✵Beach ||BeomHyun||

Como un ave

Beomie, quiero ser un ave.

—¿Y eso por qué?

—Quiero ser libre.

—Mi amor, no necesitas ser un ave para ser libre.

—Te amo

—Y yo a ti.

❉

Mis manos se aferran con fuerza al volante. Escucho la risa de Tae a un costado mío, justo en el asiento copiloto. Llevamos conduciendo unas tres horas, el camino hacia la playa está más lejos de lo que esperaba, por eso no me extraña que la carretera esté tan desolada.

Por mi ventana derecha, veía al sol que empezaba a desenrollar sus rayos para dar paso a un nuevo día. Decidí que saldríamos en la madrugada para llegar allá en la mañana y poder disfrutar de la playa más tiempo, ya que tendríamos que regresar por la noche.

Por eso último puede parecer que amo la playa, pero la verdad es que no, y si ahora estoy aquí conduciendo hasta ella a tempranas horas es por TaeHyun: mi hermoso novio. Él ansiaba poder ir, y todos los días insistía con ello. Por nuestra situación, no tuvimos oportunidad... hasta ahora. Espero hacerlo feliz.

Do You Really Want To Hurt Me sonaba desde la radio de mi novio. De vez en cuando, Tae coreaba la voz de Boy George, haciendo erizar mi piel. Él es demasiado especial para mí.

Mi nuca está sudando, creo que TaeHyun no se ha dado cuenta de eso. No quiero asustarlo, no ahora. Hoy es nuestro día y tengo que hacerlo lo más feliz que pueda.

Lo observo por el rabillo de mi ojo, está comiendo papas fritas saladas con tanta efusión que parece ser normal. Río por eso, se ve muy tierno. La ventanilla está cerrada. Algunos trozos se han quedado pegados a la comisura de sus labios, pero él sigue comiendo sin darle interés.

Él es así, tan flemático.

Sin distraerme más, y con la voz de Tae cantando de fondo, vuelvo mi atención completa a la carretera. Mis nudillos se marcan en el volante, y duele. Pero no tanto como saber que ya no podré estar con él.

— ¿BeomGyu? —su ligera voz me relajó casi sin darme cuenta. Sentí su tacto suave en mi mano, volteé a verlo. Tenía una dulce sonrisa dibujada. Había dejado de lado sus frituras— Tranquilo, ¿sí?

Contuve mis lágrimas y le sonreí. Fue una sonrisa sincera porque, a pesar de todo, me sentía agradecido de tenerlo a mi lado.

—Quédate conmigo—pedí.

TaeHyun soltó una risita tranquila mientras acariciaba mi brazo.

—Estaré contigo siempre.

Él es como un ave. Sólo su canto logra calmarme.