Capítulo 6

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Y hasta el más santo cae en tentación de lo prohibido.


Después de todo somos seres pecadores.

AyariQWQ

¿Sean preguntado si alguna vez hicieron las cosas mal? ¿Si lo que hacen no traerá problemas a su vida? ¿Y si te dejas llevar por aquel fuego hasta donde llegarías? ¿Si la vida te va a perdonar aquella decisión que se mira tan simple?



Pregunta tras pregunta llegan a la mente de Wang Yibo quien fue acompar todo el medicamento de su madre con su paga, claro esta que no hace lo que su contrato especifica. Usa su cuerpo el cual se funde con el calor de aquel famoso cantante, entre las sabanas o alguna parte del apartamento donde dejan fluir el placer carnal. Dinero sucio para muchos pero a esas alturas Yibo no le importa como lo obtiene, porque muy dentro de el disfruta como Xiao Zhan hace un desastre en el.

Solo es sexo y Wang Yibo lo sabe mejor que nadie seria un  verdadero problema si los sentimientos se involucran, según Xiao Zhan quien no una si no varias veces a encontrado a personas con las que pasa la noche, y escuchado como follan dentro de la ducha o en la habitación algo que no le toma importancia, pero su pequeño amigo si. Pero siempre j Xiao Zhan se jacta que el era su preferido que no se sintiera mal como dijo solo era sexo nada más.

¿Cuantas veces se a masturbado en el baño? para esa pregunta su respuesta sería muchas veces, Yibo maldice que su cuerpo se haya vuelto de aquella manera, el más mínimo rose de su playera sobre sus pezones que gracias a un conejo en celo los dejo sensible le sobre salta reprimiendo un jadeo siempre.


Yibo pagó las medicinas y agradeció a la joven regalándole una sonrisa tímida, la chica casi suelta un ¡Ah que lindo! ya era tarde y Yibo necesitaba regresar a casa pronto ese día descansaba de su trabajo, así que mirando la hora se encamina a su hogar. Su mente está dispersa entre el tratamiento de su madre, el alquiler, llevarla al médico porque últimamente la ve algo enferma, comprar los alimentos e infinidad de cosas más. El pequeño Wang no tenía tiempo para preocuparse en si mismo, no había prioridad en su vida por eso mismo dejaba pasar más bien no le toma importancia a ciertos síntomas que sentia, como cansancio, fatiga, dolor de cabeza, mareos y una que otra veces lugunas en sus recuerdos.

Lo asumía al estrés físico y mental y por anemia siempre fue un chico enfermizo así que con unas aspirinas todo iba a estar bien. Llego a su modesta casa el silencio lo recibió las luces que suelen estar prendidas no lo están esa tarde, Yibo camino hasta la pequeña cocina y dejo todas las compras en la pequeña barra, sus ojos viajaron por la sala en busca de su madre pero no estaba.

Preocupado Yibo tomo el medicamento y camina rápidamente hasta la habitación de su madre, respira un par de veces antes de girar el polmo de la puerta sus ojos miel miraron la habitación en la orilla de cama la silueta de su madre se mira, su largo cabello castaño hasta la cintura ese vestido blanco que fue el último regalo de su padre en su cumpleaños... esas notas de vainilla y coco que danzan en el aire. Los ojitos de Yibo brillan había pasado algo de tiempo que miraba a su madre de aquella manera, un poco de maquillaje en su rostro eso labios pintados con un labial coral sus ojos como un poco de delineador resaltando  esd color claro, Yibo no poso por alto aquel anillo que lleva puesto sencillo pero que significa todo para la castaña.


— Mi pequeño niño es de mala educación mirar a las personas por mucho tiempo -su armoniosa risa saco un sonrojo en Yibo que con pena se acerca a su madre no importaba cuantos años tuviera siempre una hacer un niño pequeño ante ella.



~Eros~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora