracias»

"Vaya, Redtto tiene buenas habilidades para actuar...yo ya habría estado tartamudeando como un tartamudo...eso sonó realmente mal..."

«¿Redtto que haces?»

«¿Acaso tu cerebro blindado no lo puede descubrir?... estoy intentando conseguir información...al parecer es un país muy religioso»

«Ohhh... ya veo, por lo de "Teocracia"...eso me recuerda-»

«Ya cállate, vas a hacer que sospechen de nosotros»

«Lo siento, lo siento»

«Caballeros, por favor tomen asiento... ... Gracias... primero que nada les doy la bienvenida a nuestro maravilloso paraíso para la humanidad, fue fundado hace quinientos años por los Seis Grandes Dioses (bla bla bla)...la ciudad es dirija por los seis Cardenales y ellos son dirigidos por su exelencia el Pontificex Máximo... ...ahora les voy a dar unos papeles que deberán completar, aquellos que no sepan escribir por favor levanten las manos y unos ayudantes vendrán a asistirlos»

Obviamente, Ainz y sus amigos levantaron las manos, los cuatro hombres con sus manos en alto, parecían estudiantes. La explicación le había dado en que pensar a Ainz, sobre todo los "Seis Grandes Dioses"...de alguna manera sonaban como jugadores...¿podrían haber sido sus amigos? ¿Deberían haber descripciones de ellos no? Eso sería uns tarea para mas tarde.

Habiendo recibido su papel y levantado la mano, una muchacha vino en su ayuda. Era bonita, caderas pequeña, pecho un poco más grande de lo normal y piernas largas. Tiene una cola de caballo en la cabeza lo que acentúa su cuello. Ella estaba ligeramente sonrojada.
Se acercó mucho, mucho a Ainz, podía sentir sus pechos en su hombro derecho y su brazo rozando ligeramente su vientre...de alguna manera Ainz tomó conciencia rápidamente de ésto y lentamente se apartó...pero la muchacha de acercaba mas y mas...
Todo ésto sucedía mientras ellos hablaban lo mas tranquilo sobre sus datos y demás cosas.

«Creo que eso es todo señorita»

«Ah... entiendo, bienvenido a la Teocracia... señor Ainz~»

«Gracias por su hospitalidad»

«No hay de que... ...sabe, mi turno termina en la campanada de la tarde...»

«Ehmmm...¿bueno?... entiendo muchas gracias»

Y con esa charla rara el intercambio de palabras terminó.
Ainz se dió vuelta para ver a sus invocaciones, Iris estaba indiferente como un gato...Kieh estaba expectante a cada movimiento que hacía Ainz y Redtto...bueno...el tenía celos de Ainz...estaba mordiendo un pañuelo y diciendo cosas como "es injusto que a solo el le toque una muchacha" y tal.

«¿Ainz-san no te estás olvidando algo?»

«Mhhh...mi nueva espada está en mi cintura...no realmente Redtto»

El marqués solo pudo palmearse la cara, luego hizo un gesto presionando sus dedos pulgar e índice y moviendolo hacía arriba y abajo.

«Eso es... ahhh...dinero, no tenemos dinero...¡No tenemos dinero!»

«Exacto...¿Podrías ya sabes...dejar alguna joya o algo?»

«¿Y las monedas de Yggdrasil?»

«También es una buena opción»

«Bien iré a preguntar por la tienda de cambio de moneda»

A los diez minutos, Ainz volvió con una bolsa llena de monedas de oro.

[Overlord: El Poder en las Sombras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora