Un país llamado Perú

la dama

Alisten pañuelos ...

Solo digo .

...

Podía sentir sus besos , sus caricias .

Todas ellas aún me hacían suspirar, aún podía sentir mi corazón emocionarse por él.

Pero como siempre , mi amor me hacia tan feliz pero solo era un instante .

Porque cuando despertaba mi cama era fría .

Ya no había un beso en las mañanas , ni su calidez.

Año tras años , soportaba que llegara tarde , sentir su aroma a tabaco, trago y perfume barato que no era mío , ni suyo.

Año tras año con otra mujer o hombre.

No me ama , ya lo entendí.

No le importo , ya lo entendí.

Yo soy la tonta que aún lo hace.

Con cuidado traté elegir el atuendo perfecto , para la mujer del gran Uk.

Hace mucho tiempo que sus besos dejaron de ser un delicioso contacto.

Cada noche sentía como rompía mi corazón, una y otra vez que incluso ya me era una costumbre.

Estire mis blancas piernas poniendo con cuidado mis medias con toda la elegancia que me fue instruida desde que apenas era una niña.

Mi papel era simple ...ser la esposa perfecta para el esposo perfecto.

Me pinté los labios, debía ser la envidia de todos.

La hermosa y perfecta Francia .

El orgullo de su patria y su familia.

Me sentía como la canción de dollhause.

Jugando a la familia perfecta.

Me odiaba.

Me odiaba .

Porque cada vez que quería gritar , mi grito se quedaba atorada en la garganta.

Mis lágrimas no salían .

¿Realmente estoy viva?

— tardas demasiado querida —oí su voz.

No dije nada.

—¿ no vas a decir nada ?—

Tan cínico y elegante .

Terminé de poner mis pendientes pero aún así no quería girar .

No quería romperme más.

Escuche sus pasos acercarse hasta mí incluso el sonido de tu respiración.

Hasta cuando tu presencia estubo tras mío.

Con su mano derecha cogió una de mis perfumes , lo detuve .

— no —susurré pidiendo un poco de tu compasión.

Vaya tontería a estas alturas.

— déjame ayudarte mi amor— se soltó de mi débil agarre para comenzar a esparcir escencia en mi cuello.

< duele >

Mi piel era pura y hermosa, de no ser por esas marcas .

— gracias —dije tratando de levantarme.

Uk agregó algo de fuerza para  mantenerme en aquella silla , sumisa a su merced.

— Es de mala educación dejar las cosas a medias , quédate quieta —comenzó a besar y acercar su aliento cerca de mi cuello.