IV

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 Una vez llegaron, todos los presentes le urgieron irse a su cuarto. Harry no estuvo de acuerdo, permitió que Draco convirtiera uno de los muebles en un sofá mecedora, para estar cómodo y que con eso desistieran de mandarlo a la cama.

- Primero, antes que nada, les debo una disculpa por preocuparlos y causarles inconvenientes. Segundo, agradecerles por ayudar a Draco y no dejarlo solo. Realmente no entiendo el instinto que me dio por huir y no averiguar lo que pasaba.

- Quizás se deba a la unión que tienes con la magia de Draco, Harry. -sugirió Luna desde la esquina opuesta- Y que desde bebé conviviste y lideaste con magia ajena. Eres sensible y siendo tú, una pareja verdadera, y con tu pareja veela ausente, tal vez todas las emociones fueron transmitidas a ti mediante la conexión que crearon al aceptarse. Por lo que he leído, las veelas cuando se perciben rechazadas, huyen y con el paso de los días se dejan debilitar para posteriormente morir. ¿Es eso cierto Sra. Malfoy?

- Lo es, Luna -estuvo de acuerdo Narcissa. Fue inevitable que pensara en Lucius. Este le había contado como liberó a su pareja verdadera, cuando sus suegros le informaron de su compromiso con ella.

- Excelente deducción, Srita. Lovegood -Severus se seguía sorprendiendo con Luna- Y de acuerdo a lo que presenciamos hace unos momentos, es casi acertado el asegurar que una vez juntos, con Harry fuera de peligro y sin residuos de la maldición desconocida, todos los sentidos del veela de Draco estaban de regreso.

- Y sobre ello, ¿existe una forma de proteger a Draco y a su veela de la rusalka híbrida? -si era necesario, Harry emprendería otra búsqueda hasta el fin del mundo, con tal de encontrar la manera de ayudar a su compañero.

- La Srita. Lovegood nos iluminó respecto a eso, el ajenjo. Además que al estar reuniendo en sus variedades óptimas de consumir sin riesgo, encontramos una bebida muggle que puede ser de gran ayuda, aunque debo confirmar cierta información.

 Luna sonrió cálidamente a la mirada agradecida de Harry.

- Muchas gracias Luna. No sé que haría sin ti y tu basto conocimiento sobre criaturas mágicas.

- Descuida Harry, me alegra ayudarte a seguir siendo feliz. -de manera ligera y encantadora, se acercó donde descansaba Harry y le dio un abrazo amable. Al apartarse, se dirigió a sentarse junto a Narcissa, mientras a la par Severus se incorporaba para quedar frente a ellos.

- De acuerdo a la información dada por la Srita. Lovegood, la creencia antigua es que se debe cargar con una ramita de ajenjo. -amplió rápidamente un pequeño baúl y sacó de ahí lo mencionado- Aquí tienes, Draco. Deberás ponerla en algún bolsillo y llevarla en todo momento, la hechicé para mantenerla fresca y no se marchite.
 》Además, tomarás una cucharadita de este tónico general cada inicio de semana. Te pondrás este otro tónico en la mañana, si es después de ducharte, mejor, así lo absorberá tu piel de forma eficaz. Ahora, esta caja de té de ajenjo no lo hice yo, es de origen muggle, pero investigué el de mejor calidad y efectividad; debes tener cuidado de no consumirlo en más de tres semanas seguidas y que no sea el día en que tomes el tónico general. Y finalmente, logré alcanzar a terminar estos variantes de parches; están hechizados fuertemente para durar, por lo cuál no se estropearán con ningún factor externo, como el sudor, también conservarán la fuerte esencia de extracto de ajenjo; son cuatro, uno en la nuca, otro en medio del pecho y los dos últimos en la parte interna de tus muñecas.

 Su padrino le había mostrado cada frasco y paquete de acuerdo a su indicación para usarlos. Al final de la explicación, incluida la ramita, colocó todo dentro del pequeño baúl y se lo entregó.

 Draco, realmente agradecido y conmovido con su ayuda, depositó con cuidado el baúl a un lado, se levantó y abrazó a su padrino. Severus se sorprendió fugazmente y sin demorar correspondió el gesto, escuchando un suave "gracias" en su oído izquierdo. Después, caminó a donde Luna, le sonrió y le extendió la mano acompañando de un "gracias Lovegood", como respuesta, Luna tomó impulso del apretón de manos y envolvió en un abrazo cálido a Draco, este último algo cohibido por el gesto de Luna, atinó a darle golpecitos en la espalda.

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