Capítulo 1

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Querida Anna:

Te creé con el fin de tener alguna amiga en el mundo. Te voy a contar un poco sobre mi vida, así me conocés más: ahora tengo dieciseis años y ya estoy en el cuarto año de la secundaria. Por suerte ya estamos a un poco más de mitad de año y falta poco para terminar las clases, que ya deseo con ansias que eso suceda.

Mis padres creen que tengo problemas para relacionarme con las personas, ya que en estos dieciseis años de mi vida nunca tuve ninguna amiga, pero la verdad es que no me acerco a nadie porque todos me parecen muy comunes, no son más que seres humanos. Yo les digo todo esto, pero ellos no me entienden e insisten en llevarme a un psicólogo, lo cual yo me niego rotundamente. ¿Asistir a un lugar en el que tengo que charlar con una persona completamente desconocida sobre mi vida? Paso. "Pero Hannah, es una persona especializada en estos temas, te puede ayudar" lo que mi mamá no entiende es que no necesito ayuda.

No sé si contarle a mis padres sobre tu existencia, sobre una amiga imaginaria a la que le escribo cartas. Van a pensar que estoy loca y van a querer llevarme al psicólogo a toda costa.

También tengo a mi perrito, Charly. No es de raza, pero pareciera un Labrador negro. Lo encontré hace cinco meses en la calle cuando estaba volviendo de la escuela, era recién nacido. Según el veterinario tendría unos nueve o diez días de vida. Les rogué a mis papás para poder conservarlo hasta que pude convencerlos, y finalmente permaneció con nosotros. Con el nos entendemos muy bien, siento que cuando le hablo, el me escucha y me entiende, más de lo que podría hacerlo algún ser humano.


En los primeros años escolares siempre me molestaban y me decían que era autista. No me gustaba que me digan eso porque el autismo es una enfermedad y no me parece bien que usen las enfermedades para molestar a los demás. Siempre en los bancos escribían "Hannah la autista". En ese entonces teníamos todos catorce años, pero ellos parecían de once menos.


Mis padres nunca se habían enterado de eso, pero como ahora me quiero cambiar de escuela porque ya me cansé de mis compañeros, aunque no me sigan molestando, son todos unos estúpidos. Les conté eso para tener alguna excusa, por suerte aceptaron. Hoy ya me confirmaron que seguramente vaya a una privada, aunque tal vez con alguna beca, ya que mi hermano, Matt, asistió ahí.


Matt murió hace un par de años en un accidente automovilístico estando ebrio. El accidente sucedió dos días después de que Karen, la novia, lo haya dejado, el la amaba muchísimo y ella lo dejó por Ben, el mejor amigo de mi hermano, que dejó de serlo al instante en el que se enteró que fue por él que ella lo había dejado, aunque meses antes, Karen ya lo estaba engañando. Yo en su momento tenía once años y no entendía nada, pero recuerdo que me partió el alma ver a mi mamá llorando. Nunca la había visto así. Con Matt teníamos una linda relación, el siempre me cuidaba y protegía, es por eso que su muerte fue un golpe muy duro para mi y para toda mi familia.


Ahora debería estar estudiando, así que dejo esto acá.


¡Ah! Casi me olvido: pasado mañana tengo una reunión con el director del colegio al que asistiré, así que voy a tener que ser lo más agradable que pueda.


Con amor, Hannah.

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