No quiso alargar mucho más la reunión y se despidió de Aiden, no sin antes planear encontrarse otro día para ver a los integrantes de su mafia y empezar a investigar sobre el paradero del Calavera.
Subió a su Audi y se sobo la cien, desde la mañana estaba teniendo un pequeño dolor y como había hecho todo el día, volvió a ignorarlo.
Gustabo llego a comisaria muy tranquilo, y desde dentro salió un Horacio con el corazón en la mano y con los ojos hinchados de tanto llorar.
H: G-Gustabo donde estuviste, e-estábamos muy preocupados por ti - dijo aun entre sollozos mientras lo abrazaba sin ganas de despegarse de él.
G: Estoy bien, cálmate - le respondió mientras sobaba su espalda, tratando de aliviarlo, aunque no pudo evitar sentir un poco más fuerte aquel dolor.
C: ¡Donde coño estabas, anormal! ¡capullo! ¡al menos avisa que te vas a desaparecer así! - hizo separar a Horacio y en su lugar apretó al rubio contra su pecho - estaba muy preocupado - lo tomo de las mejillas - ¿Dónde estabas? ¿estas bien? - trato de unir sus labios, pero el menor al notarlo se separó casi empujándolo y frunció el ceño, pasando desapercibido para los presentes como se sobaba la cien.
G: ¡Basta, ustedes dos! ¡No soy un puto crio al que debáis cuidar siempre! ¡Si no puedo estar tranquilo ni siquiera aquí, entonces me largo! - volteo bruscamente hacia la salida, aunque algo extrañado ¿qué había sido eso? no tenía por qué estar enojado, lo ignoro de nuevo y tomo el coche con el que había llegado y se fue, dejando aún más preocupados a los dos hombres.
((...))
Condujo hasta una cabaña que tenia en el bosque, su dolor de cabeza aun fastidiando, bajo del auto y entro a la propiedad que por estar tanto tiempo desolada estaba llena de polvo.
Se dirigió a la cocina de aquel lugar, saco una botella y se sentó en el piso, destapando el corcho y tomando algunos tragos, empezó a recordar las promesas que hizo y también... recordó lo que le dijo el Calavera.
*Flashback*
Ellos iban patrullando tranquilamente por la ciudad, charlaban y se reían de las ocurrencias de Torrente, el hombre era muy cómico, un gran agente, hasta que de pronto 2 furgonetas negras acorralaron el auto policial y los sacaron del vehículo.
T: QRR!! QRR!!
C: ¡Quiero a toda la puta malla en el 10-20 de Torrente, cagando ostias!
Sin mucho miramiento le dieron un contundente golpe con la culata de un arma a Torrente, le pusieron una bolsa en la cabeza y lo metieron a uno de los vehículos, luego procedieron igual con el par de alumnos.
Los encapuchados condujeron un muy buen rato, hasta que llegaron a un lugar húmedo y con olor a pescado, el puerto, luego los sacaron bruscamente de las furgonetas y los subieron a unas lanchas, yendo directamente a una isla.
Al llegar los sacaron de las lanchas y los pusieron a los tres de rodillas ya que a este punto Torrente había despertado... también los hicieron poner sus manos en la cabeza y sin titubear pusieron a prueba la lealtad de Torrente, el hombre dignamente se negó a disparar a sus compañeros.
Decidieron probar con alguien más al ver la rotunda negativa del Oficial.
Ca: Tu - señala al rubio - ponte de pie, demuestra aquí delante de todos si eres un hombre leal, o solo eres una escoria como muchos otros - le da un arma en las manos al alumno, se miran unos segundos a los ojos y luego el Calavera se separa - vamos, te dejare elegir a tu victima ¿a quién vas a matar?
A la cabeza de Gustabo vinieron recuerdos de una promesa.
"Juro que de ser necesario daré mi vida por mis compañeros y si es necesario recibiré un tiro entre ceja y ceja para cumplir esta promesa"
No lo dudo ni un segundo más, él era un hombre de palabra, leal a sus promesas y principios.
G: No voy a jalar el gatillo en contra de mis compañeros, si quieren un muerto - tira el arma y abre los brazos, poniéndose en frente de su hermano y de su amigo - aquí estoy yo para eso
Los hombres no dudaron en empezar a apuntarle.
El Calavera susurro en el oído de uno de sus secuaces y justo después dio la orden de disparar.
Gustabo estaba dispuesto a morir, pero sin darle tiempo a nada, frente a sus ojos cayo el cuerpo totalmente perforado de Torrente, quedo congelado en su lugar, sin poder reaccionar hasta que tomaron su cuerpo y se lo llevaban lejos.
Ca: Nuestros caminos se cruzarán más rápido de lo que piensas - dijo esto, confundiendo a Gustabo por completo, pero al mismo tiempo dejándole una gran curiosidad, el Calavera se subió a una de las lanchas y todos se fueron del lugar.
H: ¡Gustabo! - vuelve a gritar, haciéndolo salir de sus pensamientos - ¿D-donde esta Torrente? - le pregunto con las lágrimas ya bajando incontrolables por sus mejillas.
Y a lo lejos se escucharon las sirenas de policía.
*Fin del flashback*
Al salir de sus pensamientos, puso las manos en su cabeza, el dolor agudo de su cabeza era insoportable, por lo que al no tener alguna pastilla a la mano decidió seguir tomando, para intentar aminorar el dolor punzante, no contaba con que el dolor fuera más fuerte pero así fue, cayo inconsciente minutos después.
Pasaron unos minutos en completo silencio hasta que Gustabo se levantó abruptamente, pero, ¿era Gustabo realmente?
P: Que débil de sentimientos se ha vuelto Gustabo, es un fastidio para Pogo este comportamiento - rueda los ojos mientras caminaba al baño y se lavo la cara con un poco de agua, luego se miró al espejo y sonrió malvadamente - Ahora Gustabo va a descansar y Pogo se hará cargo.
N.E.C.V
Editado 25/08/23
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Mi Mente, Mi Prisión ~Intenabo~
FanficEn una historia donde Jack y Gustabo no tienen ningún lazo sanguíneo. Un encuentro inesperado, decisiones que tomar y poco tiempo para hacerlo Inicio 28/02/21 Fin 28 /04/21 #13 Rol 10/05/21 #1 gayshipp 10/05/21 #4 Jackstabo 09/06/21 #4 Intendentepl...