𝓝𝓸𝓿𝓮𝓶𝓫𝓮𝓻 𝓡𝓪𝓲𝓷 ┊𝙃𝙚𝙣𝙅𝙪𝙣

𝟎𝟎𝟐

XiaoJun miraba atentamente cómo las pequeñas flores caían de los árboles, era primavera y todo estaba de colores por las calles. Personas alegres y niños jugando por los parques.

Tomó entre sus manos un pequeño pichón, acarició su cabezita de manera suave y calmada.

— Eres muy linda, tus plumas son muy hermosas.. Realmente me da envidia.— Soltó una risita.

Vió que un pequeño envase de jugó se asomó en su rostro; levantó la mirada y sonrió al instante.

— ¡Dery! Wah....— Soltó un pequeño suspiró.

— Es un día hermoso, ¿No lo crees?— Lo miró sonriéndole y le entregó el envase de plástico.— ¿Puedo sentarme junto a tí?

— ¡Oh! Claro que sí, siéntate.— Le dió su espacio y ambos se sentaron juntos.— Que bonito, ¿Donde lo encontraste?

— Se paseaba de entre mis piernas... Lo tomé entre mis manos y le di mimitos, al parecer es un bebé.— Sonrió acariciándo al pichón.

— Lo es, realmente precioso.— Dijo en susurró mirando a XiaoJun, haciendo que él nombrado sonriera.

— ¿Cómo has estado?— Preguntó XiaoJun con curiosidad.

— ¡Bien! El trabajo a veces es cansado, pero, creo que sí tenemos el deber de ser un buen trabajador tenemos que esforzarnos.

— Tienes mucha razón...- XiaoJun esbozó una sonrisa.

— ¿Trabajas?- Sus ojos reflejan curiosidad.

— Nop, estudio.— Lo miró con seguridad en su habla.

— ¿Que carrera?-

— Enfermería, hubiera querido estudiar doctorado, pero, mi situación económica no ayudaba mucho que digamos...- Respira de manera profunda, recordando los días en los que deseo poder ser un profesional, pero no pudo.

— Entiendo, es muy lindo el que hayas querido superarte, por mi parte hubiera deseado ser psicólogo.-

— Que lindo... Estudiar la mente a profundo aunque debe de ser lindo.— Dijo con interés.

KunHang asintió con una sonrisa.

Una pequeña florecita cayó sobre el regazo de Hendery, recogió está de manera delicada, mirando que era una de color amarilla brillante. Se volteó hacia XiaoJun y la puso en un costado de su cabeza, entre su oreja, haciendo lucir a Dejun muy angelical.

Sus mejillas se prendieron en un intenso rojo.

— La primavera no había sido más hermosa...— Susurró KunHang mirando el rostro del más pequeño.