-no hare esto Kouki- el hermoso doncel miro al varón con sus grandes ojos de diferente color.
-vamos Sei, no es tan difícil- el castaño trataba por todos los medios de no reírse de la cara de asco de su pequeño novio.
Después de comer el delicioso desayuno preparado por Kaori, el señor Furihata les había pedido que ordeñaran a las vacas para evitar que se estresen.
Al principio el doncel no comprendía a que se refería Kento-san con eso de ordeñar a las vacas, sabía lo que significaba pues había leído uno que otro libro sobre animales, pero él nunca había tocado las ubres de una vaca, mejor dicho de ningún algún animal.
Seijuro miro el pequeño banco que se encontraba al lado del animal junto a la cubeta de metal que utilizarían como contenedor de la leche, ni en sus peores sueños se imaginaba ordeñando a algún ser vivo y de solo imaginarlo le parecía algo desagradable.
-jaja vamos precioso te enseñare- Kouki tomo unos guantes que se encontraban en un estante del granero al lado de la paja para los caballos y se las coloco con delicadeza al pelirrojo para después sentarlo en el pequeño banco que quedaba justo enfrente de las ubres de las vacas.
-mira primero tomaras dos ubres a la vez y las jalaras hacia abajo ¿entendiste? Después harás lo mismo con las demás. Iré a darles de comer a los cerdos.-
-¡espera! ¿Me dejaras aquí solo? Pero...- el pelirrojo miraba con terror a su novio, no quería que lo dejara solo con ese animal "salvaje" ¿y si hacia algo mal y lo pateaba? ¡No!.
-tranquilo Sei, ayuki es inofensiva, regresare a verte en vente minutos- dijo yéndose con una sonrisa por la cara de espanto del doncel.
Seijuro miro con indignación como su novio se iba y lo dejaba hay solo, frunció el ceño volteando su mirada de nuevo a la vaca, soltó un suspiro y guio sus delicadas manos hacia las "chichis" del animal arrugando la cara con algo de asco cuando las sintió suaves y blandas en sus manos.
El pelirrojo miraba con asombro como salía el líquido blanco de esas cosas rosadas y blandas, estaba tan entretenido que no noto a su novio parado detrás de el mirándole con ternura.
-Parece que te diviertes-
El doncel dio un brinquito de la sorpresa y paro de jalar las ubres para voltearse a mirar a su novio.
-es asqueroso... pero también fascinante- dijo con los ojos brillosos mirando de nuevo a la vaca.
Kouki sonrió, su Seijuuro era adorable.
-vamos creo que esa cantidad es suficiente- el castaño ayudo al doncel a ponerse de pie para después darle un beso en la mejilla y encaminarse a la casa.
-tía...- dijo la pequeña yuno.
-¿si querida?- la mujer se encontraba en la cocina preparando una tarta de manzana para el lindo novio de su hijo.
-¿te agrada ese chico, el novio de Kou-chan?- pregunto frunciendo un poco el ceño al recordad al doncel.
Kaori suspiro, no entendía por qué a las gemelas no les gustaba seijuro como pareja de su primo.
-sí, me agrada y espero mucho que en un futuro se casen y me den muchos nietos- dijo volteando y mirando seria a su sobrina.
-¿Qué? ¡Creí que te agradaba Ann-chan tía! ¿Acaso ya no la recuerdas?- le contesto mirándola con ojos de enfado y decepción.
-no hay necesidad de gritar Yuno, por supuesto que la recuerdo ella y su familia son amigos cercanos de nosotros y fue la primera pareja de tu primo, pero eso fue en el pasado, ahora en el presente Seijuuro es la pareja de Kouki. Acéptalo de una vez.- dijo regresando a su labor de la tarta dando por terminada la conversación.
La niña solo gruño y se fue a la habitación de invitados donde se encontraba su hermana.
Kaori soltó otro suspiro sacando toda la tención de su cuerpo, por supuesto que recordaba al primer amor de su hijo, la chica era un encanto con su cabello rubio cenizo hasta la cintura, sus ojos azules como el cielo y esas bonitas pequitas que adornaban su perfilada y fina cara. Entendía porque su hijo se había enamoro de ella, la chica era muy linda.
Pero eso fue en el pasado, ahora se alegraba de que su hijo consiguiera a alguien que lo llene de alegría cada día. Claro como cada madre en el mundo si su hijo era feliz ella también lo era.
Y quien sabe... tenía un buen presentimiento de ese lindo chico pelirrojo.
Al contrario del que sintió con la chica, lo cual afirmo meses después que vio a su hijo entrar a la casa con lágrimas en los ojos.
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Conociendo a la familia Furihata
ФанфикHola! la verdad, esta historia ya la tenia bien olvidada jaja no soy muy buena para hacer historias muy largas, mi cerebro batalla mucho y luego ya no se como seguir desarrollándolos para buscarle un buen contexto al final. Wharever... Esta será una...