Un muy leve toquido hizo en la puerta quedando cinco segundos bajo absoluto silencio en la espera de una respuesta.
Al no escuchar ni el más mínimo ruido luego de recargar su oreja en la superficie, alzó una ceja y muy sigilosamente quitó la llave del ancho cerrojo para asomar con precaución su cabeza.
Al no percibir amenaza alguna, el alto muchacho se adentro en silencio cerrando tras de sí. Dirigió su vista a la cuadrada y añeja mesa de madera, y nuevamente con una ceja en alto, observó los recipientes reciclables aún con su contenido dentro e incluso, estaba seguro de que se encontraban en la misma posición en la que los había dejado. Volteando los ojos, con confianza recargó su largo cuerpo para así poder apreciar con más descaro la escena frente a él.
Sonrió complacido.
Pues nunca se imagino que aquel viejo y aburrido sillón podría encontrarse, después de todo, tan coloridamente entretenido.
Mei frunció el entrecejo y soltó un pesado suspiro aún con sus ojos cerrados. Tomó un viejo y pequeño cojín y se aferró con ansiedad y desesperación a este.
-Jae... - soltó mortificando su expresión.
El más alto no contuvo una burlona carcajada por lo bajo.
La delgada chica ladeo su cuerpo estirándolo levemente, y dándole la oportunidad al varón de deslizar sus pupilas por su femenina silueta.
-En serio esta linda.- admitió para sí sin poder dejar de deleitarse.
Pocos segundos pasaron, cuándo la chica inquieta, comenzó a abrir sus ojos torpemente tratando de reconocer el extraño lugar.
-LUCAS.- dijo asustada dando un pequeño brinco hacia atrás, cuándo encontró al mencionado frente a ella observandola a detalle.
-Veo que la princesa comienza a encontrar agradable la torre en la que fue encerrada.- la joven suspiro molesta mientras se reincorporaba y abrazaba sus piernas. El chico río burlonamente- lo siento, el caballero negro no planeaba asustar a vuestra bella doncella.
-¿por qué me llamas así? - interrogó con seriedad sin mirarlo.
El moreno sonrió de oreja a oreja- No lo sé, esa es la impresión que tú lindo y angelical rostro me da.- Ante la respuesta la pelilarga lo miró con cara de pocos amigos. - aunque, hay de Princesas, a Princesas sabes...- utilizando sus dedos en forma de lista, continuó - Existen las dramáticas, Las malas, esas son mis favoritas... Las soñadoras ...ya sabes, esas que siempre esperan al guapo fiel... Y Pálido príncipe- la miró divertido, ella torció los ojos. Claro que sabía a lo que se refería. Al parecer el idiota motociclista solo quería molestarla. - y bueno... Luego, entre otras, estás tú...
Mei alzo una ceja. -¿Eso tiene algún sentido?.
-No lo sé.- el castaño oscuro se carcajeo mordiendo su labio- tal vez no seas precisamente lo que se dice "una chica ruda" , pero eres linda, tienes un lindo cabello y me das la impresión de que eres fuerte.- la joven desvío la mirada sin algún tipo de emoción aparente- A grandes rasgos, te me haces inusual- se encogió de hombros- Me caes bien. Y a la vez... me molesta lo mucho que me intrigas...
Mei regresó su vista a la del alto moreno.-¿esta extraña conversación tiene algún punto?
-Tu dímelo.- la joven junto levemente sus cejas al darse cuenta de la curiosidad que desbordaba la expresión del atractivo chico. - ¿por qué siempre estás tan tranquila?, no es la primera vez que te veo así.
Ella entrecerro los ojos- tú has estado observandome... ¿no es cierto?
El alto moreno soltó una gran carcajada. - más tiempo del que crees. - admitió consiguiendo que la pelilarga sólo recargara con aburrimiento su mejilla en el puño que formaba su mano, y torciera los ojos. Ante la silenciosa respuesta el chico ladeo su cabeza divertido.
ESTÁS LEYENDO
• Comeback • [ᴊᴀᴇʜʏᴜɴ] 💟 𝟙𝟚𝟟 𝕖𝕞𝕠𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤 • (( EN EDICIÓN ))
Teen FictionComenzar una vida nueva en un lugar muy lejos de todo lo que conoces puede ser muy agotador, y más cuándo tú nuevo hermanastro trata de hacerte la vida imposible. ¿𝙲ó𝚖𝚘 𝚜𝚘𝚋𝚛𝚎𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛 𝚌𝚞á𝚗𝚍𝚘 𝚕𝚘𝚜 "𝟷𝟸𝟽" 𝚊𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎𝚗 𝚎𝚗 𝚝𝚞...