Un país llamado Perú

reunión

Me miré al espejo varias veces .

— rayos esto no está funcionando...esto me lo gané yo solito ¿porque fui tan imprudente esa vez?...debí haberme controlado ...debo arreglar esto ;es cierto que se pasó de la raya y no retiro lo que le dije pero si llego a tener un conflicto con él por mi culpa y mi gente sufre, no me lo perdonaré —

– señor Perú...su coche ya está listo —dijo el presidente Vizcarra.

Solté un respiro para sonreír.

Me dije un suerte mental de parte de mi propio reflejo.

— se ve bien señor presidente —lo alague.

— usted también señor Perú —dijo con respeto.

<me cae bien este sujeto>
...

– es extraño que los Estados Unidos de América haya deseado hablar con usted personalmente ...–dijo el presidente Vizcarra.

Me puse nervioso.

— aunque es bueno que tenga amistad con él —dijo .

Me puse mas tenso.

— deseo eso también –

—  debería usted no forzarse mucho ...yo me encargo  —dijo mi presi.

—¿ te estás preocupando por mí?—

— ese es mi trabajo señor —dijo aquel presidente.

—es algo raro ver eso hoy en día ...me enterneces—le puse mi chullo en su cabeza.

Él sonrió.

—  solo hago mis deberes...hice un juramento —

— sabes si no fuera ilegal me casaría con usted —dije bromeando.

— señor Perú estoy casado –lo vi espantarse.

Yo solo me reí para ponerme sobre mi cabello ramas de laurel y encinos.

— no se preocupe mi presi...puedo con esto  —le giñé un ojo.

El auto se detuvo bajé de él.

— avísame si necesita algo ;vendré de inmediato —dijo .

— me voy a enamorar de usted si sigue así...estaré bien –le giñé un ojo.

Quizo darme mi chullo.

— se lo regalo...—dije para dejarlo sin escuchar sus intentos de devolverlo.

La sonrisa que tenía no me duró mucho al recordar porqué estoy aquí.

— señor Perú sea bienvenido...por aquí-dijo uno de mis compatriotas.

Un grupo de gente muy bien uniformada y armada estaba ante una puerta.

Eso me hizo sentir más nervioso.

¿Esto es necesario?

Saludaron dedicándome un saludo militar.

<porque siento que voy a una ejecución?>

Abrieron la puerta haciendo que entrara y luego cerrarla sacándome un susto por el ruido.

Mi pulso se aceleró ;pese a esto trague duro para buscarlo con la mirada;"no te acabardes".

Lo vi fumando muy cómodo con las piernas cruzadas  junto con sus típicos anteojos oscuros .

— buenos días —saludé.

— vaya pensé qué no tendrías las agallas de llegar tercermundista—dijo dejando su cigarrillo .