Capitulo 10 - Desgracia

592 54 61
                                    

Habían pasado ya bastantes días desde el encuentro y las cosas entre ellos eran tensas y algo incomodas.

Ninguno de los dos se atrevía a hablar del tema y por ende cada que se encontraban todo era estrictamente profesional, esto en el fondo molestaba a ambos, pero eran demasiado orgullosos para admitir en voz alta sus sentimientos.

Alguna que otra vez trataron de hablarlo, pero siempre pasaba algo así que terminaron por dejar esa idea tonta de lado.

Pasaron los días y la ciudad estaba tranquila, tal vez en demasía, era bastante preocupante y esto no pasaba desapercibido por el trajeado.

Él estaba haciendo papeleo atrasado, sobándose el puente de la nariz y tratando de leer los mal redactados informes de sus agentes, pero de pronto sucedió lo que a él más lo asustaba.

En la radio

T: ¡¡QRR!! QRR!!

Su mente se nublo por un momento y sintió un vacío en el estómago, no solo Torrente estaba en peligro, Gustabo y Horacio estaban con él y no quería ni imaginar lo que podría pasar.

C: ¡Quiero a toda la puta malla en el 10-20 de Torrente, cagando ostias! – soltó la radio, bajo y tomo más armamento y corrió a tomar una patrulla para ir rápido allí.

Pero al llegar a la isla donde se suponía que estaban sus agentes, solo se topó con un gran charco de sangre.

Se desespero mucho, pero pudo respirar con un poco más de tranquilidad cuando encontraron a Gustabo y Horacio huyendo.

Cuando ambos estuvieron en tierra trato de hablar con ellos, pero Horacio lloraba desmesuradamente, y a Gustabo se le notaba enojado o ¿decepcionado?

C: ¿Qué mierda paso? – dijo totalmente fuera de sí, sin recibir una respuesta - ¡Gustabo, donde esta Torrente!

G: Se lo llevaron – miro al azabache y este no pudo ver el característico brillo en sus ojos, solo vacío – todo paso muy rápido, apenas y hubo unos segundos para mandar 10-20 – apretó los puños mientras estos temblaban levemente - estábamos patrullando y de repente 2 furgonetas nos interceptaron, después nos quitaron las comunicaciones y nos cubrieron la cabeza, y después nos trajeron aquí , nos estaba esperando un tipo con máscara de Calavera – tuvo una sensación extraña al recordarlo – el nos hizo a Torrente y a mí una prueba de lealtad, y yo estaba dispuesto a dar mi vida por él y por Horacio – paro un momento tragando el nudo en su garganta – pero le dispararon a él, y no pudimos hacer nada, no pude salvarlo.

C: ¡No puede ser! ¡No me lo puto creo! –empezó a disparar al aire, descargando su frustración – ¡Eres un hijo de puta! ¡Deja de llevártelos a ellos, mejor mátame a mí! – dijo al aire, con total enojo, estaba cansado de ver a buenas personas caer, y todo por su culpa.

Vació otro cargador y después e impulsivamente corrió a tomar una patrulla y se fue a toda velocidad.

V: Yo iré a por él, no sabemos que pueda hacer en ese estado – dijo el peligris, notándose en su voz lo afectado que estaba, pero una mano en su hombro lo hizo detener sus pasos.

G: Yo iré, cuida a mi hermano por favor – el contrario asintió, y cambio su rumbo al lugar donde estaba sentado el de cresta, por su parte el rubio tomo un auto y decidió ir a la casa de Conway a tratar de calmarlo, él también estaba afectado, pero más que eso tenía rabia, y esa maldita sensación extraña al pensar en el Calavera no lo dejaba en paz.

Aparco en frente de la casa, y supo que estaba allí cuando vio la patrulla mal estacionada y la puerta abierta, también porque a los pocos segundos escucho algo romperse, así que sin perder mas tiempo entro al lugar.

Se encontró con la casa hecha un desastre, jarrones rotos, los muebles tirados en cualquier parte y al responsable con una botella de Whisky a medio tomar y con un cigarrillo en su mano libre, miraba a la nada con los ojos inyectados en ira y con los músculos tensos.

Gustabo se acercó lentamente a él, le quito la botella y tiro el cigarro, se arrodillo en frente suya y lo abrazo, sintiendo como era correspondido y los músculos del contrario se relajaban levemente.

C: Esto es mi puta culpa Gustabo, quieren verme hundido, y ellos mueren sin tener nada que ver– decía mientras apretaba al menor contra el – no imaginas el miedo que tuve al escuchar que estabas ahí, no sé, como habría reaccionado si te hubiera pasado algo pequeño – sin quererlo derramo unas cuantas lágrimas.

G: Hey cálmate – lo separo del abrazo y limpio sus mejillas – estoy aquí contigo, mírame estoy bien Jack – trato de sonreírle, pero solo le salió una mueca triste – me siento como una puta mierda, no pude hacer nada para salvarlo, el debería estar aquí, no yo – se lamentó.

C: Gustabo – este lo miro – hiciste lo que pudiste – beso su frente – te juro que vamos a encontrar a esos hijos de puta y los desapareceremos del mapa.

G: Tienes razón, hay que acabar con esas ratas – se levantó del piso, tendiéndole la mano al contrario, que la acepto y se levantó también – te ayudare, quiero venganza.

C: No Gustabin, no quiero perderte a ti también, ni a Horacio, ni a Volkov ni a nadie más, esto lo tengo que arreglar yo, y estoy dispuesto a dar mi vida de ser necesario – dijo totalmente seguro de sus palabras – ahora tenemos que darle un homenaje digno a nuestro compañero – menciono tomando la mano del ojiazul – vámonos, esos hijos de puta no se encuentran solos.

G: Esta bien vamos, pero ni pienses que te voy a dejar batallar solo, me niego, estaré aquí para ti – se acercó a dejarle un beso casto en los labios.

Salieron y fueron directamente a comisaría, a organizar la malla y dar las debidas instrucciones para dar homenaje a Torrente.

((...))

Todos se encontraban de nuevo en la isla, en una fila india y haciendo el saludo militar, en el centro estaban los Comisarios Volkov, Rodríguez e Ivanov y un poco más adelante el Superintendente.

C: Disparen – todos dieron un único tiro al aire y comenzaron a expresar palabras emotivas, los agentes lloraban, excepto por el rubio que se mantuvo callado y serio, estaba teniendo esa sensación de nuevo y vaya que le desagradaba y le daba curiosidad a partes iguales.

Mientras tanto...

- ¿Qué demonios es esta sensación? – apretó su camisa y se sintió muy confundido, era tan raro.

////////////////////////////

Ya son mas de 4 meses y yo con mi cara dura apenas publico esto, lo tenia hace tiempo, pero no lo recordaba.

N.E.C.V
Editado 21/03/23

Mi Mente, Mi Prisión ~Intenabo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora