Engaño

III

 Harry no se podía concentrar en leer uno de los libros que trajo Dobby. Se sentía débil. Dejó otro intento pasar y colocó el libro en el mueble a lado de la cama.

 Últimamente le daba mucho sueño, a veces no quería hacerlo porque soñaba a Draco junto con aquella persona.

 Debía aceptarlo ya, si la felicidad de Draco era con otra persona, no podía objetar y retenerlo, se decía eso una y otra vez, sin embargo, no podía evitar la avalancha de dolor que conlleva el pensar llevarlo a cabo. Y sólo le quedaba un día en su escondite. Gimió y se hizo bolita con el pensamiento, pero aún con ello, no pudo tampoco evitar el que se le cerraran los párpados y caer inconsciente.

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 Narcissa y Draco tenían un buen tiempo en Grimmauld Place tratando de hacer que Kreacher les dijera donde estaba Harry. El elfo doméstico no decía otra cosa que: "Kreacher ha decidido no contestar esa pregunta", como respuesta a preguntas relacionadas con Harry e incluso una sobre Dobby que su madre realizó.

 Draco estaba desesperado y más allá de histérico. El maldito elfo sabía sobre Harry, ¡y no les quería decir ni una maldita palabra! Iba a remeter contra la criatura, pero su madre lo retuvo.

- Gracias Kreacher. Te molestamos con un poco de té y galletas. Estaremos en la sala.

 Caminó a regañadientes al lugar. Él no quería perder el tiempo con comida. Quería protestar pero su madre le recordó que por el momento, dependían del elfo y de la casa, al no poder rastrear a Harry ni captar su firma mágica. Iban a esperar por un désliz del elfo o incluso uno del mismo Harry.

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 Kreacher estaba preparando lo que le ordenaron.

 Kreacher sentía a los Malfoy quedarse en la casa de su ama.

 Kreacher no estaría defraudando al gran generoso Harry Potter, dejando quedarse al señor Malfoy, ¿verdad? A Kreacher no le dieron indicaciones sobre que hacer con aquello. Después de todo, no podía negarles el quedarse en la casa de su ama.

 Sí, a Kreacher no le dijeron y por eso estaba siendo un buen elfo.

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 Después de un rato esperando por algo que no ocurría. Draco lanzó un modificado hechizo Anti-intrusos, el cual le alertaria, iluminando la punta de su varita, si alguien aparecia en la casa. Y por último, lanzó un Muffliato a su madre y a él.

 Anhelaba no perder más tiempo esperando, pero su madre tenía razón, debían hacerlo. Conocía a Harry y sabía que no acudiría con sus amigos.

 ¿En que parte del mundo mágico se encontraba? ¿Acaso se fue a alguna parte del mundo muggle? ¿Cómo estaba su Harry?

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 Temprano por la mañana, Dobby batalló en despertar a Harry. El elfo doméstico no lo hubiera echo de no ser porque esa fue una indicación del azabache. Para la criatura, Harry lucía fatal pero rechazó su sugerencia de ir con Madame Pomfrey. Preocupado, y con algo de reticencia de dejarlo solo, Dobby desapareció para ir a Grimmauld Place y dejar los suministros a Kreacher. Debía regresar rápido para seguir al pendiente de su señor y esperar hasta que se sintiera un poco mejor y le indicara a donde irían a refugiarse.

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 Fue después de terminar de desayunar, cuando su varita se iluminó y oyeron el estallido de una aparición en la cocina. Draco fue el primero en reconocer que quién se había aparecido era Dobby.

 El elfo al percartarse que Kreacher no estaba solo en la casa, se alarmó, y tomado por sorpresa por la falta de ruido, fue tomado por el brazo y al ver que se era Draco Malfoy, la criatura entró en pánico y por incercia, desapareció junto con el jóven.