ICE FANTASY: "My Guardian Angel"

CAPÍTULO 04: "Renuncia"

-¿Por qué lo hizó superior Xuan Ta? Le dije que no quería completar la misión con esa engreída mujer. Reclamaba cierto guardián caminando de un lado a otro con indignación mientras su ángel superior lo observaba en silencio.

-Hoy comprobé lo que siempre sospechaba, Yan Da es la peor humana que he conocido en toda mi vida y por eso no quiero que ella sea mi protegida, tiene que haber algo que pueda hacer para cambiarlo, ¡por favor superior Xuan Ta ayúdeme! Suplicaba desesperado el intrépido guardián tomando entre sus manos la impecable túnica de su superior creyendo que al menos así lograría convencerlo pero lamentablemente para él, sus peticiones fueron rechazadas.

-No hay nada que puedas hacer ahora guardián Shi, tu destino ya esta escrito y ahora deberás hacer feliz a la mortal que elegiste además no entiendo por que te preocupas si ya diste el primer paso. Respondió tranquilo y sereno el superior Xuan Ta revolviendo el castaño cabello del ángel frente a él como si de un niño se tratara.

-¿Primer paso? Preguntó el aludido muy desconcertado separandose de su superior lentamente, quien al ver a su aprendiz tan confundido por su comentario comenzó a reír con gracia y un muy divertido orgullo. 

-Por supuesto y no es por alardear pero todo fue gracias a mí guardián Shi,ahora tiene solo 90 días para ayudar a su mortal, recuerde que debe hacerla feliz.

-Pero, ¿cómo lo haré? Cuando esa amargada mujer ni siquiera sonríe. Replicó el ingénuo ángel cruzandose de brazos inquieto causando así que su superior riéra aún más conmovido ante su actitúd.

-Esa es tu misión ahora, hacerla reír, tal y como tú me haces reír todo el tiempo guardián Shi. Comentó el ángel superior entre risas y de inmediato su apuesto aprendíz cuestiono extrañado.

-Y, ¿cómo haré eso?

-Piensa, la respuesta de hecho es muy sencilla. Fue el comentario que el guárdian recibió de parte de su superior por lo que obedeciendo de inmediato comenzó a pensar y pensar mientras caminaba alrededor de la inmensa guárida.

Xuan Ta por su parte, tomó asiento sin dudar en uno de los cómodos sofás que se encontraban en el lugar y desde allí sentado se dispusó a observar como el inquieto joven celestial razonaba muy concentrado y después de un par de minutos éste comenzó a plantear una y mil ideas pero lamentablemente ninguna era correcta.

-Hmm, ¿comida? Oí que a los humanos les gusta mucho comer, eso quizás podría hacerla feliz. Dijo con entusiasmo el guardián sin embargo frente a él su sabio superior nego con la cabeza por lo que de inmediato el ángel expusó otra idea y otra más.

Así lo hizó en reiteradas ocasiones recibiendo siempre la misma respuesta negativa de parte de Xuan Ta, quien hasta ese punto ya se encontraba bastante exahusto y desesperado.

-¿Qué hay sobre una mascota? A los húmanos les gustan los cachorros, podría obsequiarle uno y talvez así pueda sonreír. 

Fue la última idea que se le ocurrió al ángel pero una vez más esta fue rechazada por Xuan Ta, por lo que sintiéndose completamente rendido y atolondrado, el ingénuo guardián dejó caer su cuerpo sobre el inmenso sófa, donde reposaba sentado su superior.

-Ya no se me ocurre nada más, ¿comida?, ¿animales?, ¿dinero?, ¿autos costosos?, ¿amigos amorosos? Si nada de eso hace feliz a un humano entonces no sé que es la felicidad. 

Dijo finalmente suspirando con desánimo frente al ángel superior, quien acariciando sus sienes con ambas manos para intentar tranquilizarse se levantó de repente y apuntando al joven guardián con su cetro mágico lo regañó diciendo:

-¿Es en serio? Me decepciona profundamente guardián Shi, todo lo que dijiste es correcto pero en realidad hay algo que hace mucho más felices a los húmanos, incluso hay una leyenda sobre eso, ¡vamos piensa un poco más!