The Demonic King Chases His Wife [Parte 4] [Trad. al español]

Capítulo 735: La muerte de Su Luo (5)

Capítulo 735: La muerte de Su Luo (5)

Cuando el Gran Maestro Rong Yun dijo estas palabras, la felicidad brilló en los ojos del Hada del Lago de Jade.

Alguien ya había recuperado el mapa de la Cueva del Demonio del Palacio del Lago de Jade y se lo entregó. Había pasado un día entero memorizando cada detalle.

Ni siquiera había entrado en la Cueva del Demonio todavía, pero ya conocía muy claramente el diseño y la estructura del interior. Su Luo, esa chica repugnante, ¿quería ganar contra ella? ¡En la próxima vida!

Pensando todo aquello, el Hada del Lago de Jade le lanzó a Su Luo una mirada arrogante, sus ojos estaban llenos de desdén.

Sin embargo, Su Luo ni siquiera se dio cuenta de ella.

Después de que el Gran Maestro Rong Yun dijera que cada Piedra Origen de Fuego había sido marcada con su firma espiritual, la felicidad atravesó el corazón de Su Luo.

Como resultado, rápidamente despertó al pequeño dragón divino que estaba profundamente dormido en su espacio. Ella le dio unas palmaditas en el pequeño trasero y le dijo que corriera rápidamente al lado del Gran Maestro Rong Yun.

El pequeño dragón divino se frotó los ojos somnolientos. Sin embargo, siguió hábilmente las instrucciones de su pequeño dueño.

En dos o tres pasos, corrió hacia los brazos del Gran Maestro Rong Yun. Su pequeña nariz lo olía aquí y allá.

El Gran Maestro Rong Yun mostró claramente que no sabía que el pequeño dragón divino tenía un instinto natural para encontrar tesoros. Lleno de afecto, frotó la cabeza del pequeño dragón divino.

Cuando el hada del Lago de Jade vio al pequeño dragón divino, su corazón tembló. Ella dijo con frialdad: "¡Este pequeño bastardo no puede entrar!"

Cuando el pequeño dragón divino escuchó que no podía entrar, inmediatamente se preocupó. Sus dos pequeñas patas se apretaron con fuerza sobre la ropa del Gran Maestro Rong Yun en su pecho. Ese par de ojos claros, enormes e inocentes, brillaban con una luz suplicante.

El Gran Maestro Rong Yun le frotó cariñosamente la cabeza.

Nadie se dio cuenta de que cuando Li Yaoyao había gritado las tres palabras "este pequeño bastardo", un destello helado apareció en las profundidades de los ojos del Gran Maestro Rong Yun. Fue demasiado rápido, por lo que otros no pudieron detectarlo.

Solo Su Luo, que estaba observando en secreto y cuidadosamente al Gran Maestro Rong Yun, lo había notado.

Su Luo sintió en secreto que esto era extraño.

No sabía si era su percepción errónea, pero siempre sintió que el trato del Gran Maestro Rong Yun hacia Li Yaoyao no era tan bueno como parecía en la superficie...

Sin embargo, Li Yaoyao no permitiría que el pequeño dragón divino entrara, esto estaba fuera de discusión.

Su Luo sonrió con frialdad y lanzó una mirada de soslayo al hada del Lago de Jade: "¿Por qué razón mi pequeña mascota espiritual no puede entrar?"

"¡Ni siquiera traje una mascota espiritual, esto no es justo!" De hecho, no es porque Li Yaoyao no tuviera una mascota espiritual. Simplemente, su mascota espiritual estaba actualmente solo en el quinto rango, por lo que la miró con desprecio. Por lo tanto, la había arrojado a un lado en el Palacio del Lago de Jade y no la había traído.

La esquina de la boca de Su Luo se curvó en una mueca apática: "¿Por qué debería importarme si trajiste a tu mascota espiritual o no? En cualquier caso, definitivamente traeré a mi mascota espiritual adentro. Si tienes la capacidad, también puedes buscar una ".

"Señorita Su, ¿cómo puede ser tan irracional?" El hada del Lago de Jade usó una mirada de crítica para mirar a Su Luo. Con una expresión de impotencia, dijo: "Si actúas así, ¿cómo podría continuar el concurso?"

Su Luo miró en secreto al Gran Maestro Rong Yun, luego extendió sus manos hacia Li Yaoyao y dijo impotente: "Lo que más ama mi mascota espiritual es explorar. Si no se le permite entrar, estará de mal humor. Si está de mal humor, no comerá adecuadamente. Si no come bien, se enfermará... Por supuesto, si puedes evitar que entre, tendrás la última palabra ".

Antes de que el hada del Lago de Jade pudiera hablar, el Gran Maestro Rong Yun ya había agitado sus manos: "Suficiente, las mascotas espirituales son inherentemente parte de la fuerza de uno, naturalmente, pueden entrar".

El corazón de Su Luo sonrió en secreto.

Como era de esperar, el Gran Maestro Rong Yun todavía estaba realmente preocupado por el pequeño dragón divino.

El hada del Lago de Jade estaba disgustada en su corazón. Sin embargo, recordando el mapa que había memorizado dentro de su cabeza, la comisura de su boca se levantó en una mueca de desprecio.

"Comenzad." Dijo el gran maestro Rong Yun en tono indiferente.

Al escuchar lo que se dijo, el pequeño dragón divino se precipitó rápidamente a los brazos de Su Luo, temiendo que su pequeña dueña lo dejara atrás.

"Cuñada, te esperamos para salir a celebrar". El trío de Beichen Ying le dijo aquello a Su Luo, con sus rostros llenos de expectación.

La Cueva del Demonio era muy peligrosa.