14-LA DESPEDIDA. 💔

2 1 0
                                    

En diversas etapas de una relación, podemos sentir qué hay debilidades y hasta rupturas que sabes son temporales, aunque hagamos el intento de hacer sentir que es definitivo, especialmente por la persona afectada, pero en ese intento sabes cuáles son las reales intensiones y eso se confirma cuando vemos una acción que nos hace pensar que es definitivo, colaboramos un poco y hacemos el intento de volver a estar bien con esa persona que sabemos que el sentimiento es más fuerte que cualquier situación y terminaremos perdonando.

La noche en que vi la cara de la verdad frente a mis narices sentía que el mundo se me iba encima, pero las palabras más indelebles, determinantes e hirientes, fueron aquellas que me hicieron desconocer aquella persona con quien compartí en 8 años de mi vida todo, realmente todo, después de haberse sorprendido y preguntarse qué hacía en ese lugar, no olvidare el momento en que me sugirió "que me fuera de su casa", la acción de ver cómo recibía un trato inferior a la persona que había ocupado mi lugar y la preocupación porque aquel invasor estuviera bien en todo sentido.

Esa noche solo quería respuestas, ser escuchado y desaparecer para siempre de ese lugar.

Después de esas negras y espantosas escenas, en medio de tanto llanto, sentía que mi estómago se había cerrado, las labios evidenciaban la deshidratación por todas las lagrimas derramadas, mi cuerpo apestaba por todo el sudor que había derramado y mi deseo era solo salir de ese espantoso lugar.
¿Pero a donde podría ir? El confinamiento y el horario del toque de queda por la pandemia me lo impedía.

Después de preguntas y respuestas, me di cuenta que ya todo había llegado a su fin,  que no había mas remedio y que todos los sueños se habían destruido, que la ilusión había muerto y que estaba fuera del juego.

Nunca había visto todo tan claro como esa noche, pude descubrir que no había sido tan comprensivo como debía, que el me intentaba decir como se sentía y yo no escuchaba, que mi forma de comunicarme con el no era la adecuada, que algunas palabras eran inadecuadas, que ese contrato debió existir en nuestra mente, alma y corazón como un acuerdo moral de confianza y amor, no una camisa de fuerza a través de un papel, pero comprendí que era tarde para darme cuenta de todo, prometer que ya no sería igual era muy tarde.

Una larga conversación nos permitió llorar, despedirnos, abrazarnos y sobre todo a pesar de todo el dolor y el sufrimiento que aquel hombre me había provocado, escuchar que dejaba el hombre de su vida amándolo y con deseo de tener una familia, eso me hizo sentir un poco mejor, sentía como una palmada en la espalda a través de aquella oración.

Después de humedecer mis labios y garganta, de tomar un baño, evite ir a la cama, pero entre su insistencia y el cansancio me convencieron y termine haciéndolo. 

Cómo les había dicho, el contacto de nuestra piel, la química en nosotros y el olor de nuestros cuerpos eran ingredientes que nos llevaban hacer cosas hasta en los peores momentos, siempre nos deseábamos, recuerdo 6 años atrás compartíamos una diminuta cama que nos hacía tener contacto a través de nuestra cálida piel y eso nos obligaba a desear estar aún más y más cerca, en muchas ocasiones fue una manera de acercarnos después de alguna pelea, 6 años más tarde también fue así, si, así lo fue, una vez más nos besamos, nos tocamos e hicimos el amor de la misma manera y con la misma pasión de siempre.

Esa noche también fue mío.

#DéjanosTuValoración.
#HistoriaReal

EL AMOR TOCA FONDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora