Capítulo 3

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Narrador omnisciente

La peli-negra después de unas horas, volvió a la habitación de su castaña, la cuál estaba completamente dormida. Lauren se quedó mirándola a la distancia, sabía que había cometido un error haber estado encima de ella, creía que Camila estaba temerosa de ella...

Cuando era todo lo contrario.

Veía su pecho subir y bajar lentamente, ella se acerco a pasos ligeros a su castaña para acostarse a un lado de ella, sin llegar a tocarla pero para si sentir su sentir su calor. Se giró para estar cara a cara con la morena, inhaló y exhaló, se vendrían una época difícil para todos... O aquellos que no tenían mate... O cómo ella. Cerró los ojos exhausta, poco a poco empezó a caer dormida cuando de pronto, sintió una cabecilla recargarse en su pecho, una pierna queriendo entrar entre sus piernas y unos brazos sujetando su camisa.

Se tensó en su lugar, abrió lentamente los ojos y descubrió que de castaña seguía durmiendo profundamente, soltó el aire contenido y agarró la pierna de la morena para que dejara de querer meterse entre sus piernas.

¡Le estaba provocando otra erección!.

Aún sujetando la pierna de la chica, fue bajandola lentamente. Soltó su pierna y con ese mismo brazo, lo levanto en el aire, no sabía que hacer con el, no sabía si era correcto ponerlo sobre la castaña a tenerlo detrás de su cuerpo. Cómo si la castaña estuviera viendo su dilema, se acurrucó más contra la oji-verde, Lauren fue bajando lentamente el para rodear a la castaña y apretarla más contra ella.

Aquello se sentía correcto.

Su corazón latía tan deprisa que la castaña, si estuviera despierta, lo sentiría. Cerro los ojos apretando la mandíbula, el delicioso olor de su chica era tan adictivo que nuevamente, tenía otra erección, ¡Jamás había tenido tantas erecciones en un día!.

Respiro profundo tratando de bajar su erección pero simplemente no se podía, sentía su pene palpitar, la caliente piel de su morena transpasaba a su cuerpo, involuntariamente se frotó contra la rodilla de Camila, la cuál cumplió su objetivo, meterse entre las piernas de Lauren.

Con sus piernas entrelazadas, sus centros chocaban, Lauren a ese momento, estaba ardiendo, quería soltarse de su chica y volverse a poner arriba , quería probar ese delicioso manjar entre sus piernas y luego enterrarse profundamente en el.

Desesperada se aferró a Camila y cerró los ojos. Sin saber cuándo exactamente ni como, la peli-negra cayó dormida en un profundo sueño, sujetando a la castaña que sonrió entre sueños

Al llegar el amanecer del otro día, toda la manada se reunió a petición de la alfa. La alfa huyó de la cama cuando sintió que tocaban la puerta. No quería que la castaña le viera ahí, no quería asustarla más, no quería que volviera a pasar lo de anoche amenos que si morena estuviera 100% segura y sin miedo... Y despierta.

Que mal que lo único que causó fue decepción, obviamente la castaña sabía que Lauren había dormido con ella, su aroma y esos brazos fuertes sujetándola contra ella fue lo mejor que había sentido. Al igual que el día anterior, cuando Camila se encontraba debajo de la peli-negra, se encontraba tímida pero expectante, quería que la chica inhalara nuevamente su cuello, por alguna razón quería sentir los labios de Lauren en su cuello al igual que quería sentir su lengua raspar contra este. Pero cuándo la peli-negra se alejo tan bruscamente de ella, se sintió vacía, quería nuevamente estar entre el cuerpo de Lauren pero sus labios de cerraron viendo cómo la chica huía de ella.

"Tal vez ese era el efecto que provocaba en los demás", pensó amargadamente viendo con tristeza como Lauren salía casi corriendo de la habitación.

En mis brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora