Aeternum (En proceso)

Comienzo

Ayla Brooks.

Las lágrimas humedeciendo mis mejillas, las cuales estaban teñidas por un ligero tono rojizo, provocado por el mismo viento que chocaba contra mi rostro durante la apresurada corrida junto al puente.

La luna resplandeciente haciendo brillar aun mas mis tristes ojos vacíos, lista para soltarlo todo.

No aguantaba más...

De mi boca salió un ahogado y desgarrador grito, mientras caía al suelo sin fuerzas y poco a poco iba perdiendo la conciencia, con escenas y momentos valorados rondando por mi cabeza.

No podía creerlo, no quería hacerlo; lo perdí... ya no estaba.

Me levanté del piso como puede y solté al aire —Lo intenté, de verdad lo intente. Solo tenía que dejarme caer y todo habría terminado...

Estaba en la orilla del puente. Tome una respiración profunda... Observe la corriente del agua y cerré los ojos, pero incluso estando entre la vida y la muerte era incapaz de dejarme caer. Incluso sabiendo que nada ni nadie podría salvarme de mi desgraciada vida, era incapaz de hacerlo por una razón desconocida.

Solía pensar que vivir no era para mi, así que lo intente, realmente intente morir pero me di cuenta que la muerte tampoco era para mi tampoco ¿Entonces que era para mi?

—Salta —Deje de respirar cuando oí una voz masculina a mi lado. —¿Que estas esperando? —Abrí los ojos y giré la cabeza hacia un lado para buscar al dueño de la voz, para darme cuenta que en un abrir y cerrar de ojos se había sentado a mi lado.

Soltando una risa triste y apagada respondí- Adelante, dime lo cobarde que soy por el simple hecho de querer atentar contra mi propia vida, juzgame como todo el mundo lo hace- ante este comentario aquel chico el cual no sabia su nombre me miro fijamente, mientras yo me dedicaba a observarlo podía admitir que sus rasgos faciales eran angelicales; su cabello pelinegro; físico ectoformo.

Ignorando completamente mi comentario estiro su mano hacia mi y reveló-Mi nombre es Alev, un placer- tras unos minutos de silencio intentado procesar si realmente esto estaba pasando o era un sueño, tendí la mano dudosa hacia el sujeto llamado Adonis- Soy Ayla.

  Quizá no entendía el porqué en ese momento, pero ahora lo entendía el había llegado para cambiar las cosas y dolía saberlo...

 Si tan solo pudiera revertir el tiempo y esa misma noche tener la certeza de decirte.—Te voy a contar una bonita historia, primero dame la mano y  acompáñame a vivirla.