-15-

552 49 7
                                    

Una semana después...

Itzan por fin cogió todas las fuerzas y termino su relación con Danna, ella no estaba tan destrozada, seguía en compañía de Miguel aunque se sentía incomodo después de descubrir y sentir que le gusta. Cada día fue más cerca de Miguel que de Itzan, decidió dejarlo seguir viviendo con ella y con Ester, sería injusto echarlo del piso.

Itzan lo estaba pasando mal, no fue totalmente sincero con Danna, le dijo que quería cortar con ella pero no le dijo que quiere a Ester, que siempre fue así, cuando debían comportarse como medios hermanos ellos experimentaban su primera vez juntos y también se enamoraron aunque el hico bien trabajo a ignorarlo todo, Ester solamente sufría verlo con su mejor amiga.

Sin embargo, los dos enamorados pasaban el tiempo juntos, aun no estaban juntos oficialmente pero tenían muy claro que se aman con todas las fuerzas y que ahora no piensas dejar esa oportunidad de estar felices.

Itzan se encontraba en su cama dormido, ella entro con mucho cuidado y se acostó a su lado.

Itzan no tendría porque abrir los ojos, la sentía, la olía, sabía que es ella, le abrazo por detrás mientras respiraba profundamente.

-Te extrañe anoche. – suspira Itzan

Ester tiene ojos abiertos, sonriéndose.

-Estoy aquí, siempre.

-Lo sé pero quiero que dormimos juntos, que nos besamos delante de todo el mundo, no me gusta tener que esconder lo que siento.

Itzan abre los ojos, mirándola.

-Sabes que va a pasar si le contamos a Danna todo, absolutamente todo.

-Me importa una mierda.

-Itzan...

-Ester, quiero ser feliz. – dice al levantarse

-Lo sé pero tengo miedo de perder a mi mejor amiga si le cuento toda la verdad, tantas cosas pasaron entre tú y yo, nadie lo sabía, nadie. ¿Sabes que no tenía ni una sola persona a quien decirle que me ha enamorado de ti?

-Mira, si la pierdes me tienes a mí.

-Que fácil decirlo.

-Yo te quiero, entre tú y yo siempre existió una conexión especial, siempre lo supe pero tenía miedo de admitirlo. Quiero volver a estar contigo, esta vez no quiero que nadie se interponga, ni siquiera mi miedo. – confiesa

Ester lo abraza, sonriéndose, soñaba tantas veces con oír esas palabras, esa confesión y ahora por fin se siente llena de amor por dentro. El chico raro con el que perdió virginidad resulto ser el amor de su vida, se enamoro de él perdidamente aunque no debía.

Lo beso cuando no debía hacerlo.

-Me siento tan tranquila en tus brazos. – suspira

Itzan empieza acariciar su pelo, ambos vuelven acostarse y quedan dormidos una vez más.

Mientras tanto Danna se encontraba con Miguel, tenían todo el día libre así que decidieron tomar un paseo, además Danna no seguía mucho en casa desde que rompió con Itzan, ahora no podía soportarlo tanto.

-Entonces, ¿sigues viviendo con tu ex? - cuestiona el rubio

-Si pero no es como parece, estamos viviendo juntos porque me da mucha pena echarlo en la calle, además Ester esta allí también.

-Ese tío es un idiota pero tú no te agobias.

Miguel miraba a Danna con ojos de un chico enamorado, cada día más y mas, eran dos personas diferentes pero los dos estaban buscando algo, algo que nunca habían tenido... un amor verdadero.

-Eres demasiado lindo. – confiesa Danna

-No puedo resistirme.

-¿Lo estás diciendo solamente para ligarte a mi? Déjame decirte que yo no caigo tan fácil como parece.

-Por dios, Danna. ¿Qué cosas estas pensando? Yo soy más de tener una relación toda la vida que cambiar las novias.

-¿Qué haces esta noche?

-Nada, supongo.

-Podríamos salir juntos.

-Parece una idea estupenda. – contesta, sonriéndose

-Pero como amigos.

-Vale. – contesta el rubio mientras siguen caminando

Aunque le estaba gustando Danna, Miguel se comportaba como todo un caballero y no insistía, lo único que le importaba es que ella sea feliz y que no sufra.

Esa noche Danna se estaba preparando para su salida cuando Ester entro en habitación y al fin decidió tener una conversación seria con ella.

-¿Tienes un momento?

-Claro, cari.

-Necesito hablar contigo sobre Itzan.

-A ese ni me lo mencionas, hemos terminado, no me importa lo que haga con su vida.

Ester suspira profundamente, se estaba preparando para lo que está a punto de contarle.

-Itzan no tiene culpa de nada, hay muchas cosas que tu no entiendes y va resultarte súper difícil creerme pero necesito contarte la verdad.

-Vale pero apúrate, necesito irme pronto.

-¿Recuerdas cuando le estaba ignorando mientras ustedes dos estaban juntos?

-Claro, lo hiciste porque no lo soportabas.

-No, no lo hice por eso, bueno quería convencerte pero en realidad lo hice porque no podía soportar verlo contigo. – confiesa

Danna no necesitaba oír nada mas, ahora lo entendía todo, Ester no era la mala chica en la película, Itzan tampoco fue malo pero ella se sentía mal por no darse cuenta de eso.

-Te juro que no podía contarte nada, no sabía cómo, pensé que ibas juzgarme por haberme enamorado de mi medio hermano, o sea tu novio.

-Todo ese tiempo tú lo amabas en secreto y yo pensé que no lo soportabas cuando en realidad estabas enamorada de él. ¿Cómo no me di cuenta de eso?

-Debe ser porque yo me hice cargo de situación, no quería que supieras, me sentí avergonzada, como si no merezco amarlo, no sé. Perdí mi virginidad con él, Danna.

-Joder...

-Debes estar odiándome ahora mismo.

-Ester, no te odio, me odio a mi misma por no darme cuenta de todo, estaba saliendo con el chico que te gusta durante tanto tiempo y pensé que quizás nuestra relación no sigue funcionando por mi o por el pero jamás pensé que algo así estaba pasando. Soy una mala amiga, Ester.

Danna le abraza, a Ester le sorprende esa reacción, no lo espero de ella, pensó que ella va enojarse o quizás darle espalda. Por ahora, todos los problemas para Ester desaparecieron, su amiga acepto lo que está pasando pero aun se encontraba en una situación incómoda, está viviendo con su mejor amiga y su casi novio quien por el hecho es el ex de su amiga.

Una situación complicada...

La aceptación de Danna es lo que justamente necesitaba en ese momento, su madre no hubiera reaccionado de esa manera, de seguro.

No te debi besarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora