Capítulo 3

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—  Lamento mucho decirle esto joven Wang pero su beca hacido cancelada - la mujer con pena le dice al chico frente a ella.






— ¡Que! No ¿porqué?





Wang Yibo estaba atónito, había sido mando a llamar por el rector de la universidad y en un estado confundió llego. Pero solo para que le dijeran que le quitaban el apoyo, para poder seguir estudiando eso era algo que era supeor pesadilla hecha una realidad.








— La escuela por faltas de fondos está quitando las becas que otorgó a estudiantes  - le explica- Joven Wang no es el único que le está pasando esto, podrá terminar lo que resta del semestre pero después de eso usted debe hacerse responsable de la matrícula que debe pagar, como los demás gastos que conlleva su carrera.






— Pero no podré pagar todo eso es mucho dinero es imposible  - Yibo baja la mirada no quería llorar pero le estaba siendo imposible no hacerlo en ese momento.




La mujer que hasta el momento a permanecido con la mirada fija en la pantalla del computador, alza la vista para solo encontrarse con un chico que ligeramente sus hombros temblaban y movía sus dedos con impaciencia, ella como trabajadora no podía hacer nada más que darle ánimos y eso estaba dispuesta hacer. Cuando las palabras de chico no le permiten tan siquiera decir una palabra de aliento para el, esos ojos acuosos pero que son acompañados con una sonrisa logran comprimir su corazón.






— No se preocupe muchas gracias pero debido a la situación  -Yibo trago el nudo que se formaba en su garganta- Y que hoy mismo dio fin el semestre señorita Wong me podría dar mis papeles debido que ya no volveré para el siguiente semestre  - se levanta de la silla en la cual había permanecido haciando una revecian por respeto.





Con un suspiro la mujer se dispuso hacer lo que joven pidió, imprimió y firmó algunos papales que colocó dentro de la carpeta, los aseguro con
un clip y se lo entrego al joven que se despidió con una pequeña sonrisa.





Viente minutos después Wang Yibo salió de la oficina, totalmente cabizbajo por lo que sucedió miraba la carpeta en sus manos la cual tenia sus papeles tratando de procesar lo que había sucedido, pensó que las cosas no podían salir mal o ir peor de lo que estaban en esa semana negra como la baitizo. La primera de sus tragedias fue el despido de su trabajo de medio tiempo sin razón aparente, con el poco dinero
que tenía ahorrado y lo último que le dieron de su pago final apenas ajustaba para otra semana, pero las cosas no pintaron bien para Wang Yibo cuando al segundo día descubrió que las medicinas de su madre se habían terminado, desde hacía nueve días atrás, se reprendió mentalmente por eso el medicamento era sumamente caro.



Se las había arreglado para poder conseguir dinero, faltando a la universidad solo por dos días... días en los que solo pensaba en conseguir el dinero del tratamiento de su madre. Si bien Yibo era un chico valiente y muy trabajador, también es un ser humano que siente y así en esos días infernales cerca del parque que estaba a solo dos cuadras de su casa... se sentaba en los columpios para poder llorar todo lo que no permitía delante de su madre o sus dos únicos amigos lo cuales ya no vería. Cuando Yibo pensaba que las cosas podían componerse venía nuevamente la vida, para dejarle bien en claro que las cosas no le serían sencillas ni mucho menos fáciles.




Ahora el problema frente a el era más grande que el monte everes, podía ver el comienzo pero más bien no el final la beca con la cual podía seguir estudiando le fue cancelada... y sin los recuersos necesarios para pagar aquella cantidad de dinero, en esa universidad tendría que abandonar por el momento sus estudios. Y concentrase en su madre y encontrar un empleo que le brindara un poco más de ingreso, fue ahí que un venerable Yibo trago esas lagrimas e incertidumbre que tenia, las refugio muy dentro de si mismo poniéndole duz mil candados.

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