SessRin Week 2021

1. Flores

Línea de tiempo:  Después del episodio 35 de InuYasha

Clasificación: K+

Categoría: Fluff/Comedia

Total de palabras: 1,921

Sinopsis: Han pasado cuatro meses desde que Sesshomaru revivió a Rin y la pequeña comenzó a seguirlo. Las costumbres y reacciones de los humanos son todo un misterio para él, no comprende como unas simples flores pueden hacer a la pequeña tan feliz.

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Él tenía ya muchos años caminando sobre la faz de la Tierra. En sus casi mil años de existencia, había vivido diversas situaciones y visto muchas otras cosas peculiares. A pesar de todas estas circunstancias vividas, el poderoso yokai Sesshomaru podía estar seguro de una sola cosa. No importaba que tantos años más fuera a vagar por el mundo: nunca podría comprender a los humanos.

A sus fríos ojos, eran seres realmente patéticos, completamente insignificantes. Formas de vida en verdad débiles, tal vez apenas comparables con insectos. Sesshomaru les daba la misma importancia a esos estúpidos seres que lo que les daba a las partículas de polvo en el ambiente.

En su largo caminar en busca de aumentar su poderío, él simplemente los apartaba de su camino, aniquilándolos con indiferencia. Lo hacía tal cual los propios humanos se deshacían de esas pequeñas alimañas que entraban a sus chozas o arruinaban sus campos de cultivo.

Si todo esto era así ¿cómo es que había llegado a esta tan singular e inexplicable escena? El poderoso yokai de porte elegante e imponente, sentado a la fresca sombra de un enorme árbol al lado de un riachuelo, alejado a unos cuantos metros de su leal vasallo verde y una risueña niña que corre sin parar de un lado a otro.

Han pasado más de cuatro meses desde que Colmillo Sagrado revivió a esa niña huérfana, y para sorpresa del propio Sesshomaru, cuando retomó su camino la niña comenzó a seguirlo. A pesar de las interminables protestas del escandaloso Jaken a este hecho, él no hizo nada para evitarle realizar esta acción.

Su simple respuesta a escuchar los tímidos pasos de la pequeña detrás de él, fue voltear a observarla en silencio en más de una ocasión, para después volver la vista al frente y continuar caminando.

Se preguntó en diversas ocasiones por qué permitió esto, y por más vueltas que le dio en su cabeza, simplemente no logró dar con la respuesta ¿Gratitud? No, pero que cosa más estúpida el pensarlo. El gran Sesshomaru nunca le agradecerá nada a nadie, y por supuesto mucho menos a un humano.

Si fuera por gratitud, el que la niña hubiera intentado ayudarlo curando las heridas que le causó el imbécil de su hermano... No, esa cosa no era su hermano... El imbécil de InuYasha, esa deuda ya se hubiera visto saldada cuando él la regresó a la vida usando a Colmillo Sagrado.

¿Simple indiferencia? Si, tal vez eso era más acercado a la realidad. Él tenía un objetivo a seguir, y era convertirse en el yokai más poderoso. El que esa niña lo siguiera o no, no era un impedimento para que él lograra sus metas. Si no lo estorbaba, ¿qué más daba si lo seguía?

¿Acaso era curiosidad? Esta también era una probabilidad más creíble. Él, siendo un yokai relativamente joven para los estándares de estos seres, jamás había conocido a una humana como esa extraña niña.

Desde que podía recordar, solo le había bastado con liberar un poco de su energía demoniaca, una gélida mirada y un bajo gruñido amenazante para doblegar a sus adversarios. Estos huían despavoridos o se tiraban al suelo patéticamente para suplicar por su vida, a pesar de esto, esa niña no había hecho nada de eso.