Capítulo 12

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Celeste Daniel's

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Celeste Daniel's.

Me sentía tan sumisa, algo que nunca me había sentido así, tan hundida a él. Salió delicamente de mi y me beso lujuriosamente con un poco de suavidad.

— Ponte algo bonito, iremos a cenar. –se dirigió al baño, dando un portazo a la puerta

— Esta bien. –me terminé de vestir y salí a mi habitación, cerré la puerta dejando un suspiro pesado, mientras resbalaba para sentarme sobre el piso.

¿En que momento me convertí en una sumisa?

No lo se, simplemente no lo se, me dirigi al baño para darme una buena ducha, me sentía pegajosa, un ducha relajante sintiendome plena y libre. Al salir me enrolle en una toalla buscando que ponerme, me puse un vestido color gris plateado y unos tacones del mismo color. Solo cepille mi cabello para poder secarlo con la secadora.

Me maquille solo un poco; aplique un labial transparente con unos pequeños brillitos, un poco de rubor y una sombra clara. Me mire al espejo que dejaba ver mi cuerpo completo, di media vuelta apreciando mi cuerpo.

Dos toques en la puerta.

Dejé que entraran, diciendo un típico pase.

— Sabes creo que eso es muy corto. –dijo muy serio, sabía perfectamente quién era

— Yo siento que está bien. –lo mire, si típico abrigo que traía el día que lo conocí en el avión y debajo traía una camisa negra junto con un pantalón del mismo color y unos zapatos elegantes.

Me coloque un abrigo y el me miró reconfortante, — Esta bien, vamos. –me extendió su mano y la tomé para salir de mi habitación hacia fuera del hotel.

•••

Llegamos a un restaurante, era elegante las luces tan clásicas.

— ¿A nombre de quién? –preguntó el recepcionista, mirándonos seriamente

— Kevin Pazmiño. –me miró de reojo mientras entrelazaba mi mano con su brazo

¿Ya había pensado en esto?

— Adelante señor, los llevó a su mesa. –seguimos al hombre hasta una mesa vacía – En un momento les toman su orden. –se marchó, Kevin me extendió la silla para poder sentarme, me hizo quitarme mi abrigo, para colgarlo en el perchero y luego el se sentó frente a mí

Mire a Kevin divertida. – ¿Habías planeado esto?

— El dueño de este restaurante está asociado conmigo, tengo pase para entrar cuando quiera, sin reservacion. –explicó simple

— Perdón señor. –me burle de él, a lo que soltó un risita con ironía, me molestaba ese tipo de risa

— ¿Que vas a pedir? –también se quito su abrigo y lo colgó en el perchero

Juegos; Kevin PazmiñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora