En mis brazos

Epílogo

~6 años después~

—¡Lolo, Mike esta colgándose del barandal!—Exclamó desde la sala de estar, amamantando a su pequeña hija de unos meses.

Habían pasado 6 años desde que se conocieron, desde ese golpe de calor. Sus vidas habían estado con altibajos y subidas pero ambas luchaban por seguir adelante.

—¡Ya voy Camz!—Gritó para salir corriendo de la cocina y correr a las escaleras dónde el pequeño Mike de 5 años estaba colgado—¡Pequeño cachorro, ven con mamá Lolo!—Exclamó estirando sus brazos.

El pequeño Mike era un niño muy alborotado, al contrario de su melliza, que era la mas calmada y seria para su edad.

—¡Ma' puedo voar!—Anunció antes de lanzarse del segundo piso.

—¡LAUREN!—Gritó Mani inrumpiendo en la casa viendo todo en cámara lenta.

El pequeño Mike caía del segundo piso antes de ser tomado del brazo por Lauren, la cuál tenía medio cuerpo en el aire mientras sujetaba fuertemente a su hijo. La pequeña Sarah caminaba por debajo de su mellizo viendo cómo se iba resbalando del agarre de Lauren.

Camila veía todo angustiada pero no podía hacer nada debido a que si se paraba su pequeña Ella empezaría un llanto horrible.

Normani corrió a toda la velocidad que pudo lanzándose en el aire pasando por arriba de Sarah, atrapando a Mike, que se soltó del agarre de su madre.

—¡Por Dios, Mani!, ¡Gracias!—Exclamó Lauren soltando un suspiro tembloroso.

Sin que nadie viera venir lo siguiente, Lauren cayó del segundo piso justamente dónde su otra hija estaba. Sarah vio a su madre caer momentos después de que se lanzara a un lado.

—¡Por Dios, Lauren!—Exclamó Camila queriendo levantarse pero al sentir el fuerte mordisco en su pezón volvió s sentarse—¡Ella, por dios!—Se quejó.

—Yo la ayudo—Habló una rubia alta entrando en la casa.

—Gracias, Cheeche—Murmuró la castaña agradecida.

—No es nada, Chancho—Sonrió yendo a ayudar a la oji-verde que estaba en el suelo quejándose.

Camila sonrió recordando la llegada de su hermana y su mejor amiga a la manada.

Flashback

Lauren sostenía a su castaña después de una jornada increíble de comida...

Y sexo.

Lauren gruñó cuando sintió algunos pasos fuera del bunker. Camila levantó el rostro cuando escucho el gruñido de Lauren y la sintió tensarse. La puerta del búnker abrió, Lauren apretó a Camila contra ella molesta.

Una pequeña rubia se vio abriendo la puerta, haciendo relajar a ambas chicas.

—¡Santa virgen María!—Exclamó la pequeña—¡Si no tienen cuatrillicios tendrán mellizos!—Bromeó abriendo por completo la puerta—¡Ufff, ustedes no perdieron el tiempo, eh!—Les guiñó el ojo juguetona.

—¿Cómo te fue, Ally?—Preguntó Camila tratando de salirse del agarre de Lauren, pero está la sostenía fuerte contra ella.

—Mi mate me encontró a mi enmedio de un golpe de calor, el pronóstico de Normani de que procreara con quién viera primero se hizo realidad—Admitió de golpe sonriendo nerviosa pero maravillada.

—La monja ya no es monja—Bromeó la oji-verde recibiendo una mala mirada por parte de Ally y un pellizcón por parte de Camila—¡Auch, Camz!.