Fuego, caos y demonios, eso era todo lo que azotaba a la antaño prospera ciudad de "Izalith". Ahora una mera sombra caótica de lo que alguna vez fue.
Todo por una corrupta ambición...la ambición de una bruja y sus hijas.
Una poderosa bruja que intentó recrear aquella primera llama que tenuemente se apagaba.....tremendo error...
Pues su intento soló provoco algo peor que la muerte para su pueblo....que, ahora destrozados en mente y cuerpo, agonizaban en las ruinas de lo que alguna vez llamaron hogar... convertidos en meras bestías sin conciencía de lo que alguna vez fueron....
Era un escenario deprimente a los ojos de cualquiera. Pero, para cierto caballero que sabía como mantener la cabeza en alto, esto no era nada. Pues incluso un lugar tan despiadado como éste no podría someterlo.
Y ciertamente, la ciudad perdida de "Izalith" era un espectaculo para la vista. La luz que emanaba de ella gracías al fuego y el magma era impresionante.
Mostrando un poco de su antigua gloria a pesar de haber caído hace ya cientos de años.
"Bueno, ¡aquí estoy!....."Anunció para sí mismo el caballero, el caminó por el que había pasado para llegar a esta devastada ciudad no fue nada facíl, pero gracías a cierto amigo suyo y a su inquebrantable voluntad. Púdo abrirse paso a travez de toda clase de adversidades sin demasiadas complicaciones. Claro, hasta chocar con este reino desolado.
Y sin mucho en lo que pensar, el buen caballero continuó su camino por tan caótico lugar. Por alguna razón, sentía que este sería el inició de la más grande aventura de toda su vida.
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Un sonoro rugido se escucho por lo altó, antes de que una llamarada de fuego lo procediera con potencía, listo para quemar al curioso caballero. Más para Siegmeyer no fue dificil esquivar este ataque sorpresa por parte del pequeño demonio estatua.
Y blandiendo su gran Zweihander horizontalmente, este partió por la mitad a aquel demonio de piedra como si fuera nada más que papel, en una gran demostración de fuerza y maestría total para semejante espadon.
"¡Ja! ¡Eso no fue nada!" Rió con fuerza el caballero de Catarina mientras continuaba su caminata por las ruinas de aquel reino, con una plena confianza en si mismo que hasta daba miedo. Pasando a travéz de los largos pasillos grises cubiertos por grandes raízes provinientes del mismísimo caos, enfrentandose a toda clase de demonios y criaturas de pesadilla.
Cortando a otro demonio estatua, el caballero blandía su colosal espada veloz y sertero. "¡¿Eso es todo lo que pueden ofrecerme viles demonios?!" Pregunto mientras empalaba a otro con su escudo perforador.
El camino era largo y agotador, pero necesario. Tenía una mision en esta vida, y no pararía hasta finalizarla.
Sin embargo, en los últimos días transcurridos durante todo su recorrido; no había podido evitar pensar en aquel caballero que lo salvo de tantas situaciones precarías, y su orgullo no podía evitar flaquear debido a esto.
¡Pero el no perdía la esperanza de al fin pagarle por todo! Por lo que con su espíritu al máximo, este inició una nueva embestida contra todo demonio que osara interponerse en su caminó.
Cortando o empalando con su escudo y espadon respectivamente a cada ser que se encontraba por medio.
Pero al final, ninguno tubo oportunidad alguna contra su fuerza; y con el último enemigo abatido, Siegmeyer finalmente pudo aprecíar su entorno con mucha más lucidez.
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Siegmeyer y La Era de los Animales Maravillosos
AdventureTodo dío comienzó, como todas las historias de este mundo en decadencía... con la señal Oscura....abatido, desterrado y lejos de todo.......Este hombre podría haberse resignado a morir una y otra vez por toda la eternidad, como muchos de los no mue...