Sune

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Ha pasado cuatro meses desde que los seres antropomorficos se adueñaron de una supuesta ciudad en donde humanos y furrys viven por igual pero ahora es un lugar excluido de los humanos bajo el mandato de su líder llamado Aaron del cual no se sabe quien es exactamente unos dicen que es un león o algo parecido a un felino grande, sin embargo algunos furrys viven fuera de ahí y residentes en Vento, una metrópoli en donde no hay muchos conflictos gracias a Howard y a Teo siendo parte de la organización Neón.

—se llevaron a todos, es mi culpa que sucediera— decía tristemente el joven de gorra

—nadie tiene la culpa, esos seres son demasiado diferentes a nosotros— contestó Howard —al menos puedo corroborar que tu animal interior es un gorila—

—¿eso que significa?— preguntó Teo

Luego de dar sus reportes de la misión, ambos, se les da un descanso de tres días merecidos ya que seguían investigando sobre la utopía, hasta ahora un lugar inaccesible para los humanos, ya según ellos. El único lugar con acceso es por la red de alcantarillas, pero por una extraña razón, en esa zona está custiodada por guardias de élite y cercas electrificadas así que por ahora solo queda esperar el próximo movimiento de estos furry.

"Durante los cuatro meses, muchos de los residentes de Beast Town se dedican a causar daño a los humanos, así como secuestrarlos y transformalos para su beneficio bajo el cargo de los 4 colmillos, estos eran los mejores soldados de Aaron siendo: Blizzard, quien se encarga del traslado de los humanos afectados, Shining, quien vigila la ciudad de los invasores, Toxic el cual tiene el control de la planta de agua potable y Flame a cargo del reclutamiento de nuevos soldados. Ellos a diferencia de los demás habitantes son los únicos que poseen poderes especiales. Lo peor es que más y más de esos seres comenzaron a invadieron otras ciudades cercanas a ellos, nadie sabe por qué empezó todo ni por qué el motivo."

Eso es lo que venía en uno de los reportes que dio Teo en sus recientes misiones de reconocimiento y investigación, el líder de la organización Neón les dio la indicación de que si quieren detener ese problema debían tener a alguien que conociera Beast Town como la palma de su mano en el caso del furry, pata. No conocían a nadie que supiera ni mucho menos a quien acudir, los pocos furrys que se encuentran en Vento, tienen miedo, de decir como entrar a la utopía, o en otros casos se niegan a hablar de ello y se ponen agresivos. Y así como se les dijo a Teo y Howard, se les dio un descanso de tres días por su esfuerzo en buscar una entrada, por un lado Howard se había quedado en la sala de entrenamiento para mejorar en batalla mientras Teo se marcha para irse a dormir pero antes de eso uno de sus compañeros le pide un favor.

—¿puedes llevar el dinero? me toco hacer guardia hoy y ya le había dicho al sujeto que le pagaría esta noche— decía el recluta de con algo de preocupación

—seguro, estoy algo aburrido y la verdad pensaba irme a dormir a casa— respondió el joven de gorra con una sonrisa —además debo devolver la espada a mi amigo, aunque supongo que se lo daré mañana—

—que bien, toma— el muchacho le da el dinero a Teo —yo le diré que vas en mi lugar—

—¿cómo los últimos cuatro días?— comentó con los ojos entrecerrados —deberías dejar de beber por un mes, tus vigilancias son prioridad para Neón además podrían ascenderte a soldado razo—

(...)

En un bar ubicado en la zona este de la ciudad estaba un hombre al teléfono el cual recibió una llamada del joven recluta diciendo que Teo iría a darle el efectivo que le debía por unos tragos de la semana pasada, como de costumbre las cosas iban algo tranquilas salvo unos tipos ebrios que peleaban sobre que cerveza y tabaco era el mejor pero de ahí todo lo habitual, el dueño era un hombre fornido, de piel morena y ojos negros, pelo marrón, nariz y boca grande con un aspecto de un matón de escuela, vestido de una polera rota de las mangas roja, pantalón de mezclilla negro y unos tenis blancos. El tenía de empleados cinco meseros algunos de ellos eran furrys así como algunos clientes que llegaban, su lema es "no se excluye a nadie" uno de los meseros estaba atendiendo a un cliente habitual: un marine, pero por accidente le tira su bebida.

Humanos o Animales (edición 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora