I wish you liked boys [kookv]

Capítulo 1: "está mal, muy mal"

El ruido de la chimenea hace aparición entre aquellas cuatro paredes, las chispas del cálido fuego saltan esparciendo ceniza en el suelo cercano. Taehyung se acomoda bajo la manta que los arropa a ambos mientras lee uno de sus libros favoritos por séptima vez. El contrario le mira, curioso quizás, por las expresiones que el castaño muestra a lo largo de la lectura. Le es extraño, las muecas que se forman en su rostro con el simple leer de unos textos. No podía comprenderlo del todo, pues el menor no había leído un simple libro en toda su vida. Algún cuento infantil cuando tenía unos escasos ocho años, menos tal vez, pero le parece gracioso como el ceño de su compañero de piso se frunce en silencio. Sus orbes mirándole directamente a una distancia demasiado corta para el mayor.

Taehyung vuelve a sentirlo, ese peculiar latir en su corazón cuando Jeongguk se acercaba tan peligrosamente a su rostro. Pero prefería ignorarlo. Prefería evitar aquellas emociones que le hacían ilusionarse, actuando como si nada, solo un par de amigos acompañando la soledad del otro.

El castaño se había convertido en un gran figurante con el pasar de los años, tres en concreto. Ya podía fingir normalidad si la distancia entre él y el azabache se volvía aventuradamente corta, aunque no podía eliminar del todo esos sentimientos hacia su amigo por mucho que lo intentara. Y vaya que había tratado. Temía aquello, Jeongguk le daba miedo.

—Te dije que debíamos elegir el otro apartamento. —Dijo el mayor, apartando su vista del libro para mirar la chimenea de la cual escapaban cenizas en un sin fin. Volviendo el limpio suelo de un tono grisáceo.

—¿Otra vez el mismo tema? Hyung, ya pasaron años de eso. —Rodó sus ojos divertido, pues parecía que el castaño le perseguiría con aquello por el resto de sus días. —Además, hace que el salón sea más acogedor.

—Si tú lo dices.

No le quiso dar más vueltas a la conversación cuando el azabache al fin tomó distancia entre ambos, permitiendo que volviese a respirar con normalidad. El menor le quitaba el aliento y aquello suponía un problema, uno muy grande. Porque, a pesar de todo, el chico seguía siendo hetero. Taehyung se lo tenía que recordar así mismo casi a diario para no tirar por la borda todos esos años de amistad con el simple hecho de querer devorar sus carnosos labios.
Se culpaba por no poder superar al azabache a pesar de haberlo intentado con sudor y lágrimas. Jeongguk podía salir con chicas, tener novias y aún así el castaño seguiría ahí, enamorado hasta las trancas.

Su mejor amigo era la mayor tentación que pudo haber tenido en vida, convirtiéndole en la pecaminosa manzana que no debía devorar. Aunque, a pesar de ello, el castaño no tomaba distancia. El menor sin embargo lo hacía, y eso le dolía, le hacía sufrir como la mierda. Pero lo dejaría pasar porque para él, Jeongguk era lo más preciado que tenía. Nunca podría hacer nada que destrozara aquella amistad que habían construido con los años. Pero Kim no estaba hecho de piedra y la actitud del menor, acompañada con el rechazo, habían vuelto a este una persona un tanto fría.

Había creado barreras irrompibles incluso para el azabache solo para poder protegerse del mismo, y él lo sabía. Reconocía a la perfección la invisible pared que el mayor creaba entre ambos y se preguntaba cómo es que aquello pudo suceder a pesar de ser mejores amigos. Se culpaba, y mucho. Él había provocado aquella situación pero ya nada se podía enmendar. No cuando la solución suponía de un amor conyugal correspondido que no existía.

—¿Harás hoy la cena? —Preguntó el menor abrazando sus piernas bajo la tela de la manta. Sus labios formando un leve e inconsciente puchero.
Taehyung volvió a evadir las palpitaciones de su delicado corazón.

Enarcó una ceja, desconcertado. —¿No te tocaba a ti?

—Hyung... —Se quejó, poniendo aquellos ojitos como chantaje. No estaba en sus planes preparar comida a altas horas de la noche, la pereza le consumía. —¡Piedra papel o tijera!