[Markhyuck] Lemonade Love

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—¿Falta muchooo?— Preguntaba el menor al canadiense que conducía. Entre los gritos de este, y el sol que pegaba en su cabeza a través del cristal, estaba a punto de saltar a la carretera.

—Ya casi estamos.—Respondió, cansado. Empezaba a preguntarse cual era el sentido de la tradición extraña que tenían de ir todos los veranos a la casa en la playa de la familia de Donghyuck. Es cierto que todo el pueblo estaba bien, y que tenían el mar al lado de casa, que por cierto era una mansión para estar ellos dos solos, pero ahora que ya no eran estudiantes de universidad era un poco raro.

Antes siempre llevaban más gente allí, y hacían fiestas, iban tan solo una o dos semanas y era fantástico, pero ahora eran solo ellos dos. Tomaban las vacaciones juntos para estar allí varios meses, y, la verdad, terminar aburriéndose.

—Llevas diciendo eso media hora.—A eso añadir que Donghyuck, aunque sea mayor de edad desde hace un par de años ya, seguía actuando de esa manera infantil e insoportable con el mayor.

—Hemos llegado.—Dijo al fin, dejando escapar una sonrisa de alivio al ver la carretera que les llevaría directos a la playa quedándose bajo su coche. En tan solo unos segundos más, estaban en la playa, y ni siquiera cerró con llave el coche cuando salieron disparados, dejando su ropa por la arena y metiéndose al mar. El calor era insoportable.

Ambos chicos jugaron en el agua de nuevo, como niños, sin importarles demasiado que los que a partir de ahora y de aquí a unas semanas serían sus vecinos, les vieran tirarse agua entre ellos y soltarse algunos insultos y tonterías de mejores amigos.

Tuvieron que volver a ser adultos en algún momento. A Mark le costó un poco menos que al otro. Y salir para guardar las ropas que estaban despreciadas en medio de la playa, cerrar el coche, y colocar las toallas y sombrillas, y demás cosas de playa.

—¡Hyuck! Ven a ponerte la crema.— Le llamó desde la toalla. El nombrado, seguía practicando sus dotes de buceo en el mar. Al escuchar como le gritaba, escondió su cabeza bajo el agua fingiendo no oírlo.—¡Lee Donghyuck!— Gritó, perdiendo de vista al chico entre las olas.

Exasperado, se tumbó en la arena y tomó aire para almacenar paciencia, que necesitaría mucha. Cuando volvió a levantar la cabeza, vio en vez de a su mejor amigo, un pequeño puesto de limonada que antes no solía estar ahí. Es cierto que era típico en el pueblo tomarse limonada, y más en estas épocas, pero estaba seguro de que nunca había existido una tienda en la playa. Lo tenía tan claro, porque si hubiera visto a la chica que vendía las bebidas antes, no hubiera sido capaz de olvidarla jamás.

Tenía el pelo largo y moreno, pero la piel bien protegida del sol gracias al techo del puesto de limonada y a que probablemente llevara crema. Crema solar. Donghyuck. Es cierto, se había olvidado de su amigo.

Localizó de nuevo con su mirada al chico, y vio como este se aproximaba a él por fin.

—¿Me ayudas a ponerme la crema?— Esa era otra de las varias cosas que tenían por costumbre hacer, como dormir juntos en la casa aún habiendo varias habitaciones, o olvidarse en ocasiones de lo que las palabras "intimidad" y "espacio personal" significan. Normalmente no le importaría hacerlo, pero al volver a prestar atención a aquella chica del puesto de limonada, y ver desde lejos que le observaba, le parecía una mejor idea no hacerlo.

—Puedes hacerlo tú.— Respondió, y Donghyuck casi pega un chillido por la sorpresa y lo ofendido que estaba por aquello.

—¿Cómo? Eso no funciona así. Ya sabes, tú me pones crema solar, yo voy a por la limonada, y tú la pagas. Trabajo en equipo, ¿recuerdas?—Le dijo completamente consternado. Mark lo ignoró.

NCT SHIPS ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora