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Itzan pretendía ignorar a Alejandro y Ester durante toda la semana ya que últimamente solamente pasaron tiempo en casa. Eso no salió perfectamente, ya que durante una tarde cuando Alejandro vino se sentía obligado en pasar tarde con el ya que Ester estaba con Danna.

-Si quieres esperarla...

-Quería hablar contigo.

-¿Conmigo?

-Estoy preocupado por Ester.

Itzan se altera de inmediato.

-¿Por qué? ¿Qué le pasa? ¿Está bien?

Alejandro sienta en el sofá, mientras Itzan espera la respuesta.

-Nosotros no hablamos mucho, la verdad.

-A mi me parecía que llevan una relación perfecta – comenta sarcástico

-Me preocupe que anda guardándome muchas cosas, hay muchas cosas que no me cuadran. Primero ni  siquiera te menciona, luego descubro que su mama se caso con otro tipo y que tiene un hermanastro que por alguna razón no sigue viviendo en España. Luego, trato entender todo pero no puedo porque ella no me habla, lo guarda todo y eso no está bien.

-¿Hablaste con ella?

-Me ignoro, me dijo que no quiere hablar acerca del tema.

-Lo siento.

-¿Podrías hablar con ella?

-¿Yo?

-Por favor, ella me dijo que siempre se sintió más segura cuando se trata de ti.

-¿Eso qué significa?

-Siempre has estado allí para ella, hablándole, que se yo...

Itzan sonríe, de nuevo volvió esperanza que sintió en la noche de cumpleaños de su padre.

-Quizás podrías convencerle...

-No sé si será buena idea.

-Itzan, te lo ruego... yo la quiero.

Oír eso no de nuevo le hace perder poca esperanza que tenia, le duele el estomago.

-Mira... habla con ella cuando vuelva y trata entender que le pasa.

-Prefiero no meterme en sus asuntos.

-Por favor.

Itzan acepto ayudarle, pero en el fondo sabia que lo haría solamente para poder volver estar cerca de Ester, tener otra razón para poder hablarle o quizás hacer un paso más hacia ella.

Cuando Ester volvió y cuando la sirvienta le dijo que se había ido a su habitación, Itzan decidió subir y entrar en habitación. Poco sabia que se iba encontrar con otra imagen de Ester que jamás salió de su corazón, la vio enrodada en toalla después de bañarse.

-¿Qué haces aquí?

-Mira, Alejandro me pedía hablar contigo.

-Joder...

-Si es un mal momento...

-¿Qué coño le has dicho? ¿Qué hiciste, Itzan?

-¿Yo?

-Tú eres el único que no esté feliz con mi relación con el, de seguro le contaste todo.

-¿Crees que confiara en mí y me diría que hable contigo si supiera que la última vez que nos vimos estábamos en esta misma habitación? – cuestiona al acercarse a ella

Ester le mira alterada, estaba sorprendida por esa reacción.

-Fue una despedida que ni siquiera entendí hasta que descubrí que te fuiste.

-Aun estas nerviosa – murmura

Ester no tenia donde irse, tampoco quería huir...

-Siempre estoy nerviosa cuando estoy a solas contigo.

-¿Algunas cosas nunca cambian, no?

-Vete antes de que...

-¿Antes de que me besaras?

Ester le mira en los ojos, siente manos de Itzan acariciando su mejilla, de nuevo le tiene tan cerca.

Itzan pone otra mano sobre su nunca atrayéndola más cerca, sintiéndola tan cerca y le besa en los labios apasionadamente mientras su mano cae sobre la parte desnuda de la espalda que tiene pocos rastros de gotas de agua.

No te debi besarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora