Capítulo XX

116 10 4
                                    

Ok... definitivamente esto era una mala idea. No sé porqué estoy dirigiéndome a paso seguro hacia el chico que según Danielle y Amber me ha estado mirando desde que llegué junto a ellas.

A pesar de que al principio pensé que estaban bromeando, luego pude darme cuenta que el chico en realidad sí estaba mirándome.

—Tú puedes Anne—repetí mentalmente

Solo era cuestión de meterme en el personaje de una 🦊 y demostrarles a ambas que estaban equivocadas con respecto a Aiden ya que nosotros éramos enemigos y bueno socios temporalmente.

—No eres tú en este momento—repetí

Y una vez dicho eso finalmente opte por quitarme la casaca que traía conmigo.

—Hola... qué tal? Soy Anne y tú eres...?

—Spencer, hola hermosa...ahora que te veo de cerca sin duda alguna debo admitir que eres mi tipo

Sonreí. Y luego me percaté de que el chico acababa de colocarse gafas de Sol.

Me senté a su lado y comenzamos a charlar.

—Y... cuántos años tienes?—pregunté de pronto

Él me miró curioso.

—¿Cuántos crees que tengo...?—me devolvió la pregunta

—Diría que unos 20

—Mmm...por poco, tengo 19, linda—dijo y me guiñó un ojo—tú tienes 17, verdad?

Me sorprendí.

—Por tu reacción puedo decir que adiviné—dijo divertido y se quitó los lentes

Verde esmeralda.
Sus ojos eran...demasiado hermosos. Y combinan perfectamente con su cabello oscuro.

Giré mi rostro para que no viera mi sonrojo.

El plan 🦊 definitivamente no estaba llendo como lo había planeado.

—¿Deseas alguna bebida?

—Una limonada me vendría bien

—Eres tierna—soltó con una mirada cálida—ahora la traigo

¿Ahora este me veía como una niña?... acaso no era atractiva para los hombres.

Mis inseguridades volvieron a aparecer y aunque sabía que lo que estaba apunto de hacer no era lo correcto... debía intentarlo.

—No soy tierna—dije agarrando la mano de Spencer evitando que se fuera

El brillo de sus ojos cambió.
Y eso me asusto.

—Aconpañame entonces—propuso ayudándome a pararme del asiento

¿En dónde rayos me había metido?!

—Por cierto, linda—dijo acercándose a mi oído—¿Conoces a ese chico de allá que no ha dejado de mirarnos?

Volteé a donde Spencer había puesto su mirada.

Era Aiden. Y por alguna razón verlo sin hacer nada mientras a su lado yacían un par de chicas me enojó aún más.

—No lo conozco

—Vale, entonces podemos partir—dijo posando su mano sobre mi cintura para empezar a marcharnos

Nos dirigimos a lo que supuse sería el lugar donde encontraría mi bebida, pero luego de un par de minutos me di cuenta que las intenciones de mi acompañante no eran las mismas que las mías.

Cruzamos una puerta y me di cuenta que solo estábamos él y yo.

—Demuestrame que no eres tierna, linda—soltó acercándose peligrosamente hacia mí

Beso a ciegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora