Capítulo 14 - Todo Contigo

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Elisa y Fabián pasaron la mayor parte del día paseando por la hacienda a caballo, visitando sus lugares favoritos.  Al llegar la tarde decidieron hacer un picnic al lado de ese arroyo donde las primas jugaban de niñas cuando ella venía a visitarlas.  Relajándose un rato antes de regresar a la ciudad y enfrentar los problemas que ahí los esperaban.

Sobre una manta acomodaron los contenidos de la canasta que les preparó Juany: quesos, frutas, un vino tinto. Elisa se encontraba sentada entre las piernas de Fabián, recargada en su pecho, el abrazándola mientras ella le daba probaditas de fruta.

"Quisiera quedarme aquí contigo para siempre, este es un lugar mágico." Dijo Fabián, mordiendo la fresa que Elisa le ofrecía.

"Yo también. Jamás olvidaré nuestros días aquí." Suspiró Elisa. "Quizá en el futuro podríamos buscarnos un lugar así, nuestro, para escaparnos de todo el mundo de vez en cuando."

"Me encanta la idea. Una cabaña, tuya y mía. Quizá hasta llevaríamos a nuestros hijitos algunas de esas veces." Dijo Fabián sin pensar, solo dejando salir esos deseos que llevaba en su corazón, la vida que siempre imagino al lado de Elisa.  Una casa de ellos, hijos, quizá un perrito..

"¿Hijitos?" Elisa volteó a verlo sorprendida. "¿Quieres hijitos conmigo, Fabi?" Preguntó con una sonrisa ilusionada. Esa posibilidad no había pasado por su mente. Después de Abby Elisa no tuvo más hijos, principalmente por que Gerardo ya no quería, pero ella siempre soñó con tener uno mas, un varoncito.

"Contigo lo quiero todo. Vivir juntos, casarnos, tener hijitos..." Le sonrió tan tiernamente, ese hoyuelo apareciendo en su rostro y Elisa se derritió de amor por el.

"Yo también, mi vida. Quiero todo eso contigo. Un hijo tuyo." Elisa acarició su rostro, pasando sus dedos sobre sus labios.

"Entonces no hay tiempo que perder." Tomándola del pelo la trajo hacia el, sus labios uniéndose en un apasionado beso.  Sus lenguas rozando, pequenas mordidas en los labios que los hacían jadear, manos viajando por sus cuerpos, ellos ardían de pasión.

   Los dos se recostaron sobre la manta, Elisa arriba de el, y mirándolo a los ojos su mano bajó, acariciándolo sobre la tela, sintiéndolo endurecer.  Desabotonando su pantalón, coló su mano adentro, liberando su miembro, y Fabián soltó un gemido varonil cuando Elisa se agachó tomándolo en su boca.  En un rápido movimiento Fabián la subió sobre el, el trasero de ella enfrente de su rostro, subió su vestido, y deslizando su panty de su cuerpo se apoderó de su intimidad, como Elisa lo hacía con el.  Los dos gimiendo, llenos de deseo, lamiéndose, besándose, enloqueciéndose con las caricias que ambos se brindaban.  Sus cuerpos ardiendo con ese fuego que solo ellos sabían encender en el otro, ese fuego que arrasaba con todo.

   Fabián pasaba su lengua de arriba a abajo, en círculos, apretando su trasero.  Elisa lamiendo, succionando, sin dejar de acariciarlo con su mano.  Los gemidos se hacían más fuertes, Elisa moviendo su cadera, sintiendo esa presión crecer, Fabián introdujo dos dedos, moviéndolos en conjunto con su lengua, y eso la llevó sobre el límite,  estallando de placer, Fabián siguiéndola segundos después. 

   Ambos se acomodaron la ropa, y Elisa se recargo en el pecho de Fabián, dándose dulces besos y caricias, sus cuerpos aún vibrando, sus respiraciones agitadas.

"Amor, creo que así no es como se hacen los hijitos." Dijo Fabián alzando una ceja y Elisa soltó una carcajada.

"Pero fue divertido, ¿o no?" Preguntó pícara, colocándose una fresa en la boca y alzando su rostro para que Fabián le diera una mordida.

"Definitivamente. Cada día me sorprendes más, bonita." Dijo besando su frente.

   Rato después regresaron a la hacienda por sus cosas, y tomaron rumbo a la ciudad.  En el camino la música, besos, y caricias no faltaban.  Ambos envueltos en esa nube de amor de la cual no querían bajar.

   "¡Fabi! Que gusto verte!" Le dijo Abby sonriendo, recibiendo a ambos con un gran abrazo. 

   "A mi también, Abby ¿Como has estado, pequeña?" Preguntó Fabián.

   "Muy bien.  Oye, quiero que me prometas algo." Le dijo, mirándolo seriamente.

   "Abby.." Advirtió Elisa, imaginándose lo que diría su hija.

   "¿Qué cosa?" Preguntó Fabián, sonriendo.

   "Que cuidaras mucho a mi mamá, jamas la había visto así de feliz, sus ojitos brillan como nunca antes lo habían hecho."

   "Abby, ya, que cosas dices." Elisa dijo sonrojándose.

   "Por supuesto que lo prometo.  Es mi misión en la vida, amar y hacer feliz a tu mami." Fabián la tomó de la cintura, los dos mirándose con tanto amor en sus ojos que hicieron suspirar a Abby.

   "Eso es todo lo que quería escuchar.  Juro que los amo, son tan lindos juntos." Abby dijo abrazándolos a ambos.  "Bueno, los dejo solos, yo me retiro."

   Abby subió a su recámara, y Fabián y Elisa entraron al despacho encontrándose con papeles regados por todo el lugar.  Elisa fue directamente a la caja fuerte, que se encontraba abierta, buscando entre los contenidos.

   "Fabi.. Gerardo se llevó los papeles de la editorial." Dijo Elisa volteando a verlo, su rostro lleno de preocupación.

   "Mañana mismo hablamos con el y tratamos de resolver todo este asunto.  No permitiremos que se salga con la suya." La abrazó besando su cabeza, acariciando su espalda.  Solo estando entre sus brazos, Elisa se sintió más calmada.  Cualquier obstáculo que se les presentará lo enfrentarían ellos dos juntos, por que ahora se tenían el uno al otro, incondicionalmente.

Si Tú Supieras [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora