GODS ━━━━━━PJO ¹

GODS

❝ El que juega a ser Dios ❞

Percy Jackson estaba seguro de algo; la academia Yancy era horrible, aun así hubo algunas cosas buenas que llegaron con su entrada a la institución privada.

La mejor de todas, Ciro.

Ciro era mayor que él, y a diferencia de él, Ciro estuvo en la cima de la pirámide de popularidad. ¿Cómo no iba a estarlo? Ciro era perfecto.

Su cabello rubio pálido con las raíces un poco más oscuras, sus ojos marrones que brillaban como pequeños soles, la sonrisa perfecta e infantil que le daba a todos y su risa escandalosa y reconfortante.

Pero Ciro jamás voltearía a verlo, no tenían nada en común, y el rubio era tan cotizado que no podía tomarlo solo unos pocos minutos para hablar con él. La única manera de entrar a su pequeño círculo era ser amigo de sus hermanos, o ser igual de popular para que otros te dejarán el camino libre, Percy no era ninguno de los dos. 

Lo cierto es que, lo que sea que le sucedía con Ciro se quedaría como un pequeño e inocente crush de secundaria. Si no interactuaban esas molestas mariposas que revoloteaban en su estómago, se irían, solo debía mantener su distancia, lo que era fácil. Ciro ni siquiera sabía de su existencia.

Hasta que lo hizo.

—Lo siento, amigo —escuchó una voz susurrante a su lado, alarmado, volteó, encontrándose con esos ojos marrones que brillaban con furia. Su corazón latió con tanta velocidad que creyó que en cualquier momento saldría corriendo de su pecho. ¡¿Cuándo había llegado a su lado?! Hace un momento estaba peleando con otro chico frente a la entrada del museo y ahora estaba ahí a su lado, quitándole la mochila que colgaba sobre su hombro. ¡Espera! ¡¿Le estaba robando la mochila?!

Antes de que tan siquiera pudiera protestar o exigir alguna respuesta, su mochila voló por los aires, golpeando en el rostro al chico que anteriormente le había dado una cachetada a Ciro, sus ojos azules se abrieron con horror ante la imagen del chico caminando enfurecido hacia ellos dos, era más alto, y grande, miro de reojo a su acompañante que sonreía como un niño, no parecía afectado.

Pero el sí que lo estaba, era prácticamente David contra Goliat, Ciro tenía una estatura promedio, incluso era más alto que él, pero Percy estaba seguro de que el chico enojado había sido inyectado con alguna hormona del crecimiento cuando era bebé por qué diablos ¡Un chico de 14 años no podía ser tan grande!

Ciro se paró frente a él. El pecho del rubio chocó contra el del chico más alto, quien lo tomó del cuello del uniforme y lo elevó hasta hacerlo pararse de puntillas, pero la sonrisa de Ciro nunca se fue.

Esa fue una de las razones por las que Percy cayó ante los pies de ese chico.

Ciro era jodidamente valiente.

—¡Oh lo siento! Se me resbaló —aun si no entendía español por la reacción de los pocos hispanos, supo que aquellas palabras no eran una disculpa.

Otra de las razones por las que Percy puso sus ojos sobre Ciro, era la persona más intrépida que alguna vez había conocido.