Vainilla

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Oli me había obligado a salir de la cama.
No lo culpaba,era pasado del mediodía y yo aún tenía las sábanas encima. Pero eran vacaciones, él lo comprendía.

-Tommo, Starbucks, paso por tí en 10- dijo con el tono de voz animado que tanto lo caracteriza.

-Hermano, es temprano ni siquera he desayunado- respondí despegando el teléfono de mí y viendo la hora.

-Con más razón idiota. Vamos, te invito algo-.

Corté la llamada a lo que sabía que Oli
interpretaría como un "apúrate antes que me arrepienta".

El día estaba soleado, aún así me
coloqué sin ganas la primera sudadera que encontré, los pantalones del día anterior y los converse negros debajo de mi cama.

En el camino estuvimos hablando sobre lo buena que había estado la fiesta del fin de semana y sobre su madre preguntando por "el pequeño Louis" como ella me llamaba.

Llegamos al estacionamiento del maldito Starbucks que tanto odiaba, precios altos por comida de mierda, se me hacía una estupidez.

Pero a Oli le gustaba, era su dinero y bueno, no podía juzgarlo.

-Qué vas a querer?- preguntó saliendo del coche.

-Sorpréndeme porque no pienso bajar del auto- respondí viendo mi móvil.

-Ya sabía, maldito flojo- dijo riendo.

Supuse que tardaría, ya que en el maldito Starbucks siempre hay demasiada gente.
Tomé uno de los cigarrillos que Oli guardaba en la guantera y lo encendí mientras esperaba.
Aunque paciencia era lo que menos tenía, odiaba esperar, incluso por eso nunca acompañaba a Lottie a ningún lado, se tardaba horas. Desesperante.

Recorrí con la mirada el perímetro desde la ventana mientras expulsaba el humo de la primera calada.
Hasta que mis ojos se toparon con un chico vestido de camisa salmón a mangas largas y vaqueros, caminando como lo haría alguien en una pasarela Versace.

Me llamaron la atención sus rizos chocolate que a simple vista podía jurar que era el tipo de chico que cuidaba su cabello con tratamientos y demás. Vanidoso, supuse.

Iba solo, se sentó en una de las mesas afuera del Starbucks.

Vió su móvil unos segundos y en seguida un mesero vino a atenderlo.

No pude apartar la mirada.

"helado de vainilla" pensé, cuando le trajeron lo que había ordenado.
Su mirada se veía tan seria, deduje que era el chico solitario y misterioso que se enfada seguido con todos.

A decir verdad me sentí patético cuando me descubrí analizando cada uno de sus movimientos e intentando darles significado de su personalidad.
Era sólo que estaba buscando que ver y en que entretenerme mientras esperaba altarado de Oli.

Sí, obviamente, era sólo por eso
que le estaba prestando tanta atención al chico ese. No por otra cosa.

Esta mañana me había despertado de mal humor sin razón alguna, por lo regular así era siempre; pero casualmente mi ceño fruncido había desaparecido al concentrarme tanto en aquel chico de rizos acomodados.

Me sentí como niño pegando la nariz a un aparador mientras anhela aquel juguete costoso.
Ese era yo. Pegado al cristal del coche.

Se había colocado sus gafas oscuras
que supuse, sería por la molestia que le ocasionaba el sol.
Era verano, no lo culpaba.

El chico comenzó a voltear hacia
todos lados y revisó su móvil una y otra vez, estaría esperando a alguien?
Por suerte al momento que volteó en mi dirección alcancé a bajar la mirada hacia mi cigarrillo y evité la pena de que se sintiera acosado o algo por el estilo.

Oli ya había tardado varios minutos. No sabía ia si maldecirlo o agradecerle.

Bajé el cristal para liberar todo el humo que se había acumulado dentro y tiré la colilla mientras veía a una chica sonriéndole y saludándolo de lejos.

-Su novia- murmuré para mí mismo.
Por alguna razón eso borró la leve
sonrisa que se había formado en mis
labios. La chica se acercó y lo saludó de beso en la mejilla muy cariñosamente.

Demasiado bueno para ser real, pensé mientras tentaba el botón para subir de nuevo el cristal.

Pero antes de presionarlo alcancé a escuchar levemente un "como has estado, hermanito?".
Lo cual tranquilizó mi ilógica, estúpida e inexplicable molestia.

Con el chico ese comprobé por mis ojos lo que todos dicen: "las apariencias engañan".

El chico, no paraba de reírse a carcajadas,
aventarle pedacitos de servilleta a su
hermana y hacerla reír mientras hacía caras graciosas. Nada que ver con la imágen que me había creado. "serio" y "enfadado" era lo que menos tenía.

-Carajo, que hermosa sonrisa- me permití decir en voz alta sabiendo que nadie escuchaba.

Me pareció asquerosamente tierno y divertido cuando empezó a meterse cucharadas de helado a la boca y a mostrarle a su hermana cómo se deshacía en su lengua.
Me recordó a cuando yo era pequeño y hacía lo mismo con Lottie.

-Harry, no hagas eso, me das asco! - alcancé
a escuchar el grito de la chica traspasando
el cristal de la ventana.

Sólo pude concentrarme en el nombre que había pronunciado.

"Harry" así que su nombre era Harry...

Ví a Oli saliendo del Starbucks con las
manos ocupadas, haciéndome señas con la cabeza para que le quitara el seguro a su puerta.

Rápido bajé el cristal a la mitad para liberar por completo el olor a cigarrillo ya que Oli me mataría si había fumado dentro del coche con las ventanas cerradas.

Me estiré para abrir la puerta tratando de no tardar mucho.

Cuando volví la mirada apresurada hacia el chico, este estaba viendo hacia mí, se había quitado las gafas y me veía serio, con sus ojos que pude apreciar eran verdes.

Me veía analíticamente como sospechando de que fuera algún tipo de detective o algo por el estilo...
Había notado que llevaba tiempo
mirándolo? Me pregunté.

Bajé la mirada de inmediato pensando en una reacción rápida que no me delatara.

Pero mierda! lo único que hice por instinto fue lanzarle una sonrisa.
Y sinceramente odio sonreir en vano.

Para mi sorpresa Harry me devolvió la sonrisa.
Era una sonrisa nerviosa, con los
labios fruncidos y los ojos dudosos. Pero allí estaba el chico fuera del Starbucks, luciendo tan lindo y haciéndome sonreír.
Ahora sabía que se llamaba "Harry".

Oli arrancó y odié la idea de que no
hubieran más personas que lo hicieran esperar tiempo extra dentro del establecimiento...

💚STARBUCKS BOY💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora