Capítulo 3: "La casa de la abuela"

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El resto de la noche siguió con tranquilidad estuve con mis amigas y ni me molesté en buscar entre la multitud a cierta persona, pero donde fuera que estuviese estaba segura de que tenia su mirada puesta en mi.

Me desperté bruscamente por los gritos de mi madre que procedían de la planta de abajo:

-¡Alice, despierta!, en media hora salimos.

Tarde un poco en reaccionar,-¿A donde se supone que salíamos?-, entonces me acordé el cumpleaños de mi abuela, me levanté y comencé a rebuscar en mi armario que ponerme,-¿Se puede saber como pretendía esa mujer que me arreglara en media hora?-, cogí uno de mis cojuntos favoritos y me fui a la ducha.

Media hora mas tarde estaba vestida y maquillada,-lo había hecho todo en un tiempo récord-.

Bajé la escaleras con la maleta y ahí se encontraban mis padres listos para irnos.

-Te arreglas tanto para ir a casa de tu abuela, nunca lo entenderé.-dijo mi madre.

Y tenía razón nunca lo entendería.

Me senté en el asiento trasero del coche y me acabé de dar los últimos retoques, después de eso apoyé la cabeza en el cristal y me puse a pensar; le di vueltas a todo, el fin de semana que me esperaba, el cumpleaños de Giss, la noche anterior...¡La noche anterior!, se me había olvidado le tenia que contar a Gisselle lo que había pasado, cogí el móvil y la empecé a escribir un mensaje contándole todo, absolutamente todo.

Casi de inmediato recibí otro de Giss, me dijo que no debía de haberme puesto así solo porque fuera un poco engreído y demás, que no era el primer chico así con el que estaba y probablemente no seria el último,- en eso tenia razon la mayoría de los chicos con los que había estado tenían todos los mismo problemas demasiado amor propio y el ego muy grande, y eso en cierto modo estaba bien porque hacia que tuvieran personalidad pero también que fueran insoportables-, asique tenia razón probablemente no sería el último porque al parecer soy un imán para atraer idiotas, asique simplemente me dijo que lo olvidara, que cuando volviera hablaríamos mejor las cosas.

Me puse los cascos y me dediqué a escuchar musica el resto del trayecto no quería darle mas vueltas a todo.

Después de una hora de carretera entramos en la ciudad, mi abuela vivía a las afueras, asique todavía quedaba un pequeño trozo del viaje.

Me empecé a fijar en todo lo que había a mi alrededor; y entonces fue cuando me di cuenta de todo el tiempo que había pasado desde la última vez que había estado allí. Llevaba sin ir desde que tenia 10 años y ahora estaba a punto de cumplir 16, sin duda había pasado mucho tiempo y regresar de algún modo se sentía incómodo ¿que iba a hacer yo allí durante tres dias? ¡tres larguísimos días!.

Bueno Alice tu tranquila son solo un par de días después de eso volverás a casa y todo será como siempre y no tendrás que volver en mucho tiempo.

Algo me saco de mis pensamientos a lo lejos divisé la casa de mi abuela, seguía tal y como lo recordaba, exactamente igual que hace 5 años.

Bajé del coche y me dirigí hacia la puerta de la casa mientras mis padres se encargaban de cojer las maletas, llamé al timbre y mi abuela salió rápidamente a recibirnos, hacía mucho tiempo que no la veía, desde la última vez que nos había visitado en mi casa. Después de abrazarme vino el típico momento abuela-nieta de que guapa estas, como has crecido, enfin lo típico que todas las abuelas hacen.

Cuando nos saludó a todos entramos en la casa, mi abuelo no estaba allí porque había bajado a la ciudad a comprar asique hasta más tarde no llegaría; mis padres decidieron ir a buscarle para ayudarle y mientras mi abuela me acompañó a mi habitación.

-Cariño ya sabes cuál es tu dormitorio, el de siempre.

Subí las escaleras y me dirigí a la huardilla, mi abuela decoró esa parte de la casa para mí cuando yo era pequeña y seguía tal y como yo la había dejado.

Dejé las maletas en el suelo y escuché a mi abuela hablarme de la organización de las fiesta de su cumpleaños y de la lista de invitados:

- Y vendrá tu tío y tu primo...- y después de una larga lista de familiares añadió-.¿Y sabes quién mas vendrá? Lucas, ¿te acuerdas de él?.

Un vago recuerdo de mi infancia allí me vino a la mente, vaya que si le recordaba.

Un segundo para soñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora