NCT SHIPS ONE-SHOTS

[Markhyuck] Lemonade Love 2

Otro año más en el que la costumbre no se perdía, e iban juntos a aquella casa de verano en el coche del canadiense. Esta vez, Donghyuck tenía un plan.

—¿Crees que seguirá estando esa chica en el puesto de limonada? —preguntó en medio del camino el mayor, recordando lo ocurrido el año pasado. Todavía pensaba en ello de vez en cuando.

—¿Todavía no la has superado? ¡Ella tenía novio, Mark! —le gritó el otro, exasperado por la insistencia de su amigo. Nunca conseguiría confesarse si él seguía obsesionado con esa chica, o con cualquiera que se le pusiera delante. Eso siempre le quitaba la motivación para decirle la verdad.

—¡Las relaciones no duran para siempre! —discutió el otro, haciendo que suspirara y apartara la mirada. Cosas como esa le hacían arrepentirse de sus propios sentimientos.

—Eres imposible —se quejó, y subió el volumen de la música en el coche para terminar con esa conversación. Con un poco de suerte, solo tardarían un par de canciones más antes de llegar a la playa.

☀️

—Ya hemos llegado —dijo Mark, despertando a su amigo de la pequeña siesta de la que había disfrutado durante el camino. Hoy no hacía muy buen tiempo, por lo que en vez de parar frente a la playa como siempre hacía, fue directamente a la casa para decargar las maletas, logrando que el menor se quejara por ello.

—¡Después de esto quiero ir a la playa! —exclamó Hyuck, llevando con desgana sus maletas y bolsas hasta dejarlo en la habitación que compartirían, por supuesto, y como siempre, en camas individuales separadas. No se privaría de su tradición de ir a la playa el primer día de verano que pasaban allí. O les traería mala suerte, como no soplar las velas en su cumpleaños o pedir un deseo al ver una estrella fugaz.

—Pero, Hyuck, podría llover en cualquier momento. Además, no pienso bañarme con este frío —argumentó el otro, pero bien poco le importaba. Terminó de llevar sus cosas, y fue a ayudarle con las suyas para que así fuese más fácil convencerle.

—Pero podemos dar un paseo romántico —dijo, a lo que el canadiense paró de hacer lo que estaba haciendo y le miró. Hyuck pestañeó exageradamente, tratando de ser coqueto también en broma.

—¿Romántico? Me estás quitando las pocas ganas que tenía de ir —dijo el otro riendo. El menor pensaba que se veía muy gracioso cuando reía, por eso trataba que lo hiciera lo máximo posible, pero a veces reía por cosas que a él le dolían.

—¿Y eso por qué? Hace mucho que no me llevas a ningún lado, ya no me quieres —siguió bromeando, agarrando del brazo a Mark, que intentaba zafarse.

—¡No hables como si fuéramos pareja! —gritó entrando en pánico, resultando en la risa del menor.

Después de acabar con las maletas, salieron al paseo de la playa, con un paraguas por si acaso. Solo llevó uno Mark, ya que el otro insistía en que hacía buen tiempo. En cambio, no había nadie en la playa que tenían al lado.

—¡Mira, el puesto de limonada sigue ahí! —gritó el canadiense al ver la pequeña tienda que recordaba del año pasado en medio de la playa vacía.

—Está vacío —le contestó el otro, cansado de la emoción sinsentido de su amigo por encontrar una chica que jamás estaría con él. Era un poco hipócrita de su parte, ya que él tenía esa misma esperanza con él.

—Porque no hay nadie, Hyuck. Seguro que mañana está ella —insistió Mark, molestándose con el menor por su pesimismo; nunca le apoyaba cuando pretendía algo, y menos todavía cuando era conocer a una chica.