-Buen día queridos maestros!-saludo Cheryl en la junta-Antes de iniciar con el primer día de clases, queremos darles la bienvenida oficialmente-
Estaban reunidos en el gimnasio, Cheryl y el director Weatherbee frente a todos, a través del cristal de la puerta Archie Andrews y Sophia Spellman miraban la junta
-No debí detenerme por ese café-dijo Sophia
-Querrás decir, no debimos, aunque admítelo el café está muy bueno-respondió Archie
El pelirrojo le dio un trago a su café y observó cómo Sophia sonreía, esa mañana se encontraron de camino a la escuela y decidieron comprar unos cafés, junto con unos panecillos, todo a petición de Sophia pues según ella sentía un gran antojo por dicha comida y bebida
-Como sea... debemos entrar-dijo Sophia-¿Con discreción o hacemos una triunfal?-sonrió
-Eres la reina serpiente, tú sabes cómo debes entrar-respondió Archie riendo
Sophia se hecho a la boca el último pedazo de su panecillo y después abrió la puerta del gimnasio, Archie entró detrás de ella y juntos caminaron hacia los demás, todos los miraron y fue ahí cuando supieron que ya habían llamado la atención, se sentaron y escucharon atentamente las indicaciones del director. Al terminar la junta Sophia camino directo al salón que le correspondía, cuando entró observó a sus alumnos, los saludo y dejó sus cosas sobre su escritorio
-Buenos días a todos-saludo Sophia-Soy Sophia Spellman y seré su maestra de ciencias-
-Tú eres la reina serpiente ¿verdad?-preguntó una chica
-Es cierto! Eres una leyenda aquí en Riverdale, la reina serpiente más joven-comentó un chico emocionado
-Pues si soy la reina serpiente, pero a partir de hoy seré su maestra así que... guarden silencio y presten atención-respondió Sophia seria
Todos hicieron lo que ella dijo y la clase inició, a media clase alguien entró al salón, Sophia estaba sentada en su escritorio revisando unos papeles, levantó la mirada y vio al maestro de educación física
-Olvidaste esto en el gimnasio-dijo Archie mostrándole la bolsa de panecillos
-Ahora sé porque mi café no me sabía como hace un rato-comentó Sophia
-¿Sigues con tus antojos?-pregunto Archie acercándose
Sophia asintió mientras abría la bolsa y sacaba un panecillo, miró a sus alumnos dándose cuenta que todos estaban atentos a su platica con Archie
-¿Ya terminaron su actividad?-preguntó ella y todos negaron-Entonces a trabajar, les quedan 10 minutos-
-Pero usted dijo que teníamos hasta el final de la clase para entregar el trabajo y aún quedan 30 minutos-mencionó una chica
-Tienes razón, lo siento-dijo Sophia fingiendo arrepentimiento-Ahora tú tienes 5 minutos para entregar-
La chica se quedó con la boca abierta, Sophia la miró enarcando una ceja y al final la chica volvió a su trabajo. Archie trataba de contener su risa, Sophia era la maestra linda pero dura a la vez, entre los dos se terminaron los panecillos mientras hablaban sobre la primera clase que Archie dio y también sobre el horario de la comida, esa hora era la más importante para Sophia y Jughead, igual que siempre
-Bueno me voy, mi siguiente clase esta por iniciar-dijo Archie mirando su reloj y poniéndose de pie
-Esta bien pero espera un momento-dijo Sophia
Ella también se puso de pie y se acercó al pelirrojo para acomodarle la camisa y la cuerda del silbato, Archie pudo observar de cerca el rostro de Sophia, las imperceptibles pecas, sus rizadas pestañas, no pudo evitar imaginarse besándola una vez más pero sabía que probablemente Sophia lo golpearía y terminarían teniendo problemas
-Ya está, ahora si se ve bien profesor Andrews-dijo Sophia
-Gracias maestra Spellman-respondió Archie
Los dos sonrieron y después Archie se retiró listo para su siguiente clase. La hora de la comida llegó, Sophia les deseo un buen día a todos sus alumnos y luego salió rápidamente directo hacia sala de maestros, era algo muy raro juntarse ahí con sus amigos cuando antes se iban al salón de descanso, todos se reunieron ahí y hablaron sobre sus alumnos y al parecer a Jughead le habían tocado los peores, pero él sabría como controlarlos y hacerlos portarse bien, el primer día no había sido tan duro como ellos creían, el celular de Sophia comenzó a sonar indicando que alguien le llamaba, ella se puso de pie y se alejó un poco de ahí para contestar
-Hola! Creí que llamarías más tarde-dijo Sophia
-Bueno tuve un rato libre y decidí llamarte, ¿cómo va todo por haya?-dijo Nick
-Bien, todo bien, de hecho ahora soy la nueva maestra de ciencias en Riverdale High-
-Amor eso es increíble! Pero aún tengo algo que decirte-
-¿Que pasa? No me asustes-
-Tú tía Zelda quiere verte y dijo que si no venías a verla pronto entonces ella irá a Riverdale-
-Pues creo que tendrá que venir ella, yo tengo mucho trabajo, bueno amor tengo que colgar te amo adiós-
Al terminar la llamada ella volvió a sentarse junto con las demás y continuaron con la comida y las conversaciones. Kevin y Fangs entraron algo agitados y nerviosos, todos les preguntaron que pasaba y ellos les comenzaron a explicar que toda la gente de Riverdale murmuraba que FP Jones había dejado a las serpientes sureñas y ahora se había unido a los diablos, nadie sabía porque pero muchos confirmaban que era un hecho aquel cambio del sureño
-FP nos traicionó, TE traicionó-dijo Fangs señalando a Sophia
-Ese maldito hijo de perra!!-gritó Sophia-Debería convertirlo en piedra... o mejor aún en polvo-
-O mejor te quedas quieta y no le haces nada a mi papá-dijo Jughead
-Debe haber una forma de convencerlo para que vuelva a las serpientes-mencionó Toni
Jughead sacó su celular y marcó el número de FP, después de unos segundos su padre contestó, hablaron durante varios minutos y al final Jughead terminó la llamada y en el rostro tenía una expresión de decepción, enojo y tristeza. En esa llamada FP le confirmó que a él ya no le interesaban las serpientes sureñas, ahora FP Jones lo único que quiere es hacer que Sophia esté a sus pies y que mejor forma de lograrlo que orillándola a entregarse por sí sola, la presionarían hasta el punto de hacer que la reina serpiente se rindiera y cayera.
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Sureña Spellman
FanfictionRiverdale y El Mundo Oculto de Sabrina. Ser del sur de Riverdale significa soportar las discriminaciones de todos, ser señalado por que creen que eres un delincuente. Pertenecer a las serpientes sureñas tiene sus momentos buenos y malos, pero aveces...