La puerta se escuchó dejando atrás los pensamientos de Mei
-Hija, ¿puedo pasar?- la voz sigiliosa se hizo presente- ¿como te sientes?- mencionó la mujer madura mientras entraba al lugar.
La joven sonrió- Como un pescado fuera del agua...
Su madre río por lo bajo- Descuida, ya te acostumbraras al cambio, Seoul es un muy bello lugar, subí para preguntarte si aún te faltan cosas, el último camión de mudanza aún no llega, tambien para decirte que de postre haré ensalada de manzana para la cena...
-Gracias Ma.
Su madre se sentó en el piso junto a ella, la cama de Mei aún no había llegado comenzó a sacar las cosas que estaban dentro de la caja abierta frente a ellas, encontró una foto en la cual yacía un hombre bastante parecido cargando a una niña con una joven mujer a lado, suspiro...
-hija...
-Mmm?
-Quiero agradecerte...
Mei miro el como su madre sostenía aquella foto con un toque melancolíco.
-Eres una muy buena hija, sé que todo esto es raro y diferente, pero quiero que sepas que tu padre siempre será el amor de mi vida, y que el mayor regalo y prueba de ello eres tú, es como si él hubieses reencarnado en ti, eres idéntica a el, a diferencia de que eres una...
-¿Niña?- Interrumpió también sonriendo melancolicamente.
-No... Ahora, eres una mujer ... Una muy buena y maravillosa mujer....-
Mei abrazo a la madura mujer. - No te preocupes mamá, estoy bien, solo tengo que acostumbrarme. Este lugar en serio, es muy diferente a... Bueno, pero es muy, muy bello e imprecionante, y si tú... Estás feliz... Yo también lo estoy.
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La noche era oscura y tranquila como cualquier otra, se acomodo bien sus cosas a su espalda asegurandose de que nada fuese a caer y causar un alboroto innecesario. Trepó por ese árbol que tanto amaba, aquel que había sido siempre cómplice en sus escapadas sin permiso con sus amigos. Abrió lentamente la ventana del lugar con sumo cuidado, y entro a paso lento tratando de no tropezar o golpear algo.... Cerro la ventana tras de si y colocó sus cosas en el piso suavente.
Un delgado, silencioso y pausado suspiro se escuchó. Tal vez había sido una semana larga.
Cansado y ya conociendo el lugar, con la poca luz que le ofrecía la Luna, abrió su armario para sacar un short, el cual se colocó luego de quitarse los pantalones, se retiró el gorro gris que llevaba puesto para pasar suavemente sus dedos entre su sedoso cabello y finalmente retiro su camisa de encima.
Estaba realmente agotado de tanta fiesta con sus amigos, cosa que había decidido hacer precisamente ese fin de semana para olvidar aquella ultima discusion con su padre...
Queriendo olvidar esos pensamientos que lo han estado molestando desde hace un tiempo, se acostó en su cama sigiliosamente cubriendo su cuerpo con las cobijas y abrazando aquel tibio y suave peluche gigante, ese que su madre le había obsequiado cuando cumplió 15 años.
Lentamente se fue pegando más a aquel rosado y afelpado muñeco. Aspiro suavemente. Olía tan bien... Su aroma era tan fresco y dulce que despertaba sus sentidos enfrascandolo en aquel delicioso y penetrante aroma que....
...Espera... ¿tibio?, ¿¿¿Tibio??!
¿Porque estaba tibio el peluche si el se acababa de acostar? ... ¿y por qué olía a un perfume tan delicado y dulce?
Fue cuándo Jaehyun cayó en cuenta...
Él y el rosado peluche estaban acompañados.-Aaaaaaaaaaah!!!!-
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• Comeback • [ᴊᴀᴇʜʏᴜɴ] 💟 𝟙𝟚𝟟 𝕖𝕞𝕠𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤 • (( EN EDICIÓN ))
Fiksi RemajaComenzar una vida nueva en un lugar muy lejos de todo lo que conoces puede ser muy agotador, y más cuándo tú nuevo hermanastro trata de hacerte la vida imposible. ¿𝙲ó𝚖𝚘 𝚜𝚘𝚋𝚛𝚎𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛 𝚌𝚞á𝚗𝚍𝚘 𝚕𝚘𝚜 "𝟷𝟸𝟽" 𝚊𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎𝚗 𝚎𝚗 𝚝𝚞...