Secta Wei [Wangxian] [MDZS Yaoi].

015.

Lástima de la peonía en la nieve.

Al llegar a la torre de la carpa dorada todo parecía estar natural, ni si quiera nadie se atrevió a preguntar porque el joven amante había regresado de Yummeng Jiang sin ni si quiera avisar, no querían preguntar al ver como iba desordenado, con una queja sobre su pecho daba a que no le fue nada bien con su tío, este solo miraba las reverencia de cada uno de sus guardias.

-¡Oh pero mi nieto adorable regresó!-

Su abuela había aparecido con una grata sonrisa para poder abrazarlo, pero este se apartó bruscamente.

-¿A-Ling? ¿Pasa algo? ¿Qué tienes? Estás todo lastimado, ¿Has venido caminando? ¿Dónde dejaste tu espada?-Cuestiono preocupada su abuela.

-¿Mi espada? Ja, abuelita...¿Se te olvida quien manda aquí?-

-¿Por qué me hablas así A-Ling? Todavía no eres líder, ¿Qué te hace saber de ese rencor? Luego de que tu padre y tu abuelo fallecieran, tu solo eres...-

-¿Soy el único abuela? ¿Soy el niño perfecto que nació en cuna de oro? ¿Realmente soy ese? ¡Dime joder!-

-¡A-Ling! ¡No te permito que alces la voz contra mi! ¡Soy tu abuela!-

-¿Eres mi abuela o la señora que callaba todas las atrocidades de mi abuelo?-Cuestiono con una sonrisa leve, mientras escupía aun lado.

Ella se mantuvo callada en lo cual miraba a su nieto irse, ¿Por qué de la nada se empezaba a colocar nerviosa? ¿Qué era lo que tanto temía?

Jin Ling no menciono nada siguió caminando, como queriendo llegar a otra parte que no fuera su recamará principal quería saber la vida de su padre, si ese talismán le daría una respuesta ¡Debe buscarla! Tenía que tener una razón mínima, una décima de ella.

Manteniendo su firmeza al paso, logro entrar a la zona de reliquias del clan Lan Ling Jing ahora podía saber el porque nunca pudo tomar la espada de su padre, ni en los momentos más crudos. Con una sonrisa rota se fue acercando para poder verla firme sobre una exhibición pequeña de madera, bien cuidada.

Introdujo fuertemente el talismán sobre su pecho para poder sacar aquella energía que le atormentaba, para luego obtener el poder necesario sobre su mano y así tocar la espada.

Todo era silencio al principio, pero con solo cerrar los ojos la verdadera pesadilla estaba por comenzar.

...

Entre sus manos yacía una hermosa flor blanca, en medio del pabellón de la orquídea Jin Zixuan buscaba al responsable de aquella majestuosa flor. La acariciaba con total anhelo, mientras tocaba la punta de aquel pétalo para sentir cada parte sencilla y suave que la enmarcaba con claridad.