CAPITULO XV: La ira de la princesa.

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Link soltaba gruñidos y pujidos de dolor, estaba amarrado a la mesa con cuerdas gruesas blancas con pergaminos antiguos, en la sala flotaba incienso y alrededor de la mesa estaba dibujado un circulo de sal que protegía a las sabias y ayudantes que rodeaban a Link, en un ritmo perfecto hacían sonar un instrumento con campanas de cascabel que algunos de ellos tenían en su mano, este sonido mantenía a Link enfocado, un sonido bendecido que hacia callar la voz de ganon que solo jugaba con su mente.

Los demás ayudantes mantenían una plegaria silenciosa y alrededor de Link, flotando en el aire habían sellos antiguos, runas de energía brillante de color azul que los mantenían a todos conectados, ellos podían sentir el miedo de Link pero también su coraje y le brindaban su fuerza, Link estaba luchando.

En sus adentros su alma estaba fragmentada, se encontraba caminando en un vacío oscuro con un sendero de antorchas, vistiendo su túnica, en su mano empuñaba la espada maestra cuyo brillo alertaba peligro de entre las sombras.

A su alrededor se iluminaron las paredes de lo que parecía ser el interior de una bestia divina, y a su alrededor se formaron orbes rojos de energía, construyendo poco a poco la ira del agua de ganon. Link llenó su pecho de coraje y empuñó su espada, sus ojos rojos formando una ardiente valentía lista para atacar.

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-"No sabemos la causa de esto" Zelda se tomó la frente desesperada, había repetido estas palabras tantas veces en los últimos días, pero el consejo real estaba sobre ella otra vez, presionándola a órdenes del rey Rhoam

-"Princesa, debe entender que esta decisión es para la protección todos sus súbditos" Un anciano de collar isabelino intentaba hacerla cambiar de parecer.

-"No les parece prueba suficiente que el príncipe de los zora haya solicitado los documentos más confidenciales sobre el clan yiga?" otro cónsul de avanzada edad golpeó sus manos sobre la mesa "claramente es un cómplice, y su alteza se dejó engañar por la confianza que tenía con el reino, ¡a este paso no podremos confiar en nadie!"

"Mi Reina, nuestros rehenes del clan yiga ya nos revelaron la verdad, ya no podemos confiar en Link, todo es claramente un plan elaborado, la tienen exactamente donde la quieren, ¡dudando!"

Zelda se cubrió el rostro con ambas manos, estaba harta. "No voy a sentenciarlo a muerte"

-"Su majestad, no hay tiempo para dudar, sabe de lo que ganon es capaz, ¡no podemos arriesgar estas tierras por una corazonada!"

Zelda se puso de pie "Tienes razón... iré yo misma a Kakariko y lo haré entrar en razón o combatiré contra él es necesario"

Todos los consejeros intercambiaron miradas aliviadas.

-"¡les juro, que no dejaré que nadie ose amenazar a Hyrule de nuevo!"

***

En el rio se movía una enorme tropa de soldados Zora, liderados por la princesa Mipha, quien los guiaba hacia Kakariko con su tridente.

Al llegar a la aldea, esta estaba rodeada por un campo de fuerza, un domo semi transparente de cristal azul brillante, era la energía poderosa de los sheikah, Mipha siempre ha creído en resolver conflictos de manera pacífica, pero su hermanito estaba en problemas, y no importa quién sea el adversario, pelearía contra cualquier calamidad una y otra vez por él.

-"¡Destrúyanla!" Mipha ordenó el ejército avanzó hacia la barrera.

***

-"¡Lady Apaya, La barrera se está agrietando!" El general de defensa se apresuró a alertarla, con sudor corriendo en su frente "¡Los soldados de la familia real nos atacan por la entrada del este y el ejército de los zora por la entrada oeste!"

Cicatriz de Demonio (Sidlink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora