jimin y yoongi habían tenido su cita, todo fue bueno por parte del moreno, mientras el pálido chico estaba un poco molesto.
- ¿estas bien amor? - hablo por fin Jimin luego de un largo camino con silencio incómodo. YoonGi manejaba perdido en sus pensamientos, era de noche y la carretera estaba sola.
- me acosté con wendy. - la noche del mas bajo dejo de ser buena al escuchar la gravedad de las palabras de su novio, el dolor que sintió jimin fue inigualable. su respiración era entrecortada.
- ¿por qué me afecta tanto si siempre lo haces? ya debería de estar acostumbrado, pero no puedo. - hablo deprimido con un nudo en su garganta, min se quedo callado viendo el camino a casa. el teléfono de minnie sonó, pero lo ignoro por completo, estaba tan jodido.
- déjame aquí.
- estas loco, park. - dijo yoongi riendo pensando que era broma lo que decía su pareja.
- ¿de qué te ríes, imbécil? ¿no escuchas? déjame aquí ya. - Jimin estaba harto, cansado, estresado, esto era demasiado para él, solo queria ser feliz.
- no te dejare aquí solo, ¿no ves que no hay nadie en la calle? puede ser peligroso y falta mucho para llegar a casa. No me faltes el respeto, por qué la próxima ve-
- ¿la próxima ves qué? ¿me vas a pegar? ¿o te iras con wendy? has lo que te cante el culo, hijo de puta. - abrió la puerta y se tiro al césped que había en las orillas de la calle. Min se detuvo y retrocedió preocupado, pero Jimin se levanto sacudiendo su traje gucci, nunca mas permitirá que lo traten así de nuevo.
- sube al auto, ahora. - grito yoongi furioso.
- qué te den por el culo. - saco su pequeño dedo de en medio mientras tomo el camino contrario del auto de yoongi. no sabia adonde iría, pero si sabia que no merecía esos desplantes.
yoongi se bajo del auto para perseguir a park, lo estacionó pero fue muy tarde por qué el pequeño escurridizo de su EX pareja habia desaparecido entre la noche y la neblina.
- no mereces nada de lo que hice por ti, ¡nada! ni mi tiempo, ni mi atención. Eres una jodids mierda, te vas a pudrir y arrepentir de haber sido una bestia conmigo, lo prometo. - hablaba para el solo el pequeño Jimin mientras sus lágrimas bajaban por sus regordetas mejillas, su brazo dolia por qué cayó en el cuando se tiro del auto. Solo quería olvidarse de todo, encontrar algún taxi o a algún vehículo que pudiese ayudarle. busco su teléfono desesperadamente pero se dio cuenta que no lo llevaba con el, tal ves lo dejo en el carro de su tal sufrido amor.
- genial. - siguió su camino hasta que escucho como un arbusto era sacudido salvajemente, el bajito se asusto retrocediendo ¿un animal? o peor, una persona. Vio una silueta salir de esté, entre cerro sus ojos para ver quien de quien o que se trataba.
- ¿hola? - dijo con un tono tembloroso, tenia miedo que le sucediera algo.
- hola nene, bienvenido a las costas del mar amarillo.
- ¿qué? - ¿que hago aquí? el tonto park, estaba tan hundido en sus pensamientos que no tomo en cuenta, que la cita con yoongi era en un restaurante fino y alado del mar. la amable señora que le hablaba, era una vendedora de cocos.
- ¿que haces solo por aquí? eres un muchacho muy apuesto y joven, debes tener cuidado en estos tiempos y en esta carretera. Yo tengo un hijo como tu, y no me gustaría verlo vagar por estos rumbos tan peligrosos.
Jimin estaba aturdido, confuso, las palabras de la señora hicieron que entrará en miedo.
- ¿por qué no lo pensé antes de saltar de su maldito auto? - rodeo su cabeza con ambas manos al borde de un ataque. la señora se acerco y puso una mano en su espalda.
- de seguro fue cansado para ti, ven, te invito ha un coco. - la viejita entro en el arbusto de antes, jimin extrañado la siguió pasando por varios arbustos, hasta llegar a las costas del mar. el amanecer podia verse a pesar de apenas ser las doce. era una preciosa vista.
- ven hijito, te presento a yeonjun, él es mi hijo. - dijo aquella amable señora emocionada.
- m-mucho gusto. - dijo el chico de cabello menta un poco nervioso por la presencia de aquel atractivo joven. Jimin hizo una reverencia inclinándose de más debido a la amabilidad de ambos.
- el gusto es mio, yo, yo... yo soy jimin, park jimin. - yeonjun sonrió mostrando sus dientes.
- ¿cenaste hijo? parecias un poco perdido hace rato. - Jimin asintió con pena.
- pero si quiero el coco. - dijo con vergüenza, la señora choi rio y fue a traerle un coco.
- tu madre es un ángel.
- lo es, definitivamente. me da miedo que personas malas se aprovechen de su amabilidad, pero tu pareces ser alguien bueno, ¿que haces por aquí a estas horas? sin teléfono, ni vehículo, ni compañía, sin ofenderte claro, pareces alguien de la ciudad.
- no quisiera hablar de eso por ahora, pero les dare una explicación, a tu madre y a ti. - el pelimenta asintió y guio a Jimin hasta la cabaña en donde se quedaban el y su madre.
- aquí esta tu coco, Jimin. -
- gracias señora...
- choi, mi apellido es choi, un gusto jovencito. ahora si, si quieres puedes quedarte esta noche, te ves estresado y es bueno escaparse de los problemas.
- gracias a ambos, por ser buenos conmigo... - hablo jimin tomando de su coco, sus ojos ardían, quería volver a llorar, pero no quería causar incomodidad.
- ¿tienen un teléfono?
- no, pero mañana puedo acompañarte a buscar uno público. - hablo yeonjun. Jimin asintió susurrando "gracias"
La noche fue larga para Jimin, pero emocionante y divertida, los choi eran graciosos y tenían historias divertidas. Jimin tuvo confianza y pudo contar lo que habia sucedido antes.
eran las cuatro de la madrugada, yoongi seguía buscando a su jiminnie por todos lados, pero nunca lo encontró. no quería darse por vencido, a pesar de lo mierda que podía ser, el amaba a jimin.
mientras tanto park, había logrado dormir en esa cama de paja, era cómoda, escuchar el mar, fue música para sus oídos.
Parte 2/2
se merecían doble actualización por esperarme tanto. estos capítulos solo fueron modificados antes de subirlos.
pasen un lindo mes. 💜
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JUNGKOOK TE CHUPO EL PEN*E. |KOOKTAE.|
Humor"⎯ ¡Jungkookie, te chupo el pene!⎯ Hablaba el castaño mientras daba leves saltos en su lugar mirando como su amado esposo salía de jugar basquetboll. JeonGguk al escuchar tremenda vulgaridad volteo, con un gran sonrojo en sus mejillas respondi...