Día lunes a primera hora de la mañana, dos jóvenes con traje de Gryffindor caminaban con pesadez al aula de pociones para su primera clase del día, estas chicaa son muy diferentes entre sí, una de ellas era bajita, con la tez blanca y la cara redonda, lleva el cabello castaño largo con un corte recto, por otro lado, su compañera es más alta, delgada, el mismo color de piel que su amiga, aunque la mayor diferencia es el en cabello, ella lo tiene corto y de un color morado. Dichas chicas son Majo Scamander y Mia Ollivander respectivamente.
- Sigo sin acostumbrarme a tener una clase tan pesada tan temprano- dijo con un suspiro Majo a su amiga.
- Ya ha pasado 3 meses desde que comenzamos y siendo sincera yo tampoco me he acostumbrado- contestó Mia ahogando un bostezo.
De esa manera, entre quejas matutinas y bostezos llegaron a la mazmorra en donde se imparten las clases de pociones, ambas jóvenes de 17 años ingresaron y se sentaron en su lugar característico desde que comenzaron su primer año, hubo murmullos ocasionales alrededor hasta que el conocido sonido de una puerta cerrándose con brusquedad los hizo callar rápidamente.
- El día de hoy espero que muestren porque llegaron tan lejos a las clases de ÉXTASIS en pociones- habló el profesor Snape de manera cortante, olvidándose de los saludos ya que eran una pérdida de tiempo- Ustedes han sacado unas de las más altas notas en esta clase, así que considero que están listos para realizar la poción animago.
Eso llevó a que los jóvenes de ultimo año se olvidaran momentáneamente del profesor y comenzaron a escucharse murmullos emocionados, ya que eso normalmente no se veía al menos que llevaran una maestría en pociones.
- SILENCIO- gritó el profesor, callándolos nuevamente, hizo una mueca satisfecha al ver que sus alumnos volvieron a quedarse en silencio- como les decía antes de su patética interrupción, hoy realizaremos la primera parte de la poción animago, como el día de ayer fue luna llena, es una fecha propicia para comenzar, ahora agarren sus ingredientes necesarios y sigan las instrucciones de la pizarra.
Mia y Majo vieron como varios de sus compañeros sacaron su hojas de mandrágora de sus bocas que tuvieron desde el mes pasado, hicieron algunas muecas de asco y fueron a recoger sus ingredientes guardados para este momento.
Cuando llegaron a la cabina se encontraron con Adriana Grindelwald, su amiga de Ravenclaw que conocieron el año pasado cuando comenzaron a compartir el curso de EXTASIS en pociones y transformaciones.
- Buenos días Adri- saludó Mia entusiasta mientras que Majo hace un ademán de saludo, Adriana se sobresaltó ante el saludo inesperado, su cabello negro se erizó un poco hasta que se dio cuenta de quien le habló y se relajó.
- Buenos días chicas, ¿están emocionadas que por fin podremos hacer la poción animago?- les preguntó a sus dos amigas esperando que compartiera su emoción igual que ella.
- En realidad si lo estaba esperando, pero Mia y yo nos desvelamos un poco ayer gracias a nuestras compañeras de cuarto, así que no creo que estemos al 100% en estos momentos - dijo Majo rodando los ojos. No es la primera vez que se queja de sus compañeras, al parecer ella y Mia son las únicas que se llevan bien, y es por eso también que se hicieron amigas de Adri, ya que les cae mucho mejor sus amigas de otras casas, como Milen, también de Ravenclaw, Ivette de Slytherin y Fernanda de Hufflepuff.
- Oh, lo siento, lo bueno es que al menos los pasos no se ven muy difíciles, así que no debe de haber ningún problema - vio a Milen haciéndole señas desde su asiento- nos vemos después de clases chicas- dichas esas palabras se fue con su compañera a comenzar con la poción.
- Adri tiene razón Majo, no se ve muy dificil, asi que acabemos rápidamente para poder dormir luego en la clase de Binns - dijo Mia mientras camina a su asiento con Majo.
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Transformación inesperada
Cerita PendekDebido a un problema con una poción de animago en la clase de Snape, Adri se llegó a convertir en un gato, con la ayuda de sus amigas, la hicieron pasar inadvertida las dos semanas que dura el efecto. Sin embargo, no esperaba que en su tiempo como g...