El despertador de Skylar sonó al rededor de las 7am, sin embargo, ambas ya estaban levantadas porque el cálido sol de invierno pegaba con fuerza en sus ventanas.
El clima era una combinación entre frío y sumamente soleado, bastante agradable ante los sentidos de nuestras protagonistas.
"dos semanas y media para el comienzo de la nieve", mencionó Venus seguido de tachar aquella fecha en el calendario que se ubicaba alado de su cama.
Debido al ambiente de ese día, se podía predecir que iba a ser una jornada favorable, por lo cual ambas salieron de la habitación, cerrandola con llave.
A comparación de otros días, los estudiantes llevaban bufandas y suéteres extra que probablemente habían sido comprados en tiendas caras de la ciudad a un precio extravagante.
Ambas caminaban a través de los pasillos en silencio; Venus, a excepción, llamaba la atención de los alumnos en los pasillos por el drama ocasionado algunas semanas atrás, aparentemente a pesar del tiempo no se olvidaban los desafortunados incidentes de esa noche.
Skylar procuraba evitar las miradas, pero era complicado, al final de cuentas no dejaría sola a su amiga.
Al llegar al aula un suspiro pesado salió de ambas, al menos en este estaban seguras de rumores ajenos.
Skylar no había entablado plática con Sammuel desde el día del baile, ambos se sonreían y saludaban, pero no eran lo suficientemente valientes para hablarse de nuevo.
Y ni hablar de Venus y el chico mayor, el ni siquiera la había mirado en lo que iba de tiempo, mucho menos hablado.
Ambas se sentaron en las bancas del fondo, hablaron un poco y dieron inicio a su período escolar.
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Sono el timbre de fin de clases y todos salieron de sus aulas de forma amena, muchos tenían planes para esa tarde.
El entrenamiento del equipo de fútbol y de las porristas comenzaba a esa misma hora, y nuestras protagonistas por fortuna habían sido aceptadas.
Caminaron, ya con el uniforme asignado, hacia la cancha. Era su primera clase y donde interactuarian con el equipo de fútbol americano por primera vez.
-siento que se ven lindos los uniformes de porristas.
Mencionó Skylar, mientras miraba su traje amarillo que tenía una M en este.
La sensación térmica de New York era muy baja, por lo cual sus piernas temblaban levemente.Para su grata sorpresa, la líder del equipo oficial de porristas de la Universidad de Manhattan era ni más ni menos que Steph Murphy, la causante del drama en el baile y bien conocida como la chica Cherry.
Efectivamente, Steph portaba un labial rojo como el de aquel día, sin hablar de los increibles aires de superioridad que emanaban de ella.
Esto no agradaba a nuestras chicas, a Skylar porque afectaba directamente a su ego, y a Venus por la terrible humillación que pasó gracias a ella.
Sin alargar más, la convivencia comenzó, el equipo oficial de fútbol americano entró.
La sonrisa de Venus se desvaneció al ver al chico misterioso y también, al chico que la había invitado a salir el primer día de clases; sin duda todo era muy incómodo.
Skylar miro a Venus y se paro atrás de ella tomando sus hombros para hacerle notar que estaba ahí, y que estarían juntas en la primera convivencia.
El tiempo paso, las miradas de los tres afortunados individuos no se despegaban de nuestras chicas, lo cual era algo aterrador, sin embargo cada una de sus miradas era diferente.
Al cabo de un rato, la clase al fin término, lo cual alivio a ambas y se dieron prisa para salir del lugar, pero no contaban con que una sorpresiva persona las detendría.
-Venus.
Dijo una voz masculina por detrás, lo cual desconcerto un poco a nuestras chicas, y al darse la vuelta pudieron ver al chico mayor y misterioso.
-¿podemos hablar?
La miro y luego miro a Skylar, indicándole que se retirara.
-esta bien, hablen. -dijo la pelinegra dando un paso hacia atrás y mirandolos- igual tengo que ir a la Biblioteca.
Al decir esto, solo sonrió y se dio la vuelta con lentitud, alejándose de ambos a pasos agigantados.
Sigamos a Skylar.
Nuestra chica camino en silencio hasta la biblioteca, donde solo se recargo en un estante a simular buscar y leer libros, hasta que encontró uno que le llamó singularmente la atención.
Lo tomo con ambas manos y buscó una mesa, hasta que encontró una alado de una enorme ventana, en donde daba directamente el sol.
En esta mesa, estaba sentado Sammuel, el cual leía un libro y resolvía algunas copias, parecía realmente interesado en eso.
Skylar desplazó la silla que estaba justo enfrente de el y dejó el libro en la mesa. El pelicafe alzó la mirada y le sonrió, solo vio como se sentó y ambos se miraron por un par de segundos, compartiendo sonrisas.
-que sorpresa encontrarte aquí.
Mencionó Skylar mientras abría el libro que había tomado.
-cierto. -contesto Sammuel y dejó alado de ella una bolsa- son las cosas que se te olvidaron aquella noche.
La pelinegra algo sorprendida lo miro e hizo una pequeña reverencia, lo cual dio a entender que estaba agradecida.
-sky, ¿haras algo el día de la primera nevada?
pregunto Sammuel mientras la miraba.
-no, no haré nada. -contesto ella- ¿por qué?
Un simple "ah, okay" salió de la boca del pelicafe y miro su libro, esta vez la primera nevada caería el 18 de Diciembre del presente año.
-salgamos ese día.
Dijo el mayor, sin mirarla.
Esto realmente desconcerto a Skylar. En su país natal, se tenía una creencia que decía que las parejas que estén juntas en la primera nevada estarían juntas por el resto de sus vidas, y no es solo eso, si no que a lo que ella sabía, Sammuel era del mismo lugar que ella, por lo cual probablemente lo sabía.
-¿perdón? -dijo algo desconcertada y el no respondió, probablemente estaba avergonzado- quiero decir; sí, claro, ¿porqué no?
Contesto esta, intentando digerir lo pasado y solo río levemente. Y así paso su tarde, leyendo y charlando junto a el.
Venus, por su parte, en aquellos momentos estaba parada junto al chico afuera de los vestidores.
Era un momento algo incómodo, nuestra chica solo podía juguetear con la falda de su uniforme y mirar a todas partes.
-dejaste de buscarme, y de llamarme. -dijo el chico, buscando el rostro de ella para que sus ojos se toparán.- ¿por qué?
-¿qué? -dijo Venus mirándolo algo molesta- ¿me estas preguntando el por qué? tu novia me humilló enfrente de todos, ni siquiera atreviste a pedirme disculpas, solo saliste detrás de ella. -reclamo, en un tono bastante alto- no te conozco, no conozco tu nombre, pero ya rompiste mi corazón.
Sin duda, un momento bastante tenso, pero no de buena manera.
El mayor estaba bastante avergonzado, y se veía en sus ojos.
-lo siento.
Fue lo único que salió de la boca de este. Venus sin duda estaba molesta, pero no decía nada, solo se limitó a mirarlo de manera intimidante.
Esto no duraría demasiado, al menos no para esta situación, dos adolescentes, mirándose de frente con sus rostros demasiado cerca, y atracción mutua ¿qué pasará?