La vida de Chimon era perfecta. Tenía 4 años, casi 5. Su color favorito era el amarillo. Su posesión más preciada eran sus calcetines amarillos con dibujos de pollitos. Y es un cambiaformas lobo.
Sus padres no estaban juntos, pero a él no le importa. Su mamá estaba felizmente casada con su compañero desde que tiene memoria prácticamente. Su papá está por casarse con su compañero. Los compañeros, Gun y Leo, eran como otros papis, nunca lo hicieron a un lado y lo amaban como un hijo propio. Por lo que Chimon podía jactarse de tener 1 mami y 3 papis.
Aunque, entre nosotros, su favorito era Gunnie. Con él podía jugar durante horas y comer comida deliciosa que ninguno de sus otros padres podía cocinar. Además, Gunnie era el único al que le permitía decirle cachorro. ¡Él no era un cachorro! Solo con su papá Gun.
Un día, Chimon descubrió que Gun fue bailarín para grandes cantantes. Busco vídeos y quedó fascinado. ¡Él también quería bailar así! Ahora Chimon tiene clases de baile tres veces por semana con el mejor maestro de todos, Gun Atthaphan.
No podía quejarse de su vida. Y aunque intentaron secuestrarlo, escapó y encontró a Gunnie.
El compañero de su padre. Su nuevo padre y mejor amigo.
Chimon amaba su vida con su, complicada pero alegre, familia.

La pequeña familia de tres se encontraba dentro del gran bosque que rodeaba la casa, disfrutando de un caluroso día al aire libre cerca del lago.
Chimon nadaba con algunos amigos mientras que sus padres charlaban bajo la sombra de un gran árbol.
–Sigo sin creer que te hayan coqueteado frente a mi cara. ¿Puedes creerlo?¿Tu mano en mi cintura y nuestros anillos de oro blanco, que claramente significa comprometidos, no era suficiente para que notará que estás conmigo?¿No sabe toda la manada que somos compañeros? Porque si no es así, déjame decirte, que el haber organizado una fiesta para nuestro compromiso y que aún así algunos sigan sin saberlo, es ridículo. -El mal humor del humano se notaba a kilómetros. ¿Cómo se atrevían a invitar a salir a su compañero?
La gran escena ocurrió a penas llegaron al lago. Un adolescente se acercó tratando de cazar a Off y llevarlo con su grupo de amigos, sin molestarse en dejar hablar a Off, quién estaba negándose, o ver a los acompañantes del "bombón caliente". Palabras del chico, no de Gun. De todas maneras, cuando trato de meter su fea mano en el bolsillo de los shorts de su compañero, demaciado cerca de sus partes, la poca paciencia de Gun hizo acto de presencia mandando a volar al mocoso en un segundo.
Así fue como llegaron a esto. Un Gun malhumorado y un alfa tratando de calmar a su compañero.
–Cariño, el pobre chico no era de la manada. Tampoco era muy observador. Dudo siquiera que haya notado a Chimon, y eso que estaba tus brazos. -el gran alfa trataba de calmar a su prometido, sin saber que ante lo último dicho, Gun frunció más el ceño.
–¿Cómo se atrevió a coquetear tan descaradamente con un niño cerca? A nadie le importa hijo de quién es ni de que empresa será dueño. Si busca un rollo de verano, en un hombre con familia y felizmente emparejado, no lo encontrará. -El bailarín se sentó en el regazo del alfa para abrazarlo y frotar su cabeza en el pecho contrario. Quería que Off tuviera su escencia para que nadie más se le acercara con dobles intenciones. Cosa que obviamente, el alfa se dió cuenta, pero no le importo y aprovecho para hacer lo mismo con el humano. –Eres mi compañero. No de ese, ni de ningún otro. Solo mío y únicamente te comparto con nuestro hijo.
Decir que Off estaba encantado por como se estaba comprando Gun, era poco. Era muy raro verlo celoso. Extremadamente raro.
–Tú igual, eres solo mío. Mi amor, mi vida, mi sol, mi compañero, mi todo -por cada palabra fue dejando pequeños besos en los labios del humano. Labios que ahora portaban una sonrisa- sin ti, cariño, solo soy el alfa de la manada. Contigo soy un hombre loco y profundamente enamorado de un pequeño y sexy bailarín humano. Te amo.
–Yo también te amo, Off -bajo la sombra del gran árbol, compartieron un dulce beso que demostraba todo el amor que se tenían.
–Off, alto. -golpeando el pecho del alfa, Gun lo detuvo cuando el beso se convirtió en algo no apto para todo público. – No puedes perder el control así. Estamos con... -el humano se puso de pie inmediatamente, con un mal presentimiento, buscando entre los niños que ahora se encontraban comiendo. No vió a Chimon. –¿Dónde está Chimon? No lo encuentro...
Esas palabras sacaron a Off de su pereza. ¿Dónde estaba su hijo? Barriendo el perímetro notó lo obvio. No estaba Chimon. Tenían que actuar rápido.
Tendiendole el celular a Gun le ordenó: –marca el 6 y avisa a seguridad que cierren el lugar. Nadie entra ni se va hasta que estemos con nuestro hijo. Si marcas el 3, llamará a Natt, avísale lo que sucede.
–¡No podemos hacer eso! Está embarazada, el estrés le podría hacer mal. -Gun se negó.
–¿Natt está embarazada?¿Cómo lo sabes? -Off se sorprendió y Gun se maldijo internamente, era secreto. –Espera, no hay tiempo, no le digas nada.
Off los alejó un poco para empezar a quitarse la ropa cuando lo olió. Olió a su hijo y a... No podía recordar a quien pertenecía ese olor. Buscando en su memoria, recordó. Le pertenecía a uno de los cambiaformas que intentaron secuestrar al hijo de su amigo. Arrojó la ropa aún más desesperado.
–Marca 8 y dile a Max que Off captó el olor de uno de los secuestradores del hijo de Tul. Dile que estamos en el lago que limita con la manda de dragones y que estoy yendo a buscar a mi hijo. No hay tiempo. -Off ya se encontraba desnudo listo para cambiar. –Gun, prométeme que volverás a casa con los guardias. No te pongas en peligro innecesario. No quiero tener que dividir mi atención en nuestro hijo y en ti. Prometelo.
–Lo prometo. -fue todo lo que Off necesito oir. –Te amo. -Gun sollozo aterrado.
–Te amo mas. Estaremos bien, ya beras. -El alfa beso los labios temblorosos, por el miedo, de su compañero, limpió las diminutas lágrimas que caían de los bellos ojos cafés, y cambió.
Escuchando a Gun marcar, corrió tan rápido como pudo siguiendo el rastro de Chimon.
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